Últimos días en el Olympia para disfrutar del gran espectáculo teatral CINCO HORAS CON MARIO, una magistra interpretación de Lola Herrera
Hasta el 3 de febrero, Lola Herrera vuelve a encarnar a Carmen Sotillo, el personaje creado por Miguel Delibes.
Estamos
en marzo de 1966. Carmen Sotillo acaba de perder a su marido Mario de
forma inesperada. Una vez que las visitas y la familia se han
retirado, ella sola vela durante la última noche el cadáver de su
marido e inicia con él un monólogo-diálogo en el que descubrimos
sus personalidades y los conflictos de su matrimonio.
Con
una forma entrecortada, detallista al mínimo, reiterativa y llena de
tópicos, Carmen Sotillo dice cosas, manifiesta sentimientos y emite
juicios que a muchas personas hoy les pueden parecer increíbles.
Pero damos fe de que ese lenguaje existía, de que esos juicios se
emitían, de que esas "cosas" de Carmen estaban en la vida
de todos los días.
Cinco
horas con Mario es, entre otras muchas cosas, un documento
vivo de esos años. De las preocupaciones económicas, religiosas,
políticas, sexuales y morales entonces imperantes que Delibes, a
través del lenguaje de su protagonista, dejó retratadas con
nitidez, de forma que la vida española de entonces llega a palpitar
viva en sus palabras.
Pero,
por encima de todo esto, Cinco horas con Mario nos
habla de los asuntos eternos del ser humano: de la culpa, de la
soledad, de la incomunicación, del sentido de la vida. Como siempre
en Delibes partiendo de un localismo concreto encarna en sus
personajes y en sus conflictos las realidades más profundas y
complejas que condicionan nuestra vida.
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