Alice Kellen engranda con QUEDARÁ EL AMOR un fabuloso universo narrativo en el que habitan las emociones y traspasa límites generacionales

Editorial Planeta. 400 páginas

Rústica con solapas: 19,80€ Electrónico: 9,99€


Alice Kellen culmina una novela para adultos luminosa y llena de sensibilidad, con unos personajes inolvidables y una historia mágica. QUEDARÁ EL AMOR es un homenaje al amor verdadero y al valor de la amistad y la esperanza. Porque, a pesar del dolor y las ilusiones perdidas, la vida puede resultar tan imprevisible como maravillosa.


La autora, un fenómeno literario que ha enamorado a millones de lectores, teje una extraordinaria y evocadora trama romántica que nos traslada hasta la Inglaterra y la Francia de la Segunda Guerra Mundial y la Escocia de finales de los noventa.


QUEDARÁ EL AMOR es un nuevo ejemplo de la extraordinaria maestría de Alice Kellen para engrandar un fabuloso universo narrativo en el que habitan las emociones y traspasar límites generacionales.


Edimburgo, 1996. Como todos los días, Margot acude al hospital de Edimburgo a limpiar las habitaciones. Esta treintañera evita al máximo involucrarse con los pacientes para no echarlos de menos después, pero la curiosidad por un anillo con la inscripción Stone la llevará a conocer a Cedric, un anciano antipático que permanece ingresado por cáncer de páncreas. Pero, poco a poco, comenzarán a confiar el uno en el otro. La conexión entre ambos será inevitable y el muro de autoprotección que han alzado comenzará a desmoronarse.


«Margot era joven, pero algún día ya no lo sería y se preguntó de qué se alegraría o arrepentiría entonces, qué balance haría de su vida cuando se acercase el final».


A base de confesiones, Margot conocerá la extraordinaria historia de Cedric, que fue piloto de la RAF durante la Se gunda Guerra Mundial. Pero no será eso lo que más le impresione a la limpiadora. Cedric vivió un amor de verano que aquel cruel conflicto cambió para siempre, un amor que sigue añorando y que el hombre recuerda con nostalgia. El testimonio del anciano, distanciado de sus hijos en sus últimos días de vida, cautivará a Margot, mientras esta agota los días cumpliendo con todas las responsabilidades, entre ellas, la crianza de sus hijos en soledad. Resignada ante la falta de un amor romántico y sus ilusiones perdidas, la protagonista descubrirá que la vida, mágica y maravillosa, siempre nos brinda una nueva oportunidad.


«Se encontrarían, la arena les haría cosquillas bajo los pies, tendrían veinte, cuarenta, sesenta, ochenta años y él le preguntaría: ”¿Y ahora qué?”. Y ella, con la boca llena de risa, contestaría: ”Sigamos vivien do con los ojos cerrados, que siempre quedará el amor”».


UNA EMOTIVA Y BELLA HISTORIA SOBRE LA FUERZA ARROLLADORA DEL AMOR VERDADERO Y LA AMISTAD


Alice Kellen ha culminado una nueva novela para adultos llena de sensibilidad. Quedará el amor es un homenaje al sentimiento universal reflejado en su título y al valor de la amistad y la esperanza. La fuerza arrolladora del amor, a pesar de los desencuentros y las decepciones, el valor de esa familia elegida que son los amigos de verdad, la necesidad que tenemos todos de escucharnos a nosotros mismos y de empatizar con los demás, el inevitable paso del tiempo jun to con las nuevas oportunidades que surgen a nuestro paso son los principales temas que aborda Quedará el amor. Y es que por muy doloroso que resulte el pasado y por muy desalentador que sea el presente, vale la pena seguir adelante. El destino casi siempre nos reserva regalos inesperados. Solo hay que estar atentos y no perder, nunca, la esperanza.


«Margot se había quedado mirándola en silencio con una mezcla de angustia e ilusión. Todo por la palabra que había elegido: ”Volar”».


Hay algo mágico en la narrativa de Alice Kellen, una autora que viste sus tramas de una emocionalidad que nos atrapa desde la primera página para dejarnos al final la sensación de que, cuando se trata de los sentimientos, todo puede ser posible. Sus personajes, tan cercanos e inolvidables, y su estilo, de una sencillez evocadora, han logrado tocar la fibra sensible de millones de lectores de todas las generaciones. Quedará el amor es un nuevo ejemplo de la extraordinaria maestría de Kellen para engrandar un fabuloso universo narrativo en el que habitan las emociones.


«El día que Cedric conoció a Jane no había salido el sol porque, dedujo él, toda esa luz se había quedado atra pada en la mirada de ella. Así que había nubes. Muchas nubes».


Los protagonistas de esta nueva historia, acostumbrados a la soledad, terminan encontrándose. Sus vidas, difíciles, cambian de rumbo gracias a apoyos inesperados. Los personajes de Quedará el amor se reconcilian con sus seres queri dos, pero sobre todo con ellos mismos. Uno de los poderosos mensajes de esta novela es que siempre estamos a tiempo de alcanzar nuestros sueños. Incluso cuando parece que apenas nos queda tiempo para lograrlos cabe la posibilidad de volver a empezar o de afrontar el dolor ganándole la partida. ¿Y si las ilusiones de Margot y de Cedric consiguen encauzarse gracias al amor?


«¿Cómo sería volver a sentir una mano cálida y masculina en las caderas? ¿Volver a desear a otra persona, querer escarbar en su mente, saber siempre más?».


A lo largo de sus páginas, la autora se mueve con soltura entre el presente, el complicado día a día de Margot y sus anhelos, y el pasado, la hermosa historia de amor de Cedric y Jane, una relación enmarcada en tiempos de guerra. Utilizando las cartas de los enamorados escritas en plena contienda y las confesiones, siempre reveladoras, de aquel que está al borde de la muerte, Alice Kellen consigue tejer dos historias maravillosas que terminan uniéndose. ¿Podrán los protagonistas reencontrarse con la vida que siempre han deseado? ¿Y si las alas que tanto quiere Margot para sus hijos también están a su alcance? Habrá que leer Quedará el amor para comprobarlo.


«En aquel instante, los ojos de Jane evocaban el calor de la chimenea en invierno. Cedric deseó rozarle la mejilla con los nudillos y llevarse la caricia para poder recordarla esa noche y la siguiente y muchas más».


LOS ESCENARIOS HISTÓRICOS DE INGLATERRA Y FRANCIA


Quedará el amor nos traslada a diversas épocas y lugares. La narración principal se centra a finales de los noventa del si glo pasado en Edimburgo, la capital del Escocia; mientras que la trama sobre Cedric y Jane nos lleva a los años previos a la Segunda Guerra Mundial, al estallido del conflicto y a los momentos posteriores. La inquietud por cómo afectará a las vidas de los jóvenes Cedric, su hermano Jon y Jane termina por convertirse en una realidad. Ninguno puede escapar a las consecuencias de un enfrentamiento de tal magnitud. Además de situar al público en lugares como Marazion, en el condado de Cornualles (Inglaterra), el Monte de San Miguel y el acantilado de Cudden Point, que vieron nacer un amor de verano, y la ciudad de Londres, donde vivía Jane; hay escenarios memorables como Dunkerque (Francia). La descripción de lo vivido en este último es una de las más reseñables de la novela. Inevitable conmoverse.


«Si conseguían salir vivos de allí, Cedric no era capaz de imaginar cómo sería la vida a partir de entonces. Diferente. Extraña. Hueca. Pero nunca igual.»


LOS PERSONAJES MÁS RELEVANTES


Margot Abbot. Trabaja como limpiadora en un hospital y no ha tenido una vida fácil. Sus padres la tuvieron ma yores y la delicada salud de ambos la obligó a renunciar a sus sueños para cuidarlos. Margot, a la que le cuesta llegar a fin de mes, fue madre muy pronto y lo sigue siendo en soledad. Pero lo peor fue que padeció malos tratos por parte del padre de sus dos hijos, Peter —un adolescente apático que se siente incomprendido— y Anna —una pequeña sabelotodo con talento para la danza—. A diario trata de abarcarlo todo, también para que sus hijos puedan hacer realidad sus propios sueños. La protagonista no cree demasiado en el amor teniendo en cuenta sus malas experiencias y se siente poca cosa debido a las humillaciones padecidas. Conocer a Cedric será como abrir la puerta a un mundo nuevo y esperanzador.


«Tenía la impresión de que aquel hombre estaba ofreciéndole algo valioso, capaz de derrumbar el muro con el que Margot separaba su vida del hospital. Sabía que encariñarse con él le traería problemas, pero era demasiado tarde. Ya quería saber. Ya veía con otros ojos el 612 de su habitación. Ya era incapaz de soltar el hilo que Cedric le había tendido».


Cedric Stone. Testarudo e incapaz de aceptar la ayuda de los demás, este anciano que permanece ingresado en el hospital fue instructor de vuelo antes de emprender su propio negocio. Pero todo eso forma parte del pasado. Cedric es un hombre orgulloso, que vive la decadencia de un final que cada vez está más cerca. Aunque experimentó un amor intenso y sobrevivió al horror de la guerra, no sabe cómo relacionarse con sus hijos, a los que trata con frialdad, des confianza e innumerables muestras de mal carácter. Nada que ver con la increíble conexión que tiene con la amable Margot. La novela muestra los dos Cedric: el anciano y el joven, muy unido a su hermano Jon, poco entusiasta con acudir al frente y profundamente enamorado.


«Rondaría los setenta años y, a pesar de las arrugas que surcaban su piel, tenía una presencia poderosa; quizá por la fortaleza que se intuía en las líneas de la mandíbula o puede que por el perturbador azul de sus ojos. Llenaba la habitación. Tenía poco que ver con esos pacientes que se perdían entre las sábanas de la cama, enjutos y grises, porque él, como el polvo, reclamaba cada rincón que había alrededor».


Jane Bellamy. Independiente y libre de prejuicios, Jane vivió un amor de juventud con Cedric. Aquella joven inteli gente, apasionada de las matemáticas, mantiene su presencia a lo largo de toda la historia. Es un personaje memorable que despertará el entusiasmo del público.


«Los ojos de Jane eran dos ojos normales, ambos de color marrón, un párpado unos milímetros más arriba que el otro, las pestañas curvas ni demasiado largas ni demasiado cortas, la piel formaba pliegues al reírse, las pupilas como todas las demás pupilas humanas... Pero su mirada contenía una galaxia. Porque allí dentro había una profundidad insondable a la que uno deseaba asomarse aun a riesgo de caer al vacío. Y también había verdad. Una verdad que se afianzaba con su forma de mirar al mundo: desde la ternura. No era una visión resignada, sino compasiva. Así que, en fin, ¿cómo podría haber evitado Cedric enamorarse de ella si en sus ojos se veía mejor que en cualquier espejo?».


Graham Stone. El hijo de Cedric es un directivo prepotente cuyo atractivo llama la atención de Margot. Pero Gra ham está preocupado por el futuro de la empresa familiar. Sabe que su padre, al que quiere y odia a la vez, no confía en él. La relación entre ambos es complicada porque, además, Graham le culpa de la ruptura con su madre. Poco a poco su coraza se irá debilitando.


«Con inquietud, Graham se pasó una mano por el pelo. En su abrigo negro se habían quedado atrapadas diminutas gotitas de lluvia que brillaban como perlas bajo las luces del hospital. Fue una cosa que a Margot le llamó la atención: no porque resultase algo bello, sino porque revelaba que un hombre como él, tan impecable, tan meticuloso, tan correcto, no llevaba paraguas. Otra señal de mundanidad.»


Eleanor Keer. Es una mujer aguerrida y de gran personalidad. Eleanor se convirtió en la mejor amiga de Margot cuando la defendió ante un episodio de violencia doméstica. Es enérgica y decidida, la amiga que todos querríamos tener a nuestro lado.


«Tener a Eleanor en su vida y saber que podía dejar a los niños en sus manos era lo más parecido a respirar hondo que Margot podía imaginar. Hasta la inesperada llegada de aquella mujer, nunca había podido confiar a ciegas, de forma plena, en otra persona».


Blair Stone. La hija de Cedric es una mujer elegante y segura. Se comunica con firmeza. De hecho, habla mucho y muy rápido, considera Margot. Pero, en el fondo, Blair es más frágil de lo que parece y teme perder a su padre irre mediablemente enfermo.


«Blair le explicó cómo se organizarían y le dijo lo que cobraría, que era más del triple de lo que le pagaban por hora en su trabajo habitual. Después, se terminó el té de un trago, se levantó y buscó unas gafas de sol en el bolso. Fue en aquel instante cuando Margot la vio de verdad: tras aquella apariencia dura se escondía una mujer que estaba deseando huir de la enfermedad que le arrebataría a su padre».


Sobre la autora


Alice Kellen (Silvia Hervás) nació en Valencia en 1989. Es una enamorada de los gatos, el arte y las visitas interminables a librerías. Además, le encanta vivir entre los personajes y las emociones que plasma en el papel. Ha publicado 15 novelas, entre ellas Nosotros en la luna, El mapa de los anhelos, La teoría de los archipiélagos y Donde todo brilla, que han fascina do a más de 2.500.000 de lectores. 

www.alicekellen.com

 @alicekellen_



 

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