LA SECRETA DE FRANCO, una amplia y rigurosa investigación de Pablo Alcántara sobre la actuación de la Brigada Político-Social durante la dictadura


Editorial Espasa. 368 páginas

Rústica con solapas: 19,99€ Electrónico: 10,99€


LA SECRETA DE FRANCO, el riguroso trabajo de investigación del historiador Pablo Alcántara, es la primera obra que bucea a fondo en la historia de la Brigada Político-Social durante la dictadura franquista, y que desvela sus relaciones con la Gestapo, la CIA y el FBI, o sus técnicas de tortura contra los militantes antifranquistas.


Pablo Alcántara dedica su libro "A todos aquellos hombres y mujeres que lucharon por la libertad frente a las torturas de la BPS" y da cumplida respuesta a preguntas cómo las siguientes: ¿Cómo fue la creación del aparato policial franquista? ¿Cómo se sustentó la jurisdicción franquista en materia de represión y orden público? ¿Cuáles eran los perfiles de la Policía Secreta de Franco? ¿Cómo se preparaba la Policía secreta? ¿Cuáles fueron los métodos de la Secreta? ¿Cuáles fueron las conexiones internacionales de la BPS? ¿Cómo se desarrolló la represión contra el movimiento estudiantil y contra el movimiento obrero? ¿Cómo renace el PCE como «partido del antifranquismo»? ¿Cómo actuó la Policía secreta contra ETA? ¿La Ley de Amnistía fue la ley de punto final para la Policía secreta? De Policía secreta a Policía democrática, ¿otra Policía era posible?


Tras el brutal golpe de Estado de 1936, la represión franquista puso en marcha todos los mecanismos a su alcance para la construcción de un «Nuevo Estado». Entre ellos, destacó la creación de la Brigada PolíticoSocial (BPS), o Policía política, que, en palabras del escritor Manuel Vázquez Montalbán, era la «verdadera guardia pretoriana» de la dictadura.


Pablo Alcántara, en un riguroso y exhaustivo trabajo de investigación, demuestra la evidencia de esas palabras a partir del estudio y la recopilación de información inédita de los expedientes personales de sus principales agentes, de sus boletines de investigación, de la documentación de los tribunales militares y civiles, así como de diversas entrevistas.


En esta obra, la primera que trata la historia de esta institución en todas sus dimensiones, se desvelan asimismo sus relaciones con la Gestapo, la CIA y el FBI, o sus técnicas de tortura contra los militantes antifranquistas. Y analiza qué fue de los agentes de la BPS tras la muerte del dictador, cuando, de la noche a la mañana, se convirtieron en policías «demócratas», sin ser juzgados por su actuación durante los años de la dictadura.


Fernando Hernández Sánchez y Álvaro Soto Carmona destacan en el prólogo que LA SECRETA DE FRANCO "es el resultado de un riguroso y sistemático estudio sobre la Brigada Político-Social (la BPS, el guantelete de la dictadura franquista), sobre su funcionamiento y sobre algunos de sus servidores más destacados. Había muy pocos precedentes y, obviamente, no ha sido una tarea sencilla: el autor ha tenido que tragar mucho polvo de archivo, soportar no pocas negativas de acceso y dar por supuesta una destrucción interesada de fuentes primarias —los «hornos de la Transición» no debían de dar abasto, tal y como en su momento denunciaron publicaciones como Cambio 16—, para recomponer, en la medida de lo posible, las escenas del mosaico con las teselas dispersas de las que se dispone.


Pablo Alcántara se ha enfrentado a una historia difícil, llena de engaños, de secretos, de violaciones, de torturas… y se describen minuciosamente los perfiles de agentes, inspectores y comisarios responsables de esos actos para que sus nombres no queden anonimizados en la particular contribución española a la historia universal de la infamia. Porque estamos convencidos de que, sin conocer esa historia, nunca podremos superar nuestro traumático pasado".


Los orígenes de la Brigada Político-Social se remontan a la División de Investigación Social, creada en 1926 bajo otra dictadura, la del general Miguel Primo de Rivera. Dedicada a evitar —como fuera— huelgas y manifestaciones, la Social se nutrió en principio de agentes curtidos en las calles, con olfato e intuición, así como de funcionarios de carrera por oposición. Muchos de ellos, como Saturnino Yagüe, Pedro Polo Borreguero o Eduardo Quintela Bóveda, transitaron por los cambiantes regímenes del primer tercio del siglo XX —la monarquía de Alfonso XIII, la dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República— y sortearon con mayor o menor sobresalto los avatares de la Guerra Civil; algunos, como Santiago Martín Báguenas, cayeron en la contienda, mientras que los supervivientes que apostaron por el lado ganador se insertaron en la recreada «división orgánica», cuya misión era estrangular a la hidra (marxismo, anarquismo y masonería) —quirúrgicamente diseccionada por el eficaz Eduardo Comín Colomer o descrita con tintes tragicómicos por el inefable grafómano Mauricio Carlavilla—, que amenazaba la existencia de la «España eterna». Para realizar esta tarea se incorporaron nuevos reclutas: antiguos quintacolumnistas, como Roberto Conesa o Juan Antonio Creix; ardorosos «voluntarios del 36», como Claudio Ramos; falangistas en trance de recolocación, como Melitón Manzanas, y, con el paso del tiempo, jóvenes carentes tanto de historial guerrero como de escrúpulos, como Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño».


Por su parte, Pablo Alcántara afirma que "en 1977, en su Diccionario sobre el franquismo, Manuel Vázquez Montalbán escribió que la Brigada Político-Social (BPS), conocida popularmente como la Secreta, era la «verdadera guardia pretoriana» de la dictadura. Y el objetivo último de este libro es demostrar que dicha afirmación es cierta.


La represión franquista tuvo una gran importancia no solo en los años de la posguerra, sino también en el ecuador y en el final del régimen. Gracias a ella se consiguió modular el miedo entre la población, aplicando el terror para mantener como fuera una dictadura que con el paso del tiempo iba perdiendo adeptos. La Brigada Político-Social —la Policía política— estuvo involucrada en las principales operaciones contra los luchadores antifranquistas, ya fuera en los montes en la época de los guerrilleros, en los centros de trabajo, en las universidades, en los despachos laboralistas e incluso, desde los años cincuenta, en los teatros, de manera que la mayor parte de los opositores al régimen pasaron por las garras de sus agentes y tuvieron que padecer sus contundentes métodos represivos.


En los últimos años se ha generado un intenso debate social y político — difundido por los medios de comunicación—, entre las organizaciones en defensa de la Memoria histórica y diversas formaciones políticas, sobre la importancia de la BPS, la forma de actuación de los agentes y las torturas que estos practicaban. Ahora bien, el foco casi siempre se ha puesto —y se sigue poniendo— en personajes concretos, como si hubieran actuado por cuenta propia y no formaran parte del sistema. Pese al interés social y político que despierta el asunto, son muy pocos los trabajos realizados acerca de la BPS. Precisamente, esta escasez de estudios fue la que me empujó, primero, a elaborar mi tesis doctoral y después a publicar este libro basado en ella. El objetivo de este libro no es otro que poner la atención en un asunto que pide a gritos ser estudiado y tratado como se merece. La sociedad española tiene derecho a conocer cómo actuaba la Policía secreta y la historia completa de lo que pasó en España desde el final de la Guerra Civil. Los materiales utilizados provienen de fuentes primarias (de la propia BPS), así como de entrevistas a algunas de sus víctimas y de la bibliografía existente hasta este momento. Tan importante es investigar y reivindicar a las víctimas del franquismo como saber quiénes fueron sus verdugos".


En el epílogo, Mariano Sánchez Soler destaca que "Los métodos de la BPS, su historia y su realidad —con nombres y apellidos— quedan desvelados en esta apasionante investigación. La represión organizada, con sus leyes, militares, jueces, guardias civiles y policías, fue una maquinaria perfectamente engrasada desde la Guerra Civil con el fin de eliminar a quienes denominaban la «anti-España», esto es, el enemigo interior subversivo, que aglutinaba a todos los opositores al franquismo. Y en esta estructura represiva, la BPS desempeñó un papel fundamental, ya que sus miembros —«núcleo duro» del régimen— se identificaban ideológicamente con la dictadura.


La investigación de Pablo Alcántara cubre un espacio que estaba vacío: la Brigada Político-Social, la «guardia pretoriana» del régimen franquista, asunto sobre el que apenas hay bibliografía y, si la hay, siempre muy sesgada o parcial. ¿Cómo es esto posible después de cuarenta y seis años de democracia? El autor aduce varias razones: el secretismo de los archivos, las dificultades para consultarlos, determinadas leyes restrictivas… Sin embargo, desde el punto de vista de quien esto escribe, existe una razón política por encima de todas: es otro de los precios de la Transición, ese período histórico donde lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer, y muy especialmente en el caso español, cuando lo viejo cambió de uniforme, de imagen, y se adaptó a lo nuevo sin pagar ningún peaje. Los historiadores, por lo general, prefirieron tocar otros temas del largo franquismo, menos cercanos en el tiempo.


Las víctimas casi siempre fueron personas jóvenes a quienes oficialmente arrebataron la vida conocidos comandos de «incontrolados». Murieron por disparos de pistolas reglamentarias, botes de humo lanzados a corta distancia, puñaladas, paquetesbomba… Eran estudiantes y trabajadores jóvenes que se movilizaron con optimismo por la libertad y la democracia, y que después fueron silenciados por la propaganda oficial. A muchos de ellos ni siquiera se les ha reconocido como víctimas del terrorismo. Los muertos y los heridos están aquí, duelen, y constituyen el auténtico precio de la Transición democrática en España. Forman parte de la verdad y pueden morir por segunda vez con el silencio y el olvido. Porque lo contrario del olvido no es la memoria, sino la verdad.


Existe un hilo conductor desde 1975 hasta mediados de los años ochenta. El engranaje de la represión se actualizó al ritmo que lo hacía el Código Penal y los antiguos policías de la BPS pasaban a engrosar las filas de la Brigada de Información. Los torturadores fueron amnistiados o premiados, pero sus métodos perduraron incluso bajo el Gobierno socialista de Felipe González. El 5 de noviembre de 1984, ya en plena democracia, publiqué un reportaje en la revista Tiempo titulado «La lista de policías acusados de tortura premiados por Barrionuevo», donde se demostraba que las viejas prácticas seguían en ciertas comisarías y brigadas. Los golpes, la mesa, el quirófano, las palizas técnicas… La Dirección General de la Policía no tardó mucho en presentar una querella que no prosperó: las pruebas documentales eran incontestables.


A pesar de las jubilaciones y de los decesos propios de la edad, los más conocidos exmiembros de la BPS continuaron trabajando al servicio del Estado: el «superagente» Conesa, Martínez Torres, González Pacheco, Ballesteros y otros jugaron un papel relevante en la Policía con el pretexto de que eran grandes especialistas en terrorismo. La «guardia pretoriana» del régimen de Franco se adaptó a las nuevas normas democráticas sin que nadie cuestionara su papel en la represión y en el dolor infringido, durante cuatro décadas, a los verdaderos demócratas.


Ahora, en este libro apasionante y cristalino, el historiador Pablo Alcántara ha sabido desvelar su realidad siniestra, la práctica de estos funcionarios, el verdadero rostro de la Policía política de Franco. La suya es una investigación necesaria para conocer la verdad, reflexionar y profundizar en los hechos, porque, como escribió Cervantes, la verdad siempre ha de saltar sobre la mentira como el aceite sobre el agua».


Sobre el autor


Pablo Alcántara Pérez (Avilés, 1992) es graduado en Historia por la Universidad de Oviedo y doctor cum laude en Historia Contemporánea por la Universidad Autónoma de Madrid con la tesis doctoral El águila gris: la policía política durante la dictadura franquista en Asturias y Madrid (1956-1976). Experto en la represión franquista, la violencia policial y la Transición, ha escrito artículos tanto para periódicos como para revistas de divulgación, como elDiario.es, Público, El Salto, Nortes, El Militante, Atlántica XXII, Hispania Nova, Historia Actual Online o Nuestra Historia. Ha participado en diversos congresos sobre franquismo, así como en el podcast #RecuperandoMemoria. Es autor del libro La lucha contra el franquismo en Asturias.


 

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