Sandra Barneda, finalista del Planeta con UN OCÉANO PARA LLEGAR A TI, una novela tierna y atrevida sobre los secretos familiares y las emociones silenciadas
Editorial Planeta 516 páginas.
Tapa dura con sobrecubierta: 21,90€ Electrónico: 10,99€
Sandra Barneda, finalista del Premio Planeta 2020 construye en UN OCÉANO PARA LLEGAR A TÍ una novela tierna y atrevida sobre los secretos familiares y las emociones silenciadas. Esta historia coral deslumbrará a los lectores con una trama sentimental y realista repleta de emotivas sorpresas.
Tras la muerte de su madre, Gabriele vuelve al pueblo de los veranos de su infancia. Allí le espera su padre, con el que no habla desde hace años. Juntos se disponen a cumplir el último deseo de Greta: que las tres personas más importantes de su vida —su marido, su única hija y su cuñada— esparzan sus cenizas en un lugar donde fueron felices. Los secretos que Greta desvela en las cartas que deja a su familia terminarán con el silencio entre padre e hija y, como en un dominó, alterarán la vida de todos y propiciarán un encuentro inesperado que hará que Gabriele descubra que en la vulnerabilidad se halla la magia de la vida.
LA NOVELA
UN OCÉANO PARA LLEGAR A TI, galardonada como Finalista del Premio Planeta 2020, es una novela de sentimientos, un homenaje a la vulnerabilidad, una maravillosa y tierna historia sobre la ausencia de los seres queridos y el amor como camino para sobreponerse a los peores momentos. La escritora y periodista Sandra Barneda ha construido un relato esperanzador y realista con el que se atreve a enfrentarse sin tapujos a la necesidad humana de superar las pérdidas para seguir adelante con la vida, que nunca se detiene. Mediante una historia coral y cálida, la autora presenta los confl ictos familiares desde una perspectiva constructiva y cercana. La escritora habla de los silencios cotidianos, siempre incómodos y muchas veces fruto de malentendidos, pero sin caer en situaciones edulcoradas. Un océano para llegar a ti pone frente al espejo los sentimientos de los lectores, ya que toca con emotividad cuestiones que afectan a muchas vidas y a muchas familias. Este ágil y conmovedor relato, que trata la muerte desde un ángulo vitalista y tierno, evidencia, de nuevo, el talento de la autora para tocar la fi bra sensible del público, que se verá envuelto en una trama llena de sorpresas y alejada de los tópicos. Sandra Barneda, uno de los rostros más populares y queridos de la televisión, ha logrado compaginar su trayectoria mediática con una dilatada carrera literaria.
«Solo hay algo más fuerte que la voluntad: el amor. Aunque alguna vez nos hable en un lenguaje que nos sabemos interpretar», le dice una desconocida a Gabriele, la protagonista, que sufre un shock con la muerte de su madre y se verá obligada a convivir con su padre, al que siente como un desconocido tras años de distanciamiento. La historia durará cuarenta y nueve días a raíz del deseo expreso de su madre antes de fallecer. En palabras recientes de la finalista del Premio Planeta 2020, «la vulnerabilidad, los prejuicios, la falta de empatía, de compasión y de ponerse en el lugar de otro hacen que los océanos que a veces tenemos que cruzar para llegar al otro sean tan inmensos». Ese será el océano que Gabriele y su padre Félix deberán cruzar confiando el uno en el otro, aunque no serán los únicos personajes que sentirán cómo la vida se abre paso y les hace tomar partido. En esta reflexiva novela nadie, ni nada, es como parece.
SINOPSIS
La vida de Gabriele, una artista a punto de cumplir los cuarenta, ya no volverá a ser como antes. Ha roto su enésima relación amorosa y se encuentra sumida en una crisis existencial. Pero este no será el motivo del gran cambio que se avecina en su vida. Tras haber soñado con su madre, a quien siente cerca, recibe la llamada inesperada de su padre, con el que apenas tiene contacto desde hace años. Greta está en el hospital, grave, tras haber sufrido un ictus. La noticia provoca en Gabriele un terremoto para el que no estaba preparada. La joven artista, que vive en Barcelona con su amigo Luis, decide coger un tren para plantarse en Madrid y desde allí acudir a Candeleda, en la sierra de Gredos, el pueblo de los veranos de su infancia, lugar de origen de Félix y donde residen sus padres. La vida de su madre pende de un hilo y la angustia se apodera de la protagonista durante todo el trayecto en AVE.
En Madrid la espera su tía Sole, con quien emprenderá un trayecto en coche hasta llegar al pueblo. De camino, sin embargo, las cosas empeoran. Félix las llama de nuevo para comunicarles que Greta acaba de fallecer y el dolor de la protagonista todavía es mayor al no haber podido despedirse de su madre. La llegada a Candeleda pondrá de manifiesto la fría relación entre padre e hija, un abismo que deberán superar ahora que Greta no volverá jamás, al quedarse sin ese nexo común que ayudaba, en parte, a limar asperezas. Los padres de la protagonista vivían un amor correspondido pero los reproches venían por parte de Gabriele. Ella, siendo una niña, fue testigo de una traición de su padre hacia su mujer y ese dolor la acompañará siempre. La falta de perdón hizo mella y el distanciamiento entre padre e hija resultó inevitable. Más aún teniendo en cuenta la necesidad de huir de Gabriele y los prejuicios de Félix sobre el comportamiento de su hija y su falta de compromiso con una vocación artística que tenían en común. Aunque traten de estar pendientes el uno del otro y les cueste empatizar, se hace patente una máxima de Greta recordada por su cuñada Sole: «Ambos son unos cabezotas orgullosos». Lo que no esperan es que Greta les haya dejado una misión. ¿Conseguirá la madre de Gabriele cumplir con sus objetivos?
En Candeleda, la protagonista se encuentra con otras personas que hacía mucho que no veía. Es el caso de Cosme, el mejor amigo de su padre, un viudo adorable que interpreta los gestos que dejan los fallecidos y que tiene la creencia de que los muertos arreglan las relaciones entre los vivos. No en vano, la idea de Cosme no se alejará de las pretensiones de Greta, que se había hecho budista en los últimos años y quien, antes de morir, reúne en tres cartas sus últimos deseos. Quiere que las tres personas más importantes de su vida –su marido, su única hija y su cuñada– esparzan sus cenizas en un lugar donde fueron felices, pero también que Greta y Félix convivan cuarenta y nueve días, el tiempo que, según la tradición budista, el alma transita por el bardo para pasar a otra vida. Los secretos que Greta desvela en las misivas que deja a su familia buscan acabar con el silencio entre padre e hija y, como en un dominó, alterarán el día a día de todos y propiciarán un encuentro inesperado que hará que Gabriele descubra que en la vulnerabilidad se halla la magia de la vida.
LOS TEMAS: LA PÉRDIDA Y LAS SEGUNDAS OPORTUNIDADES
La muerte y todo lo que conlleva es el gran tema que sobrevuela la trama de esta emotiva novela. En sus páginas, Sandra Barneda aborda el siempre difícil proceso de duelo –con sus fases de negación, rechazo, tristeza y aceptación– y cómo nos afectan las pérdidas de nuestros seres más queridos, aquellos que apuntalan nuestra existencia y cuya ausencia resulta insoportable. Sin embargo, la muerte de Greta termina siendo reveladora para su hija Gabriele, ya que tendrá que enfrentarse no solo a una vida sin su madre y a un pasado desconocido, sino también a una nueva vida con su padre, un hombre al que tenía apartado de su universo sentimental a raíz de un desengaño. Las pérdidas en el entorno familiar son, en ocasiones, un impulso para superar aquellas barreras que con el paso del tiempo se han hecho infranqueables. Todo termina por adoptar un nuevo orden sobre el que tendrán que mantener sus emociones en equilibrio. De esta forma, la autora aprovecha un punto de vista positivo de todo ello, la búsqueda de las segundas oportunidades en el ámbito familiar y más íntimo. Porque esta obra también es un canto a la vida, con sus amarguras y sus alegrías, con sus desengaños y sus ilusiones.
La distancia que se establece, muchas veces, entre padres e hijos y su necesidad de superación marcan el vínculo entre Gabriele y su padre. Un vínculo afectivo que persiste por mucho que el paso del tiempo, las discusiones, los reproches y los largos silencios hayan tratado de debilitarlo. Las nuevas oportunidades se ejemplifican en la relación de Gabriele con Félix, pero también con la de Luis y su padre o con la viudez, otro tema tocado por la autora, y las nuevas parejas, junto con el amor lésbico y homosexual. En este último caso, con las autolimitaciones impuestas entre las parejas del mismo sexo por el miedo al qué dirán y las dificultades que se encuentran en un entorno rural repleto de tradiciones, aunque –sin caer en el tópico– también de comprensión y normalidad.
Los que se van dejan lecciones para los que se quedan. Greta, pese a ser un personaje aparentemente sin vida, comparece gracias a los recuerdos de su marido y su hija, pero también con las cartas que les deja. El lector conocerá la voz de una mujer fuerte y emotiva que ha cometido algunos errores de los que se arrepiente. Su mensaje les llega y es respetado por los suyos, que tratarán de llevar a cabo sus deseos a pesar de las diferencias y los conflictos internos. Hacer realidad sus últimas voluntades, como si eso les dejase ir en paz, y zanjar las deudas emocionales se convierten en dos de los motores que moverán a los principales personajes de Un océano para llegar a ti. El homenaje que se brinda a los fallecidos, desde una visión más alternativa como la del budismo y las ideas esotéricas que defienden algunos personajes, también forma parte de esta hermosa historia de secretos familiares y desengaños superables. Con esta premiada novela, Sandra Barneda regala a los lectores un mensaje de hondo calado. El amor, en realidad, lo sostiene todo.
LOS PERSONAJES
Gabriele La protagonista de esta novela se encuentra, con casi cuarenta años y tras un nuevo desengaño amoroso, en plena crisis existencial. Estudió artes plásticas, pero siempre se sintió bloqueada y no dio rienda suelta a su talento, por lo que abandonó su auténtica vocación por la pintura. La mala relación con su padre es, para ella, la principal causa de su bloqueo profesional. Los fracasos amorosos son una constante de su currículum sentimental. Es una mujer impetuosa y necesitada de afecto, a la vez que perseverante y emotiva, que se da cuenta de haber vivido en una especie de engaño. Encauzando sus sentimientos, toma la responsabilidad de afianzar las relaciones familiares, de los suyos, y de su mejor amigo, Luis. Las segundas oportunidades también le llegan en el terreno amoroso.
Félix Hombre de fuertes tradiciones y prejuicios, profesa un amor inconmensurable a Greta, su mujer. El padre de Gabriele volvió a Candeleda, con su esposa, tras jubilarse. Tiene en común con su hija la vocación artística, ya que trabajó durante años como restaurador en el Museo de El Prado. La muerte de Greta le supone un golpe tremendo, aunque tratará de acercarse a su hija, con más o menos acierto, a la que echa de menos pero con la que no se entiende. Cuenta con el apoyo incondicional de su hermana Sole y de su gran amigo Cosme.
Greta La madre de Gabriele se hace muy presente a lo largo de toda la novela. Fallece tras sufrir un ictus, aunque sufría desde hacía tiempo. Diseñadora de moda, persiguió un sueño de cuyas consecuencias se arrepintió. Abandonó a su marido y a su hija durante una temporada, aunque volvió retomando la relación y cargando con un gran secreto personal. Una confidencia que, de haberla sabido antes por su entorno, habría cambiado la vida de Gabriele por completo. Gran aficionada al cine clásico de Hollywood, su apelativo se debe a la actriz Greta Garbo, aunque su nombre real sea Ángela.
Sole La tía de Gabriele y hermana lesbiana de Félix es pura energía. Tiene un bar, el Pimentón, que gestiona con su pareja, la paciente y comprensiva Ada, en Candeleda. Esta mujer de carácter, marcada por la rígida educación de su madre, Martina, esconde su relación de pareja en público, pese a que todo el mundo conoce el amor que existe entre las dos mujeres. Tendrá que enfrentarse a sus miedos y falta de valentía si desea llevar a cabo su mayor ilusión con Ada como protagonista. También padece con la pérdida de su cuñada, aunque tiene reticencias por cómo se comportó Greta con su hermano en el pasado.
Luis El mejor amigo de la protagonista siempre le da cobijo en su piso cuando ella lo necesita. Ambos eran compañeros en la escuela de arte Masana y se volvieron inseparables. Cómplice de los amoríos de su amiga, Luis ha logrado el éxito profesional como marchante y sus relaciones amorosas, o sexuales, son más bien esporádicas y sin ningún tipo de compromiso. De buena familia, su cinismo y su ácida forma de expresarse esconden un trauma: su madre falleció y su padre lo dejó de lado al saber que su único hijo era gay.
Cosme Amigo de Félix desde la infancia, Cosme es un hombre abierto de mente, muy distinto al padre de Gabriele. Su mujer Asun falleció también, así que sabe lo que es enfrentarse a la muerte de una pareja. En el momento de la historia, Cosme tiene una relación afianzada con la entrañable Manuela. Su afición por el esoterismo, la astrología, el más allá y una visión distinta de las relaciones entre los vivos y los muertos forjan su personalidad. Siempre dispuesto a ayudar a Félix en el mal trago que está experimentando, destaca por ser un gran confidente de Sole.
Doña Lola Empresaria de Madrid que acogió a Greta cuando era una joven diseñadora con talento y con muchas ganas de prosperar. Rica y severa, la anciana siempre consideró que Greta fue la hija que nunca tuvo y su discípula. Ella conoce el gran secreto que esconde la madre de la protagonista, de la que se distanció con los años debido a los desencuentros. Gabriele acudirá a la altiva Doña Lola para buscar respuestas.
Uriel El hijo de Cosme también es viudo como su padre. Tras la muerte de su mujer, lo deja todo y vuelve a sus orígenes para dedicarse a su santuario de caballos (con unos nombres llenos de significado). Él se sigue sintiendo muy unido a su madre, Asun, y a su recuerdo. Tiene una hija, Cloe, entusiasta del arte, sin pelos en la lengua y muy unida a su abuelo. La niña no verá con buenos ojos el contacto que se establece entre Uriel y la protagonista de la novela
Gerardo Este personaje irrumpe en la novela como el gran secreto de Greta. Para la protagonista, su existencia resultará totalmente inesperada, una especie de shock no exento de cierto rechazo e incredulidad, pero también un propósito para cumplir las últimas voluntades de su madre.
LOS ESCENARIOS DE UNA ATMÓSFERA SIMBÓLICA
Sandra Barneda elige el pueblo de Candeleda, en la sierra de Gredos, para ubicar gran parte de la historia. Ese lugar cumple con una función que va más allá de la descripción de los ambientes y de ubicar a los personajes en escenas verosímiles, ya sea en la casa de la familia de Gabriele o el restaurante El Pimentón, punto de encuentro, de celebración y confesiones. Candeleda es, sobre todo, un lugar lleno de simbolismo. Este pueblo representa esa vuelta al pasado al que debe enfrentarse la protagonista, además de una visión acogedora de lo rural y de algunas de sus tradiciones. Además, el concepto de la España vaciada está presente y, a su manera, se le rinde homenaje y se pone en valor ese entorno. Junto a Candeleda, también destaca el pico del Almanzor, que pinta Gabriele dejándose llevar por su vocación pintora. La montaña, vista como el punto de encuentro entre el cielo y la tierra, marcará el desenlace de la novela. Este símbolo cósmico, al que acudirán gran parte de los personajes, los conectará con Greta y con ellos mismos.
Sobre la autora
Sandra Barneda nació un 4 de octubre en Barcelona. Licenciada en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha vivido en Los Ángeles y en Nueva York. Desde pequeña quiso inventar, explorar e investigar. Esa curiosidad y creatividad la han llevado a compaginar con éxito su carrera como escritora y presentadora de televisión. Desde 2008 es uno de los rostros de Mediaset como presentadora en Telecinco y Cuatro de todo tipo de programas, desde la actualidad política hasta el entretenimiento, como los realities «Supervivientes», «Gran Hermano Vip» o «La Isla de las Tentaciones». Ha trabajado en Catalunya Ràdio, Antena 3, Telemadrid, 8tv, TV3, TVE y, en prensa escrita, ha colaborado con Smoda de El País, El Periódico de Catalunya, Elle y Zero, y actualmente es columnista semanal de La Vanguardia. Reír al viento, su primera novela, fue un fenómeno editorial muy bien acogido por la crítica y los lectores. Con su segunda novela, La tierra de las mujeres, refrendó el éxito de una trayectoria literaria que consolidó con su tercera novela, Las hijas del agua, un viaje a la Venecia del último carnaval para crear una hermandad de mujeres dispuestas a cambiar el mundo. Sus novelas llevan más de 300.000 ejemplares vendidos. En 2016 debutó en la no cción con Hablarán de nosotras, una visión personal sobre los pecados capitales a través de la biografía de diecisiete mujeres célebres. Viajera incansable, en cuanto puede se escapa a vivir otras realidades y a aprender de ellas para contarlas. Después de casi tres años de ausencia vuelve a la cción con su novela más intimista.
Instagram @SandraBarneda
Twitter@SandraBarneda
www.sandrabarneda.com
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