DESPUÉS DE DICIEMBRE, segunda entrega de la saga romántica Meses a tu lado de Joana Marcús


Editorial Montena. 336 páginas

Tapa blanda con solapas: 17,95€ Electrónico: 4,99€


Después del éxito de Antes de diciembre, Joana Marcús vuelve con DESPUÉS DE DICIEMBRE, la segunda entrega de su saga romántica «Meses a tu lado» donde retoma la historia de Jenna y Ross justo donde lo dejaron.


Cuando Jenna dejó a Ross le dijo que era porque quería volver con Monty pero ella sabía que era lo único que podía decirle para que no le pidiera explicaciones, para que no la siguiera. Lo único que sabía Jenna entonces es que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para que Ross fuera feliz y no desperdiciara la oportunidad de estudiar cine en Francia.


Durante el siguiente año, Jenna vive con sus padres y trabaja, entre otras cosas, como entrenadora de atletismo. Pero sus padres la presionan, la hostigan, hasta dudan de ella por haber denunciado a Monty. Entonces, cansada de ellos, de que sigan tratándola como a una niña, se va a vivir con su abuela hasta que decide volver a la universidad. Echa de menos a Naya, a Will… y, sobre todo, a Jack.


Entonces, vuelve a estudiar, decide irse a vivir con Naya, Will y Sue porque se supone que Jack está en Francia, pero parece que Naya le había tendido una trampa y, cuando regresa a la ciudad, Jack también ha vuelto.


Jack Ross no es el mismo. Ha rodado una película que está a punto de estrenarse, trata mal a todo el mundo, está triste y desolado por la pérdida de Jenna y se ha refugiado en sus antiguas adicciones: las drogas y el alcohol.


Jenna tardará un tiempo en recuperar a Jack y este tendrá que pasar por un centro de rehabilitación y por varias cosas más antes de recuperar su amor propio y su confianza. Ya no los mismos jóvenes que comenzaron la universidad antes de diciembre, ahora Naya y Will van a ser padres y Jenna y Jack se van a casar.


Todo cambiará...............DESPUÉS DE DICIEMBRE


El tiempo es algo relativo.


Para algunos pasa más rápido; para otros, no tanto.



A Jenna Brown el último año se le ha hecho eterno.


Cuando superas una ruptura, el tiempo se rige por otras leyes físicas, y estar un año sin Jack Ross ha sido uno de los retos más difíciles de su vida. Pero ha conseguido superarlo, centrarse en sí misma y convertirse en una Jenna renovada que tiene un nuevo objetivo vital: terminar los estudios.


Aunque suponga volver al lugar donde todo empezó y que tantos recuerdos le evoca.

Aunque suponga tener que enfrentarse a las consecuencias de todas las decisiones que tomó un año atrás.


Jenna está convencida de que todo lo ocurrido antes de diciembre forma parte del pasado, pero... ¿qué ocurrirá después de diciembre?


PERSONAJES


Jenna La protagonista, una chica de 18 años que estudia Filología y viene desde un pequeño pueblo para encontrarse a sí misma.

Ross Un chico un par de años mayor que Jenna que estudia cine y del que terminará enamorándose.

Naya Compañera de cuarto de Jenna y su mejor amiga desde que llega a la universidad.

Will Pareja de Naya y compañero de piso y mejor amigo de Ross.

Sue Compañera de piso de Ross y Will.

Monty Novio de Jenna.

Nel Mejor amiga de Jenna del instituto.

Shanon Hermana mayor de Jenna.

Spencer Hermano mayor de Jenna.

Agnes Abuela de Ross

Mary Madre de Ross.

Mike Hermano mayor de Ross.

Lana Ex novia de Ross.

Curtis Compañero de clase de Jenna.

Chris Hermano de Naya.

Vivian Protagonista de la película de Ross.


EXTRACTOS


Jenna rompe con su familia


¡Jack me abrió los ojos sobre muchas cosas!

¡Ahí está! —Pareció que le había dado la respuesta que tanto buscaba—. ¡Te comió la cabeza para ponerte en contra nuestra! ¡Incluso hizo que denunciaras a ese pobre chico! Iba a responder, pero esa última frase me dejó helada. A medio camino entre hablar y quedarme petrificada, por fin noté que Spencer, que había permanecido en silencio hasta ese momento, se ponía de pie.

No —advirtió en un tono muy frío—. No vayas por ahí, mamá.

Ella, que no estaba acostumbrada a que nadie saltara a defenderme —y menos en su contra—, dio un respingo.

¡Solo estoy diciendo las cosas como son!

Si denunció a ese cabrón fue porque era lo que debía hacer, así que ten cuidado con lo que dices.

¡Spencer! —Papá también se puso de pie, furioso.

¡Ni Spencer ni nada!

¡Esa denuncia no solo la afecta a ella! —chilló mamá, muy alterada—. ¿Sabes cómo me miran por el barrio desde que la puso? ¿Sabes lo que dicen de nosotros? ¡Toda su familia nos ha dado la espalda!

¡Golpeó a Jenny!

¡Eso dice ella!

Creo que esa fue la frase que hizo que mi cuerpo reaccionara. Quedé petrificada desde el momento en que Monty había surgido en la conversación, pero entonces por fin lo entendí. Sus desprecios no eran porque hubiera vuelto a casa, sino porque mis decisiones habían afectado sus vidas. Lo que les molestaba no era que mi bienestar pudiera estar en riesgo, sino que lo estuviera el suyo.


Monty vuelve a aparecer en la vida de Jenna


¡Te he dicho que no te acerques!

Me habría gustado sonar menos asustada.

¡No te haré daño, te lo juro!

Desesperada, intenté llamar de nuevo. Era tarde. Monty ya subía los escalones de la entrada. ¿Qué podía hacer? Pensé en saltar la valla del porche y correr calle abajo. Hacía atletismo. Podía superar su velocidad. Estaba segurísima. Sin embargo, para ello tenía que pasar por su lado, y sabía, por otras ocasiones, que atraparme no le supondría ningún problema. Así que solo me quedó la opción de pegar la espalda a la puerta y suplicar que se detuviera. Monty se quedó a un paso de distancia, to- davía con las manos levantadas, y me contempló como si casi le diera lástima verme de esa forma. Eso me dio todavía más rabia que todo lo demás.

Vete —repetí entre dientes.

Me he enterado de lo de tus padres —replicó en tono suave, bajando por fin las manos.

¡Vete! ¡No tengo nada que hablar contigo!

A veces ayudo a tus hermanos en el taller para ganar algo de dinero —siguió explicando como si no me hubiera oído—. Tus padres me aprecian mucho y se lo agradezco, pero...

Vete —repetí, y esa vez sonó como una súplica.

Por favor, necesitaba que alguien viniera de una vez. ¿Por qué había salido para hablar con Naya? ¿Por qué no lo había hecho desde el salón? ¿Por qué justo ese día tenía que cerrarse la puerta?

Monty apretó los dientes.

No me iré hasta que me hayas escuchado.


El nuevo Ross


Honestamente, me entraron ganas de llorar, pero ese no era el mo- mento más adecuado, así que me aguanté.

Cuando por fin llegamos afuera, me separé de él varios pasos y le di la espalda. Quizá sí que necesitaba aire, después de todo. Estaba muy mareada, aun sin haber bebido. Era el peso de la realidad, que acababa de golpearme de lleno.

¿Jen?

No me volví hacia él, pero sabía que me seguía de cerca. Si no me to- caba era porque no sabía cómo iba a reaccionar, no porque no quisiera. La imagen de Jack metiéndose una raya de cocaína me invadió de nuevo la cabeza. Cerré los ojos con fuerza.

Por favor, dime algo. Lo que sea.

Abrí los ojos. Tenía una mano en mi brazo, como si temiera que me marchara y quisiera retenerme.

No quería que te enteraras así...

Me giré en redondo para mirarlo, airada. Jack seguía pálido y me observaba con el rostro compungido.


La violencia de Ross


¿Te gusta?

Dudé un momento. Claro que no me gustaba, ni yo a él. Era un buen amigo, pero nada más. Jack apretó más los labios a cada segundo de silencio que transcurrió tras su pregunta.

¿Sí o no? —insistió—. ¿A él también le dirás que le quieres y luego te irás por un año?

Oh, vaya.

Mucho había tardado en sacarlo. Aparté la mirada, avergonzada, cuando dio un paso hacia mí. Se había inclinado, y mi cuerpo, pese al enfado, reaccionó ante él. Me hormigueban los dedos. Los apreté en un puño. Ross siguió acercándose.

¿O solo lo quieres para vivir gratis a cambio de echar cuatro polvos?

¡Ross! —Naya se alarmó—. ¡Retira eso ahora mismo!

Pero no le hizo caso y yo me volví hacia él. Estaba claro que esperaba impacientemente una respuesta, porque todo su cuerpo permanecía en alerta. Se confirmaba mi teoría de que solo quería que estallara contra él, y me descubrí a mí misma cada vez menos interesada en mantener una relación tranquila.

Venga, respóndeme —insistió, acercándose un poco más. A esas alturas, su nariz y la mía prácticamente se rozaban.

Desde tan cerca, pude ver que sus pupilas estaban más dilatadas de lo normal. También las motas verdes que le había visto en los ojos hacía un año. Entonces me habían parecido una ternura, pero en ese momento me provocaban todavía más rabia de la que ya tenía. Y hablé sin pensar: —Eres un cerdo.


Jenna y Ross


Sé que te hice daño, y lo siento. Lo siento muchísimo. No sabes cuánto. Ojalá pudiera volver atrás y... —Sacudí la cabeza—. Sé que lo has pasado mal por lo que hice. Y sé que... sé que tengo la culpa de todo esto. Pero, vamos, tú no eres esta persona. No necesitas serlo. En el fondo, eres el chico que conocí hace un año.

Por unos segundos, siguió mirándome fijamente. No entendía su expresión. Era... ¿atormentada?, ¿angustiada?, ¿confusa? Apreté un poco los dedos entorno a sus manos, y casi al instante retrocedió un paso. Fue como si le hubiera hecho reaccionar, y, encima, de la peor manera posible. De pronto, estaba furioso.

Tú misma te encargaste de que desapareciera el chico que conociste hace un año. Negué con la cabeza. Por un momento —uno muy pequeñito—, había tenido la sensación de ir bien encaminada. Pero, claramente, solo lo había empeorado todo. —Lo sien...

¡Deja de pedir perdón! —se frustró—. ¡No quiero tus disculpas! ¿Por qué has vuelto?, ¿eh? ¿Pensabas que esto sería bonito?, ¿que tendríamos una maravillosa segunda parte y que yo volvería a dejarlo todo por ti? ¿Te crees que me tragaré el mismo cuento dos veces?


Vivian


Le ofrecí una mano y media sonrisa, pero al pronunciar mi nombre, me di cuenta de que algo había cambiado; su simpatía se había desvanecido y ahora me observaba con suspicacia.

«Jennifer» —repitió en voz baja. Su tono ya no era cálido, en absoluto—. Oh, ya veo.

Sabía quién era, eso estaba claro. Y también me quedó bien claro que no le gustaba lo más mínimo.

Ross me ha hablado de ti —comentó con tranquilidad.

La vieja Jenny se habría sentido insegura, pero la nueva se limitó a enarcar una ceja. Si ella cambiaba el tono, yo también podía hacerlo.

Deduzco que no muy bien.

Resulta difícil hablar bien de la chica que te abandonó por un exnovio abusivo. Noté que la boca se me torcía en una media sonrisa muy extraña, casi defensiva. —Bonito resumen.

Bonita forma de tratar a alguien que te quiere.

Estuve tentada de responderle del peor modo posible, pero en seguida recordé que no le faltaba razón: desde su punto de vista —el de Jack, básicamente—, era lo que había hecho. Y desde el mío también, a pesar de que la verdadera razón de mis actos había sido otra: independiente- mente de si llevaba buenas o malas intenciones, el resultado era el mismo. —Sí, lo traté fatal —admití, metiéndome las manos en los bolsillos—. Por eso estoy aquí, intentando arreglarlo.


Sobre la autora


Joana Marcús, nacida en Mallorca en 2000, divide su tiempo entre sus estudios, sus libros y sus mascotas. Desde pequeña supo que le encantaba la escritura, aunque sus primeros textos solo fueron pequeños relatos. No fue hasta los trece años cuando se animó a publicar su primera historia completa en Wattpad, donde ha seguido escribiendo hasta la actualidad. En la actualidad compagina su faceta de escritora con sus estudios de psicología. Marcús es una autora best-seller que ha vendido más de 260.000 ejemplares. Comenzó a escribir en Wattpad, la plataforma digital de lectura y escritura donde suma más de un millón. Joana Marcús tiene una gran popularidad en las redes sociales entre los más jóvenes con 670.000 seguidores en Instagram, 370.000 en Twitter y 185.000 en Youtube, que han seguido su carrera hasta la fecha. Joana Marcús es la única española en el top 10 mundial de Wattpad, una plataforma que tiene más de 90 millones de usuarios en el mundo. La primera vez que entró en la plataforma lo hizo gracias a una amiga que la animó a leer y escribir. Allí comenzó a leer las historias que publicaban otros usuarios hasta que, finalmente cuando tenía trece años se decidió a publicar sus primeros relatos en la misma plataforma bajo el nombre de «juju1255». A los 15 años ya había publicado en Wattpad 6 historias: Hazme el amor esta noche, Quédate conmigo esta noche, Hit or Kiss?, Speed Heart e Irresistible propuesta, que fue la historia con la que se dio a conocer en la plataforma, y con la que consiguió alcanzar la cifra de más de 300.000 lectores.


Wattpad es una plataforma adictiva donde las autoras y autores van subiendo sus historias por entregas, se actualizan por capítulos y los lectores tienen tiempo para imaginar mil tramas posibles en tiempo real. Joana Marcús es una gran defensora de los lectores jóvenes que no duda en alabar su potencial cuando se duda de que la gente joven lea: «los jóvenes han demostrado que leen y que no solo leen, sino que también escriben. Las novelas juveniles, ahora mismo, están super arriba tanto en ebook, como en papel, como en cualquier formato y se está demostrando que leemos y leemos muchísimo».


Hasta ahora, Joana Marcús ha publicado la trilogía Ciudades de humo, Ciudades de ceniza y Ciudades de fuego. Y se ha lanzado a escribir «Meses a tu lado», una saga novela romántica juvenil con cuatro novelas: Antes de diciembre, Después de diciembre, Tres meses y Luces de febrero.


Puedes seguirla en sus redes sociales:

Twitter: @joanamarcusx

Instagram: @joanamarcusx


ENLACES


Perfil de Wattpad de Joana Marcús

Canal de YouTube de Joana Marcús

Joana Marcús, un fenómeno de masas

Wattpad, la aplicación que ha revolucionado la manera de leer


 

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