Rafael Guzmán García asegura en TU CUERPO, TU HOGAR. LA LONGEVIDAD DEPENDE DE TI que los hábitos determinan nuestra salud hoy y mañana
Editorial Espasa. 312 páginas
Rústica con solapas: 19,90€ Electrónico: 8,99€
«No tengas prisa por irte, aprende a ganar unos años más».
El ambiente en el que vives, los pensamientos que tienes, el tipo de alimentos que ingieres, el contacto que mantienes con la naturaleza, el tiempo que permaneces sentado o sin moverte al día, el que estás bajo techo o en el interior, las horas que inviertes en el sueño nocturno, el tipo de agua y la frecuencia con que la bebes, la exposición a la luz del sol al aque te sometes, los cosméticos que utilizas, incluida la crema de protección solar, las relaciones sociales que mantienes, el déficit de algunas vitaminas, el uso de la tecnología, etc., influyen y determinan tu salud mucho más de lo que podrías imaginar.
Afortunadamente, las patologías adquiridas a lo largo de los años por malos hábitos son reversibles y tienen cierta plasticidad. Todo lo que hagas y pienses produce un cambio en la expresión de tus genes, así que enfermar no es en absoluto una cuestión de mala suerte.
Tu cuerpo, tu hogar, de Rafael Guzmán García, es un libro disruptivo que te enseña a estudiar y modificar los parámetros de la gran ecuación: la salud y el envejecimiento. No heredamos las enfermedades, heredamos las costumbres; si no las quieres cambiar por ti, hazlo por tus hijos y nietos, ya que tus acciones y pensamientos generan marcas epigenéticas que se transmiten de generación en generación. Todos podemos ser longevos. Vivir más y mejor ya solo depende de ti.
En el libro que Espasa y yo te presentamos con este dossier menciono algunos de los preceptos que deberías tener siempre presentes y respetar. Te propongo una jerarquía de buenos hábitos que te ayude a ordenar tu vida y que te marque un plan de recuperación o prevención de tu salud. Hay muchos más que, sin duda, también revisten importancia, como son la sexualidad, las relaciones sociales, la política, la espiritualidad, etc. Sin embargo, me he centrado en lo que considero que es básico y más o menos rápido —en términos de biología— para restablecer el equilibrio. Evidentemente, esta clasificación y consejos que describo en Tu cuerpo, tu hogar siempre se deben adaptar a cada individuo, a su contexto, situación personal y de salud. Nunca sustituirán a una prescripción médica ni de ningún profesional de la salud.
«Este tipo de vida que yo te propongo es la que nos vino impuesto de serie por Dios, la evolución o por lo que tú creas»
UNA APROXIMACIÓN A TU CUERPO, TU HOGAR
El ambiente en el que vives, los pensamientos, los alimentos que ingieres, el contacto con la naturaleza, el tiempo que pasas sentado y/o bajo techo, las horas de sueño nocturno, el agua y la frecuencia con que la bebes, la exposición a la luz solar, los cosméticos, la crema de protección del sol que usas, las veces que comes al día, el déficit de algunas vitaminas, las relaciones sociales, el uso de la tecnología etc., influyen y determinan tu salud hoy y mañana mucho más de lo que jamás podrías imaginar. Afortunadamente, las patologías adquiridas a lo largo de los años por malos hábitos son reversibles y tienen cierta plasticidad. Todo lo que hagas y pienses produce un cambio en la expresión de tus genes.
Tu cuerpo, tu hogar es un libro disruptivo que te enseña a estudiar y modificar los parámetros de la gran ecuación que supone la salud y el envejecimiento. No heredamos las enfermedades, heredamos las costumbres. Si no lo quieres hacer por ti, hazlo por tus hijos o nietos. Lo que hagas y pienses genera marcas epigenéticas heredables. Enfermar no es en absoluto una cuestión de mala suerte. Todos podemos ser longevos. Vivir más y mejor ya solo dependerá de ti.
«Lo que tú consideras tu casa es donde te refugias para dormir, del frío, del calor, pero tu verdadero hogar eres tú mismo»
A CARTA DEL AUTOR A LOS LECTORES DEL DOSSIER
Soy consciente del aluvión de libros de salud, autoayuda, alimentación, etc., que te presentan las editoriales y que abarrotan las estanterías de las librerías y los portales de Internet, por eso voy a procurar que esta especie de vademécum de la vida que es mi libro sea muy claro, práctico y directo con respecto a lo que quiero mostrarte —los conceptos básicos para tener una salud óptima—, por lo que lo haré de una manera sencilla, pero con fundamentos científicos.
Realmente, no voy a enseñarle al lector nada que no sepa ya su subconsciente o su inconsciente —los tuyos, también, por supuesto—, y nada que no esperen recibir sus genes, ya que se trata de aprender a vivir en un mundo digital y virtual, pero dentro de un cuerpo ancestral que ya tiene toda la información que se necesita. Solo debemos aprender a escucharlo; el cuerpo nos habla y ahora yo quiero convertirme en su altavoz.
Quizás te preguntes por qué me decidí a escribir el libro.
Desde hace muchos años recibo en consulta pacientes con patología crónica. La naturaleza de dichas patologías es de lo más variopinta, desde alergias, enfermedades autoinmunes, depresión o dolor de espalda hasta cáncer.
«El cuerpo nos habla y ahora yo quiero convertirme en su altavoz.»
En mi afán por acercarme a la causa primaria del origen de la enfermedad y de alejarme de la visión fármaco-centrista de la medicina convencional, comencé la búsqueda de una solución más acertada y, sobre todo, más respetuosa con el paciente.
He llegado a la conclusión de que la solución a la patología crónica es el respeto. Respeto por las leyes fundamentales de la vida, del cuerpo, de las distintas entidades que gobiernan el funcionamiento biológico.
Por fortuna, nos encontramos en la era del reencuentro entre mente y alma que en su momento separó Descartes —y que tanto daño nos ha hecho—, aunque, por desgracia, la medicina ortodoxa aún sigue siendo reticente a esta visión integral de la salud y, por tanto, continúa parcelada y segmentada corporal y facultativamente hablando.
Después de llevar muchos años atendiendo pacientes, la evidencia científica y clínica me ha enseñado que la solución de muchas patologías radica, en más del 95 % de los casos, en ejecutar los conceptos básicos que pretendo mostrar en este libro. Estos conceptos son las reglas del juego de la vida del ser humano.
Si te saltas un semáforo y te ve la policía, te multa y lo pagas. Es así de sencillo. Has trasgredido una ley y eso tiene consecuencias. En la naturaleza todo obedece a leyes y el organismo no está exento de ellas. Las infracciones graves contra las leyes básicas del funcionamiento psicoemocional y físico del ser humano son las que nos hacen enfermar.
El objetivo de Tu cuerpo, tu hogar es dar a conocer al lector las leyes que rigen la vida, su cuerpo y su mente para que las respete.
Disfruta de la lectura. Espero que te sea muy útil.
L OLVIDO DE LAS LEYES FUNDAMENTALES DE LA SALUD
En los países desarrollados tenemos de todo lo necesario, pero tenemos todavía más cosas innecesarias, sostiene Rafael Guzmán García. «Tenemos luz, pero no vemos el sol; tenemos relojes, pero no tenemos tiempo; tenemos médicos y hospitales, pero no tenemos salud; tenemos conocimientos, pero no sabiduría; tenemos miles de amigos en redes, pero casi el 25 % de la población se siente sola», resume una de las tesis principales de Tu cuerpo, tu hogar.
«Sin duda necesitamos aligerar equipaje», concluye el autor.
De esta forma, el libro nace con vocación de manual con el que quiere ayudarnos a recuperar aquellos hábitos que más se acercan o recrean una vida ancestral, entendida como una vida más ligada a la naturaleza —a nuestra naturaleza— que a la tecnología o a los hábitos perniciosos que se han impuesto en nuestras sociedades hipertecnológicas y consumistas.
Quiere hacernos conscientes de que las ciudades donde vivimos, con su iluminación artificial, redes de metro, autobuses, edificios de hormigón, calles de cemento y asfalto, centros comerciales, supermercados, cientos o miles de vehículos rodando, patinetes eléctricos, ruido incesante, bosques de antenas, conexión a Internet en cada rincón, etc., nos pueden resultar atractivas por la cantidad de servicios y comodidades que nos ofrecen, pero no son el mejor de los hábitats donde vivir, no es el contexto de vida para el que hemos sido creados.
«El gran problema radica en que los seres humanos hemos cambiado tanto nuestro escenario y el modo de concebir la vida, que nos hemos creído que nuestras leyes están por encima de las leyes de la propia vida.»
La modificación drástica del entorno y el abuso y uso inapropiado de la tecnología nos aleja cada día —a una gran velocidad— de los hábitos que promueven una vida saludable.
El gran problema, asegura Rafael Guzmán García, radica en que lo frecuente y masivo lo empoderamos y le otorgamos veracidad sin someterlo a juicio. La mente adoctrinada, nos dice, está supeditada a la temporalidad de nuestra vida media como especie y sumergida, desde que nacemos, en esta especie de debacle antibiótica —o sea, antivida— que marca las sociedades occidentalizadas, en las que prevalece el materialismo y el consumo como dogma de fe.
En ese escenario, hemos aceptado, permitido e integrado hábitos de vida suicidas desde que somos pequeños. El autor se hace y nos hace preguntas inquietantes: ¿cómo podemos permitir que nuestros hijos tengan acceso —o lo que es peor, se los compremos los adultos— a productos que promueven la enfermedad como las golosinas, la bollería industrial, los refrescos azucarados, los alimentos cargados de colorantes, las hamburguesas industriales o los precocinados? ¿Cómo es posible que aceptemos y normalicemos que se venda alcohol y tabaco, si ambas sustancias suponen factores de riesgo presentes en todas las enfermedades conocidas? ¿Cómo hemos normalizado que nosotros y nuestros hijos juguemos o hagamos deporte en espacios donde el aire que respiramos está repleto de tóxicos procedentes del tráfico y la industria? ¿Cómo consentimos que un niño pequeño pase horas con su mirada fija en un móvil o en una tablet cuando debería estar explorando su entorno?
Preguntas para las que ofrece respuestas en Tu cuerpo, tu hogar.
IVO DEL LIBRO Y CONSEJOS PARA EL VIAJE
El objetivo de este libro es dar a conocer al lector las leyes que rigen la vida, su cuerpo y su mente para que las respete. Porque, al igual que un letrado nos puede recordar en un juicio que el artículo 6 del Código Civil asegura que el desconocimiento de una ley no nos exime de los cargos derivados de su incumplimiento, nuestro cuerpo, a lo largo de la vida, en alguna ocasión nos dirá lo mismo que el señor letrado. Solo que en este caso no está en juego una sanción económica, sino una penalización de nuestro organismo en forma de una drástica caída de nuestra calidad de vida, de diferentes enfermedades de mayor o menor importancia e, incluso, la muerte.
Rafael Guzmán García nos quiere abrir la puerta a un mundo muy conocido por el subconsciente, pero en ocasiones totalmente olvidado por el consciente. Un acercamiento a un nuevo, y a la vez casi ancestral, estilo de vida saludable. Por eso, plantea el libro como un maravilloso viaje hacia una nueva vida. Nos muestra las distintas etapas de una manera sencilla, pero sabiendo que, como todo en esta vida, detrás de un conocimiento en apariencia simple, siempre hay miles de horas de estudio y ciencia compleja.
Tu cuerpo, tu hogar no solo trata de nutrición, aunque constituye uno de los pilares básicos para la salud y, evidentemente, habla de ella. Con este manual, el autor quiere inducir un cambio en nuestros hábitos de vida y nos ofrece las razones científicas que sostienen ese cambio. En esencia, el objetivo final del viaje se puede resumir en estas once postales:
— Duerme de noche entre siete y nueve horas. Atiende al matiz «de noche».
— Mantente en contacto con el sol y la naturaleza.
— Huye de las fuentes de contaminación química y electromagnética.
— Huye del estrés crónico físico o psicoemocional.
— Dedica cada día un poquito de tiempo a meditar.
— Ten una vida activa, haz deporte a diario, si es posible en ayunas y en ambiente fresco o caluroso. Comienza poco a poco si no tienes hábito.
— No emplees muchas horas sentado al día sin levantarte, al menos cada treinta-cuarenta minutos.
— Camina descalzo sobre la tierra, la arena de la playa o en la hierba de un parque.
— Pasa un poco de sed, de hambre, de frío y de calor de vez en cuando.
— No comas más de tres veces al día.
— Consume alimentos ricos en nutrientes y con pocos azúcares. Evita los refinados, envasados y basa tu dieta en pescado, marisco, carne, huevos, frutas y vegetales. Si son ecológicos, mejor. No introduce lácteos, cereales ni legumbres.
«El responsable de tu salud eres tú y,
para conseguir lo que nunca has conseguido,
has de hacer lo que nunca has hecho.»
OS Y HECHOS QUE (QUIZÁS) NO CONOZCAS
LA CARTOGRAFÍA DEL DOLOR VISCERAL
Es conocido que, cuando a alguien sufre un infarto de corazón, puede sufrir dolor referido al hombro y brazo izquierdos. De la misma manera, cada órgano tiene capacidad de generar un dolor referido: el hígado, al hombro derecho; el intestino delgado, a la zona alta de la región lumbar; los ovarios, a la cara interna de las rodillas; el estómago, al cuello, etc. Esta cartografía del dolor visceral está perfectamente descrita y detallada, pero ha quedado en el olvido.
LOS MALOS HÁBITOS
Cuando pensamos en un hábito de manera negativa, siempre se nos va la mente a cuestiones como fumar o beber. Sin embargo, los malos hábitos van mucho más allá. Un mal hábito es romper el biorritmo, es decir, no respetar las horas de sueño nocturno o dormir menos de siete horas siendo adulto. También son hábitos perniciosos no exponerse a la luz solar, no tener contacto con la naturaleza, la falta de ejercicio físico y el sedentarismo en general, no mantener relaciones sexuales, la falta de sociabilización, etc.
«Detrás de una enfermedad siempre hay o unos genes encendidos o unos genes apagados. Y tú tienes el interruptor en tus manos.»
(QUIZÁS) EL PEOR HÁBITO
Uno de los peores hábitos de vida en el que podemos caer es el de alimentarnos de manera incorrecta, lo que nos puede llevar a tener un déficit de algún micronutriente, como el zinc, el selenio, el magnesio, la vitamina C o cualquier otro mineral, vitamina, oligoelemento. Esto es, que tengamos problemas de suministro de alguno o varios de los ladrillos básicos de la vida.
CÁNCER Y ESTILO DE VIDA
El cáncer no surge de la nada. Las elecciones diarias tienen un impacto directo y medible en la salud. De hecho, los estudios evidencian que más de la mitad de los cánceres son evitables y algunos expertos advierten de que es posible que esa cifra se quede corta. El riesgo de padecer la mayoría de los tipos de cáncer se puede reducir drásticamente mediante cambios en el estilo de vida de la persona.
BEBÉS, ESTRÉS Y OBESIDAD
Durante el embarazo, en la vida intrauterina, el ambiente también determina el temperamento y carácter de un individuo. El estrés que haya sufrido la madre durante el embarazo va a decidir que el futuro bebé sea más o menos sensible al estrés, incluso de adulto. Una de las últimas investigaciones sobre este tema se ha realizado en Alemania, concluyendo que los bebés procedentes de madres que habían padecido estrés durante la gestación y el primer año después del parto tenían un índice de masa corporal (IMC) más alto en los primeros cinco años de vida y, por tanto, un mayor riesgo de sobrepeso, con los problemas asociados que de él se derivan.
ESPAÑA, UNA POTENCIA EN ANTIDEPRESIVOS Y ANSIOLÍTICOS
Tras la pandemia, el consumo de antidepresivos y ansiolíticos se ha disparado un 20 % en España. Este incremento tan alarmante de la venta de psicofármacos se añade a los preocupantes datos que ya arrastrábamos en los últimos veinte años, que situaban a España como segundo país europeo de mayor consumo de ansiolíticos, cuarto en consumo de antidepresivos y sexto en hipnóticos y sedantes.
¿Sabías que son más los accidentes de tráfico causados por conducir con sueño que por el alcohol o las drogas?
¿COLUTORIOS? NO, GRACIAS (Y MÁS SI ERES DIABÉTICO O DEPORTISTA)
Rafael Guzmán García recomienda no usar colutorios, ya que las bacterias que viven en la boca son las encargadas de convertir los nitratos de la comida en óxido nítrico. El óxido nítrico actúa en el cuerpo como un mensajero biológico que regula la actividad del sistema inmune, el cerebro, las arterias, el hígado, el páncreas, el útero y los pulmones, entre otros. En los deportistas mejora el rendimiento y en los diabéticos de tipo 2 previene las placas de ateroma y mejora la sensibilidad a la insulina.
¿POR QUÉ NOS GUSTA TANTO LA COMIDA BASURA?
El cerebro, de forma inconsciente, busca alimentos calóricos, y eso sucede porque el ser humano ha desfallecido tantas veces de hambre a lo largo de su historia que hemos desarrollado circuitos de recompensa para premiar aquellas acciones que nos aportan una energía rápida. ¿Por qué somos capaces de comernos una caja de bombones sin pestañear? En general, la comida basura, que es aquella con un índice calórico más elevado, es la que aporta una mayor sensación de bienestar y saciedad debido a que estimula la producción de dopamina, el neurotransmisor que produce placer, relajación y bienestar.
ADICTOS A LOS LÁCTEOS (Y A SU MORFINA)
Los lácteos son sustancias naturalmente adictivas. Puede parecer sorprendente, pero los de origen animal —no confundir con los preparados «lácteos» de origen vegetal— generan una gran dependencia porque contienen una proteína, la caseína, que al metabolizarse genera una sustancia llamada cáseo-morfina. La morfina es un opiáceo que estimula la misma área que, por ejemplo, la cocaína —evidentemente sin la misma potencia—. Es la única manera que tiene la madre naturaleza de asegurarse de que el recién nacido se amamante y beneficie de los nutrientes que fortalecen su microbiota y su sistema inmunológico. Una vez alcanzada la edad adulta, consumir leche de vaca o cabra o de cualquier tipo de especie no tiene beneficio alguno.
En numerosas ocasiones, los bebés no lloran por hambre,
sino porque literalmente son unos «yonquis» de la
teta de la madre, de la caseína
NO LICÚES, POR FAVOR
Los alimentos ricos en hidratos de carbono saludables —de asimilación lenta—, apropiados para consumir con frecuencia son aquellas raíces, verduras y tubérculos que tienen capas o círculos al partirse, por ejemplo, zanahoria, remolacha, puerro, cebolla, nabo, lombarda, espárrago… El problema es que, si los licúas o los trituras mucho, pierden esta propiedad. Por ello, si quieres mantener estable el nivel de glucosa y de insulina, es aconsejable que no tomes licuados, zumos y purés en general —al menos de tubérculos y frutas—.
¿POR QUÉ RESULTA TAN APETITOSO EL OLOR A PAN RECIÉN HECHO, JAMÓN O DULCES?
El olor a pan, jamón, confitería, tortilla… te puede hacer salivar y, cuando comes alguno de ellos, te genera placer. Son alimentos hipercalóricos, es decir, son energía en potencia y el cerebro genera dopamina con su consumo o, incluso solo con solo olerlos. El problema es que este sistema de recompensa se generó hace miles de años, cuando el ser humano precisaba de mucha energía para enfrentarse a los largos desplazamientos para conseguir los alimentos.
LA CULPA ES DE EDISON
El 21 octubre de 1879, en Menlo Park (Nueva Jersey), Thomas Alva Edison hizo brillar durante cuarenta y ocho horas uno de sus principales inventos: la bombilla incandescente. Ese día, sin saberlo, sumió al mundo en el mayor de los problemas de salud jamás vividos: la cronodisrupción. La ruptura del biorritmo humano. Hasta la aparición de la bombilla el hombre pasaba el 90 % de su tiempo bajo el sol, mientras que en la actualidad no excedemos el 10 %.
Los hombres que duermen alrededor de seis horas al día presentan una menor producción de testosterona y
un 29 % menos de espermatozoides
PANTALLAS Y MELATONINA
El día artificial creado por el uso de luces led, las pantallas de los móviles, el ordenador, las tabletas, la televisión, etc., ha generado que la curva de producción de melatonina por el cuerpo humano se atrase de una manera muy considerable en las sociedades modernas. Esto es un verdadero problema, por no decir un auténtico genocidio. La bajada de la melatonina coincide con el ascenso del cortisol y la puesta en funcionamiento de los sistemas y, por tanto, del desgaste orgánico.
PÍLDORAS QUE SON COMO TIROS
Uno de los grandes problemas que presenta la sociedad hoy es el incremento en el consumo de fármacos para dormir. Solo en España se venden cada año más de ciento treinta y un millones de envases. El fármaco estrella es la benzodiacepina. Hay de distintos tipos —loraze-pam, clonaze-pam, diaze-pam, bromaze-pam…—. Rafael Guzmán piensa que esos «pam» son un guiño onomatopéyico de las farmacéuticas con el que nos avisan de los tiros que nos pegan, para que no abusemos de estas píldoras.
«YA DORMIRÉ CUANDO ME MUERA»
No puede haber un pensamiento más erróneo. Dormir de manera habitual menos de siete horas destroza tu sistema inmunitario, multiplica en más del doble tus posibilidades de sufrir cáncer, aumenta de manera exponencial las posibilidades de padecer enfermedades autoinmunes, alzhéimer y altera de forma severa los niveles de glucosa en sangre, algo que puede generar una prediabetes —esto puede ocurrir incluso en solo una o dos semanas—.
LOS RIESGOS DEL CAFELITO MATINAL
Después del agua, el café es la bebida más consumida en el mundo. Es la droga psicoactiva médica y socialmente más aceptada del mundo. ¿Quién se atreve a legislarla? Tiene capacidad de modificar el comportamiento, pensamiento y estado de ánimo del ser humano. Es evidente que no es tan dañina como la cocaína o la heroína, pero igualmente genera adicción y puede llegar a producir verdaderos síndromes de abstinencia cuando se decide dejar de consumirla. «Si piensas que sin café no puedes “tirar” por las mañanas, algo falla en ti», asegura el autor.
Si eres de los que cuando toman un café, el pipí le huele a
café o el sabor te perdura bastante rato en la boca,
te aconsejo que lo elimines radicalmente
DONDE ENTRA EL SOL NO ENTRA EL DOCTOR
Con el sol ocurre lo mismo que con el sueño: si no lo tomamos de manera inteligente, quizás nos genere problemas. Sin la luz del sol es imposible la vida. ¿Cómo es posible, entonces, que nos hayan infundido tanto miedo a su exposición?
¡QUIERO VITAMINA D!
Los resultados de un estudio publicado en el British Journal of Cancer mostraron que las personas que tienen niveles altos de vitamina D al ser diagnosticadas tienen un 50 % menos de posibilidades de morir de cáncer. También que el riesgo de mortalidad por cualquier causa —no solo por cáncer— es un 38 % menor.
TOMA EL SOL SIN CREMA (SOLO UN RATITO)
Necesitas la luz solar para generar la imprescindible vitamina D. ¿Qué debes hacer? Exponerte todos los días unos minutitos sin protección solar. No, no vuelvas a leerlo. Lo has entendido bien. Sin protección solar. Te expones cinco minutos —cuatro o dos si tienes la piel muy pálida— en bañador o ligero de ropa y, si es como tu madre te trajo al mundo, mejor. Una vez transcurridos esos minutos te vas al chiringuito, te vistes o te pones crema solar con protección total.
SI TIENES PAREJA, ¡FUERA PIJAMAS!
La piel es una verdadera fábrica de producción de serotonina —la hormona de la felicidad—, ya que su estimulación mecánica y térmica favorece su fabricación. Uno de los consejos que el autor da a sus pacientes que duermen en pareja es que no utilicen pijama. El uso de esta prenda nos impide beneficiarnos de la secreción de serotonina mientras dormimos acompañados.
MUCHO CUIDADO CON CIERTOS COSMÉTICOS
El tónico facial, la crema hidratante diurna, la nocturna, el maquillaje, el tinte del pelo, el champú, el gel, el desodorante, el protector solar, el aftersun o la mascarilla para el pelo que usas cada día pueden ser los responsables de hipotiroidismo, celulitis, obesidad, diabetes, ovarios poliquísticos o cáncer de mama o próstata, entre otras patologías, ya que actúan como disruptores endocrinos, que «hackean» nuestra fisiología.
PEDIR PERDÓN PREVIENE EL CÁNCER
El perdón es uno de los actos más terapéuticos que existen. Esto incluye fomentar el amor, la compasión, la empatía y la generosidad hacia aquellas personas que nos han infligido dolor. Erróneamente es confundido con el olvido o la resignación. Según el doctor Michael Barry, autor de El proyecto perdón, más del 61 % de los pacientes con cáncer tienen problemas con el perdón. Si consideras que tienes toxicidad emocional o pensamientos tóxicos, no dudes en buscar ayuda con un psicólogo porque será tu mejor detoxificante.
Entre el 70 y el 80 % de todas las consultas médicas guarda una relación directa con factores de estrés psicoemocional.
AYUNAR ES REPARAR
Podemos realizar el ayuno de diferentes maneras, desde varias horas de inanición hasta días y semanas completas. Sin embargo, investigaciones recientes ponen de manifiesto que no es necesario pasar grandes periodos de ayuno para obtener los beneficios de esta fácil, barata y segura medicina. El ayuno constituye un arma muy poderosa y eficaz en el tratamiento de enfermedades endocrinas, metabólicas, cardiovasculares, articulares, musculares, óseas, neuronales e, incluso, el cáncer.
LA CABEZA, NUESTRA PEOR ENEMIGA
El cerebro tiene la capacidad de crear escenarios virtuales y realidades inexistentes basadas en experiencias previas o en conjeturas sin fundamento. Son situaciones ficticias que vivimos bioquímica y físicamente como si fuesen reales. Un estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania refleja que, de media y siendo muy conservadores —porque otras fuentes hablan de un mayor porcentaje—, el 91 % de los fantasmas o preocupaciones que atormentan nuestra existencia jamás se materializan. Son problemas imaginarios. Tu cabeza se ha convertido, sin darte cuenta, en la peor de tus pesadillas.
Soy consciente de que vivimos inmersos en un sistema donde necesitaríamos un cambio de paradigma durante varias generaciones para volver a vivir en equilibrio y armonía con nuestro bio-código civil.
Como sostengo en el libro, siempre podemos hacer pequeños gestos, modificar hábitos y tener buena conducta que nos permita al menos reducir la condena, o incluso nos permita disfrutar de libertad condicional.
No pretendo que te comportes como una persona prehistórica, solo pretendo que dentro de tus posibilidades respetes las leyes de tu cuerpo y de tu mente.
El precio que debes pagar por tener todas esas cosas que quizás tú llamas comodidades es que tienes que implementar muchos cambios en el día a día para intentar recrear esa vida que nos unía a la naturaleza y que nos otorgaba una vida plena y saludable.
No estoy diciendo que esa vida fuese fácil y llevadera. Por supuesto que no. Has tenido la suerte de nacer en una época en la que te puedes beneficiar de los dos mundos, no la desperdicies.
«Puedes respetar las leyes fundamentales del organismo sin renunciar a la comodidad; eso sí, deberás dedicarte tiempo y tener siempre presente que lo más importante eres tú.»
RAFAEL GUZMÁN GARCÍA, NOTA BIOGRÁFICA
Sobre el autor
Rafael Guzmán García es licenciado en Kinesiología y Fisiatría por la Universidad de San Martín, (Buenos Aires), diplomado en fisioterapia por la Universidad de Cádiz, máster en Psiconeuroinmunología Clínica por la Universidad Pontificia de Salamanca, máster en Nutrición y Salud por la Universitat Oberta de Cataluña, máster en Terapia Manual Osteopática por la Universidad Pontificia de Salamanca, doctorando en la cátedra de Psiconeuroinmunología clínica en la Universidad de Granada, profesor de la Escuela Internacional de Osteopatía de Madrid, profesor del Instituto Científico Internacional PNI Europe en el máster de Psiconeuroinmunología Clínica de la Universidad Pontificia de Salamanca, profesor colaborador del máster Nutrición y Metabolismo de la Universidad de Córdoba y director de la clínica METÓDICA dedicada a la medicina de estilo de vida.
Tras más de veinticinco años de experiencia clínica y veintitrés de docencia, sabe que no existe mejor medicina preventiva y resolutiva que la modificación de hábitos nocivos.
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