La Chata y Croquetea presentan una croqueta con todo el picante de Brava


 

Que una agencia creativa asalte el obrador de una tienda artesana tiene sus consecuencias, y así lo demuestra este producto exclusivo, fruto de la colaboración entre tres marcas amantes de la diversión



Jueves, 9 de la mañana. Calle Sueca, a plena luz del día. Cuando el obrador de Croquetea aún no se ha desperezado, las cámaras de seguridad detectan un movimiento sospechoso en una de las entradas principales de la tienda. Las imágenes registradas muestran a dos encapuchadas colándose por debajo de la persiana, pero lejos de vestir pasamontañas negros, presumen de cubrir sus rostros con máscaras naranjas. En las manos, ninguna broca. Más bien dos inyectables de… ¿salsa? Con este asalto comienza el relato de colaboración entre tres marcas gastronómicas de Valencia que, si de algo saben, es de pasárselo bien y echarle picante a la vida. Brava no pudo resistirse a adulterar la receta de la bechamel que emplean las chicas de Croquetea para dar vida a una nueva variedad de croqueta, que también podrá degustarse en el cercano restaurante de La Chata (C/Literato Azorín)


La Croqueta Más Brava quiere avivar el verano de todos los amantes del chile. Y es que esta receta exclusiva, nunca antes ofrecida en ninguno de los dos establecimientos, no es solamente un bocado delicioso para los meses más calurosos del año -recordemos que el picante alivia el calor-. También constituye un símbolo de todo lo que está bien dentro de la gastronomía. La tradición del relleno, a base de all i pebre de pulpo, y el riesgo que otorga el pimentón ahumado, con un juguetón toque de chile de árbol, culminan en un producto artesanal y divertido, que refleja bien la esencia de las marcas involucradas. A la cocina clásica de La Chata, esa ‘que te apaña el día’, se une la elaboración artesana de Croquetea, donde no hay bocado igual al anterior, y el carácter irreverente de Brava, la agencia creativa que más productos comestibles ha desarrollado. Entre ellos, una salsa (Bravita), una kombucha (Spicy Paloma) y unas galletas, a modo de tarjetas de contacto.


Pro ahora, toca hablar de croquetas, lo cual hace feliz a todo el mundo. En este caso, la colaboración vino motivada por la amistad que une a Croquetea y La Chata, que a su vez ha empezado a trabajar junto a Brava como agencia creativa. Una amistad que viene de largo, pues Clarisa (La Chata) y Mariola (Croquetea) comparten sus dramas en torno a la vida de autónomas desde hace un buen tiempo. “Versionar, o mejor dicho, atrevernos a ‘croquetizar’ el recetario de La Chata es nuestra forma más personal de divertirnos y disfrutar juntas, a partes iguales. No nos cansaremos nunca de poner todo el corazón en cada detalle de nuestros pequeños grandes negocios. Son negocios de barrio, negocios de familia, negocios llenos de alma y pasión”, afirman. En esta misma estela, Brava se siente representada por sus valores, pero además, suma ese punto de travesura, añadiendo un chile “bien chingón”, que hará estremecerse a todos los paladares.


La receta de la croqueta es secreta -¿qué os pensabais?-, pero su base resulta de lo más Croqueteamos. A fin de cuentas, se inspira en el clásico allipebre de pulpo que podemos encontrar de forma habitual en La Chata, pero en esta ocasión, potenciado con el toque del pimentón ahumado para elevar los niveles de picante. Fruto de las pruebas con Brava, ese umbral se ha ido elevando, hasta dar con el puntito más ardiente del chile de árbol y sumar la majada de almendritas fritas, ñora, perejil, y algún secretito más.


● En La Chata Ultramarinos, la Croqueta Más Brava se sirve con mayonesa Mery y una majada de almendras, también preparadas al pimentón ahumado (3,3€/ud).


● Para quienes prefieran disfrutar de este manjar en casa, hay una versión congelada en la tienda de Croquetea, que se puede adquirir, para más tarde calentar en nuestra cocina y servir al gusto de cada cual (8,6€ el pack de 6 unidades). Son TAN caseras, que te puedes marcar un playback y decir que las has hecho tú, porque nadie sospechará. Y por supuesto, La Chata, Croqueta y Brava no se van a conformar con anunciar el lanzamiento de este producto mediante un spot publicitario y una campaña en redes sociales -que ya es-.


Como firmas inquieta que son, se han propuesto desplegar diferentes acciones de verano, como repartos selectivos por el barrio de Ruzafa y entre las principales redacciones de medios de comunicación de Valencia -está un poco más difícil que la croqueta llegue en condiciones a los periodistas de otras partes de España, pero todo se puede hablar-. También se realizará una degustación callejera, para testear la reacción del público al toque picante, así como un sorteo en el perfil de la agencia. Digamos que habrá múltiples ocasiones de disparar el nivel de sabor ardiente. Así que sí, Brava ha vuelto a cometer otro crimen. Pero oye, el resultado del delito está bien rico. Se lo perdonamos, se lo agradecemos y nos disponemos a disfrutar de unas buenas croquetas -de hecho, las Croquetas Más Bravas- en el restaurante La Chata o la tienda de Croquetea, porque hace mucho calor, y el calor se lleva mejor con picante.  



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