LO QUE DEJAN LAS MADRES, una relato emotivo de Sara Desirée Ruiz sobre las relaciones humanas y el valor de la confianza
Editorial Planeta. 336 páginas
Rústica con solapas: 20,90€ Electrónico: 9,99€
Susana, una profesora abnegada que se ha divorciado hace poco tiempo, se topa inesperadamente frente a un dilema del pasado cuando recibe un extraño paquete. La desaparición de Jun, una de sus alumnas más queridas, que residía en un centro de protección de menores, la ha atormentado durante años y ha dejado una huella imborrable en su corazón.
Empujada por su sobrina adolescente, con quien comparte una bonita relación de complicidad, Susana decide que es momento de actuar y entre ambas inician una gran aventura que las llevará a recorrer un largo camino para poder encontrar a Jun.
Este viaje enfrentará a Susana a sus mayores inseguridades y la llevará a vivir una transformación maravillosa. Lo que dejan las madres es una novela cautivadora de aventura y misterio, un relato emotivo sobre la búsqueda de propósitos, sobre el valor de la confianza y sobre las relaciones humanas.
La primera novela de Sara Desirée Ruiz, autora bestseller de libros sobre adolescentes.
Había perdido la esperanza,pero una sorpresa del pasado lo cambió todo. Un viaje emocional que te devolverá lailusión.
Unahumilde y confiada profesora de instituto inicia la investigación y búsqueda de una antigua alumna suya que desapareció años atrás.Este será el comienzo de lo que se convertirá en la gran aventura de su vida.
Una novela cautivadora de aventura y misterio, un relato emotivo sobre la búsqueda de propósitos, sobre el valor de la confianza y sobre las relaciones humanas. Un viaje físico y emocional al interior del alma de una mujer.
Sara Desirée Ruiz nos presenta su primera novela después de haber escrito varios bestsellers sobre adolescentes, relaciones familiares y crecimiento personal. Lo que dejan las madres viene a profundizar en estos temas, pero esta vez envuelta en una fascinante y misteriosa historia de ficción.
Un relato que en términos cinematográficos se podría considerar como una road movie, un viaje emprendido y guiado por una investigación que en ocasiones nos acerca al thriller.
Pero, ante todo, es un recorrido emocional y personal, un mapa interior del ser humano, que acompaña a comportamientos y actitudes de nuestros protagonistas.
Liderados por Susana, el hilo conductor de la historia, Sara Desirée Ruiz nos introduce en un grupo variopinto de personas en busca de respuestas, que comparten deseos y anhelos que variarán según avanzan en su ruta e indagación. En definitiva, dibuja un tránsito sentimental lleno de sorpresas y descubrimientos.
“Fue un momento de claridad en medio de la oscuridad, una pequeña e inesperada catarsis colectiva que aportó una nueva lección para Susana: prepárate para cualquier cosa durante la búsqueda; nunca sabes lo que vas a encontrar al tirar del hilo”.
Todo narrado desde una perspectiva femenina, con un ritmo muy bien marcado sin ser acelerado, que nos presenta las pausas necesarias para que la historia repose su debido tiempo, descubriendo adecuadamente a los personajes a medida que avanza la historia. Así, el lector saborea la información sin atropellos que compliquen la comprensión del relato.
Lo que dejan las madres nos habla de abandono, soledad e incomprensión, pero también de amor, solidaridad y respeto. Son rasgos que identifican a los personajes, representados principalmente por mujeres fuertes y decididas que quieren cambiar el mundo que les rodea y que, a su manera y aunque sea en pequeñas dosis, lo consiguen. Pero, sobre todo, es un homenaje a las madres y a ese amor incondicional que sienten por sus hijas, aunque estén lejos de ellas, aunque la vida las haya separado.
“Todo el mundo tiene una madre. Las madres están, aunque no estén. La mía, aunque yo esté sola, también está. La tuve y, aunque ahora no la tenga, siempre estará”.
Se trata, de este modo, de un libro de crecimiento personal que mezcla a la perfección la intriga y el puro entretenimiento con la crítica social. Por ejemplo, refleja la situación que viven hoy en día miles de chicos y chicas que residen en centros de protección de menores en busca de una salida, no siempre agradable.
SINOPSIS
Susana es una abnegada profesora que no pasa por su mejor momento. Recién divorciada ―su marido la engañó con su mejor amiga―, se ha mudado al barrio del Raval de Barcelona en busca de un cambio vida. Pero, durante ese proceso de transformación, se topa inesperadamente con un dilema del pasado cuando recibe un extraño paquete que trastoca su ya complicado equilibrio emocional.
El paquete contiene un viejo cuaderno de cuero de su antigua y más querida alumna, llamada Jun, una chica que residía en un centro de protección de menores y que desapareció hace años. Estos hechos la habían atormentado durante años, dejándole un vacío enorme en su corazón.
Susana decide actuar con la estimable ayuda de su sobrina Laura, a la que quiere como si fuera su propia hija. Contagiada de su espíritu juvenil, las dos emprenden la gran aventura de sus vidas, que les llevará a recorrer un largo camino con la intención de encontrar a Jun.
A medida que Susana y Laura avanzan en su recorrido, se les irán sumando otros personajes relacionados con la chica desaparecida y que tienen el mismo objetivo: encontrarla. Será un periplo lleno de sorpresas y descubrimientos, que irá más allá de la simple investigación. Un viaje, en definitiva, en el que Susana deberá enfrentarse a sus mayores inseguridades y que la llevará a una transformación interior y maravillosa que le hará afrontar la vida con una confianza antes ausente.
Ellas son la esperanza. La fuerza de la sororidad.
Las mujeres son, sin lugar a dudas, las catalizadoras de esta historia. Representan distintas generaciones con diversos orígenes, pero están unidas por el amor y la solidaridad. Esa es la motivación principal con la que arranca la búsqueda de Jun: el apoyo y la preocupación de unas por otras. La sororidad es una constante en su camino, aunque a veces les cueste recordarlo.
“Nunca sabemos lo importantes que somos o podemos haber sido para alguien. Y, cuando lo comprendemos, quizá ya es demasiado tarde”.
En ello, reside su fuerza para corregir el pasado y comenzar de nuevo, recordándose a sí mismas y entre ellas que sí importan, que no están solas, aunque la sociedad les diga lo contrario. Son mujeres decididas a cambiar el rumbo de sus vidas.
Y ellas serán las guías en este viaje iniciático y de aprendizaje. Una a una se irán incorporando a cada paso que da el grupo, aportando no solo información básica para encontrar a Jun, sino su ímpetu y carisma.
Con el transcurrir de los días, se mostrarán más fuertes y decididas, llenas de confianza en sí mismas. Serán un conjunto para la esperanza.
“Aunque estés desorientada, no abandones el camino hasta que llegues a tu destino porque alcanzarlo, encuentres lo que encuentres al final, te dará el impulso necesario para seguir adelante, ya sea en la misma o en otra dirección completamente diferente”.
Gracias a esa determinación, cumplirán con el objetivo inicial: el reencuentro.
Todos los caminos llevan a Jun
Lo que dejan las madres puede enmarcarse también entre las novelas denominadas literatura de carretera, con un mapa trazado por la autora que guía al lector en su propia investigación. Gracias a las precisas descripciones, nos traslada sin esfuerzo al espacio geográfico donde se encuentran las protagonistas en cada momento.
“La Calle de la luna, en el barrio del Raval de Barcelona, suplicaba por recibir la escasa luz del sol que se colaba entre los edificios al amanecer. Los minúsculos balcones rebosaban de prendas de ropa y todo tipo de objetos. En algunos sorprendía la exuberancia de las flores que alguien se había esmerado en cuidar y que contrastaba con la infinidad de tonos ocres, marrones y grises de las fachadas, manchadas por la inclemenciade los años, que le daban un aspecto decadente”.
Su itinerario les llevará desde la Ciudad Condal hasta el pueblo de Jun, pasando previamente por Cadaqués, Sort o Madrid, entre otras localidades. Su destino lo determinan las pistas que, de forma inconsciente les deja Jun, informaciones que les hacen avanzar, retroceder y volver a empezar, nunca en línea recta.
El camino físico conecta con un zigzag espiritual y psicológico donde la percepción de la protagonista varía según el contexto, compaginándose no solo con su propio ser interior, sino con su propia visión de Jun.
“Cada paso que daba para descubrir lo que le había sucedido a Jun la acercaba más a la Jun real de la que, ahora se daba cuenta, sabía bien poco. Cada nuevo hallazgo le sumaba confusión a su historia y desdibujaba un poco más el recuerdo del rostro inofensivo de aquella alumna tímida que lahabía conquistado años atrás con su mirada inquisitiva y su sabiduría”.
Pero esa evolución positiva no sólo va a ser experimentada por Susana, porque también se produce una terapia colectiva de la que incluso puede llegar a participar el lector identificándose con todos los personajes. Se trata de un intenso y profundo viaje que no solo busca de la verdad y la justicia sino una cura íntima y emotiva para cada uno de ellos. En definitiva, un itinerario para limpiar las heridas del pasado.
Un tema recurrente a lo largo de toda la novela es la situación de los centros de protección de menores, incrustados en un sistema en ocasiones mal diseñados por instituciones que, a menudo, desconocen las circunstancias personales de cada niña o niño, tratándolos como un todo. Se perciben como lugares donde los jóvenes son abandonados a su suerte, en muchas ocasiones por una sociedad incapaz de protegerlos, unos centros gestionados por una plantilla competente, pero con poco apoyo de las autoridades.
Salir del sistema para encontrar la luz
“En estos centros hay mucha rotación, ¿sabes? El trabajo es duro y el sueldo no es nada bueno… La gente tiene vocación, pero muchos acaban abandonando”.
Muchos de estos menores deciden escaparse de un sistema que, a pesar de los esfuerzos de muchos de los educadores sociales y profesores, no consiguen darles un hogar estable y seguro. Se trata de chicos y chicas que después de unos meses de búsqueda son olvidados rápidamente, desapareciendo sin dejar rastro, casos obviados por medios de comunicación y que acaban abandonados en algún cajón.
Es precisamente una situación así la que vive Jun, quien, con la ayuda inicial de Susana, su profesora de instituto, y de Charly, el único educador social que la conoce de verdad, consigue huir, a pesar de que se juegan sus respectivas carreras.
“Quise salir del sistema porque, aunque haya educadores increíbles, un centro no es una casa y los profesionales no son tu familia. Por mejores que sean, por muy bonita que sea la casa, nunca será tu casa. Los profesionales se irán a la suya cuando acaben su turno y tú te quedarás allí preguntándote quétienes de malo para que nadie te quiera dar un hogar. Quétienes tú de malo para que tu madre te haya dejado allí”.
Susana y Charly lo hacen porque entienden sus razones, porque conocen su necesidad de tener algo propio, de reencontrarse con su madre sin odio y sin rencor, solo ellas dos, siendo completamente libres.
LOS PERSONAJES
Susana: Es la protagonista de la novela, una profesora de instituto recién divorciada que se muda al barrio del Raval de Barcelona en busca de un nuevo rumbo. Su mundo gira entorno a su trabajo, a su hermana y a su sobrina Laura, con la que tiene una conexión especial. Es una mujer consciente de que necesita un cambio de mentalidad para enfrentarse a su nueva situación.
Es entonces cuando un hecho del pasado que la ha atormentado durante años reaparece de nuevo en su vida. Recibe en su casa un viejo cuaderno de cuero, con dibujos y anotaciones que perteneció a la más querida de sus alumnas, Jun, la joven que le robó el corazón y que desapareció sin dejar rastro cuando residía en un centro de protección de menores. En el diario, aparece una nota de auxilio: “Búscame, eres mi esperanza”.
Susana, sin saber qué hacer, le cuenta toda la historia a su sobrina. Le rebela que ella ayudó a Jun a escaparse. El plan inicial consistía en que ella fuera primero al pueblo de su madre en busca de información, para después volver a Cataluña, donde Susana la ayudaría a comenzar de nuevo lejos de los centros de menores. Pero Jun nunca regresó. Susana, que se había quedado con el cuaderno, lo enterró decepcionada, pensando que había sido embaucada por la chica.
¿Quién ha enviado el diario? Solo ella sabía dónde estaba. ¿Quién ha escrito la nota de socorro? ¿Está Jun en peligro? La necesidad de respuestas hace que Susana, con ayuda de su sobrina, comience con la búsqueda de su querida exalumna. Entonces arrancará un viaje vibrante y absolutamente transformador, una aventura increíble en la que descubrirá una fuerza interior de la que creía que carecía.
“Siempre le había resultado más fácil convencer a otras personas de sus propias capacidades que de sí misma. Así que, aunque sus palabras intentaban ser tranquilizadoras, no eran suficientes para calmar su propio corazón, que latía desbocado ante la evidencia de lo que se le venía encima”.
La nueva Susana ya no se detiene ante el miedo, a pesar de los distintos vaivenes que da la investigación. Recorrerá un largo camino donde incluso encontrará el amor con Charly, un educador social que la ayuda a encontrar no solo a Jun, sino a sí misma.
Jun: Su verdadero nombre es Noelia. Fue el que le puso su adolescente madre mientras iban en el autobús que las sacaba de su pueblo natal, huyendo de su abusiva y maltratadora abuela, que quería que su madre la diera en adopción. Pero ese también fue el comienzo de su desdichada vida, un periplo que le llevó a moverse por distintos puntos geográficos. Su día a día transcurría entre el maltrato de las parejas de su madre y la drogadicción y alcoholismo que también padecía su progenitora.
Finalmente, a la edad de cinco años, los servicios sociales se hicieron cargo de ella, ingresándola en un Centro Residencial de Acción Educativa (CRAE). Noelia era una niña solitaria y callada que nunca creaba problemas, pero tampoco se relacionaba con nadie excepto con Massiel, su mejor amiga y compañera de cuarto, y su tutor, Charly, un joven educador social que había conectado de una forma especial con ella.
En el colegio, siempre se sintió segura y cómoda. Fueron años de estabilidad y tranquilidad. Destacaba en lengua y plástica, pero sin olvidarse del resto de asignaturas. Sin embargo, el instituto no fue igual. Nunca se adaptó y solo se sentía cómoda con su profesora de lengua y literatura, la única persona que la entendía. En cuanto conoció a Jun, Susana vio algo mágico en ella. Supo que era una chica muy madura, de carácter decidido y con talento para el dibujo y la poesía. Fue ella quien le regaló el cuaderno de cuero, color violeta y que Susana enterraría después de su desaparición.
Con el tiempo, Jun decidió que quería encontrar a su familia. Pidió a sus más cercanos que la ayudaran a escapar, pero de forma individual, sin que ninguno de ellos supiera nada de los otros. A pesar de la huida, Jun no consiguió lo que había planeado. Después de regresar del pueblo de su madre, sin encontrarla, no se puso en contacto con ninguna de las personas que habían contribuido a su marcha.
Reconvertida en Noelia, empezó una nueva vida en el barrio del Raval y con los años pudo abrir un estudio de tatuajes y ganarse la vida. Mientras tanto, seguía intentando encontrar a su madre y en esa búsqueda descubrió que tenía una hermana llamada Meri y que se encontraba en un centro de menores, después de que, desgraciadamente, su madre falleciera. Finalmente, pudo sacarla y cuidar de ella. Había encontrado a su familia.
Y su búsqueda no se detuvo ahí. Decidió ayudar a otros jóvenes que, como ella, desaparecían en busca de una salida.
“Los busco para recordarles que son importantes, para evitar que quieran hacerse daño y caigan en la trampa de autodestruirse. Esa es una tentación muy fuerte cuando te das cuenta de que tú eres lo único que tienes. Cuando descubres esa gran verdad que duele tanto, a veces, te olvidas de ti y eso mismo es lo que te destruye. Los busco por si necesitan que alguien les recuerde que su vida importa”
En una de sus diversas investigaciones, consigue encontrar a una chica embarazada que está secuestrada en una vieja casa en medio del campo. En su intento de rescatarla, cae ella también en manos del secuestrador. Solo con su destreza y el apoyo inesperado de un grupo de personas, liderados por Susana, consiguen salvarse. De nuevo, han unido sus destinos.
Laura: Es la única sobrina de Susana, con la que mantiene una relación especial, basada en el respeto y la confianza en contraposición a su madre, exageradamente protectora. En cierta forma, Laura es la detonante de toda la trama. En una de sus frecuentes visitas al Raval, el nuevo barrio de su tía, conoce a Meri, la hermana pequeña de Jun. Las dos se enamoran, comenzando así una hermosa relación. Cuando conoció a Jun, supo que se trataba de aquella antigua alumna de su tía que había desaparecido rompiéndole su corazón.
Conociendo la verdad, decide actuar. En aquel momento, su tía pasa por un mal momento, está llena de inseguridades y algo melancólica, así que inventa un aliciente, algo que pueda despertarla de su letargo.
Siendo una niña, después de la desaparición de Jun, Laura siguió a Susana cuando enterró el cuaderno de Jun. Sin que su tía supiera nada, lo recuperó y se lo quedó. Fue ella quien se lo envió y quien escribió la nota de socorro. Y fue así como inventó una historia, como hacía su tía con ella cuando era pequeña. Idea una trama en principio falsa, que consigue alentar y curar a su tía, pero que con el transcurrir de los días se convierte en una terrible realidad. Jun está atrapada.
Laura no solo quiere ayudar a Susana, también necesita una pequeña salida frente a su exigente madre. Ella representa la fuerza de la juventud, el ímpetu y la determinación. Esa actitud empujará a Susana, a Charly y al resto del grupo en su viaje hacia Jun.
Charly: Como educador social, era vital y decidido. Se enfrentaba a todo con ilusión por más miedo que tuviese. Fue el tutor de Jun durante nueve años, hasta que cumplió los doce y la cambiaron de módulo. Una vez más, a la pequeña Jun la separaban de personas queridas que la apoyaban, un fallo más del sistema. Sabiendo que Jun se sentía de nuevo abandonada, Charly mantuvo el contacto con ella al margen del centro de menores.
Antes de que Jun escapara con ayuda de Charly, le prometió que cuando regresara de Andalucía se pondría en contacto con él, mientras él la cubriría en el centro. Pero Jun no lo hizo. Simplemente, apareció en su casa sin avisar cuatro días después. Charly se lo echó en cara. Se estaba jugando su carrera. Jun, enfadada, se marchó con un portazo. No la volvió a ver.
La culpa pudo con él. Dejó su trabajo, su casa, sus amigos y se aisló del mundo hasta que Susana y Laura aparecieron en su vida. Entonces, supo que la profesora también ayudó a Jun y, como en su caso, perdió el contacto. En ese instante, decide sumarse a ellas con la intención de corregir sus errores del pasado y recuperar la ilusión perdida. No solo se resarcirá con el reencuentro y posterior perdón de Jun, sino que se ganará el amor de Susana.
Massiel: Fue la compañera de habitación de Jun en el CRAE hasta que una familia la acoge. A pesar de la separación, siguieron manteniendo el contacto y la amistad gracias a la mediación de Charly.
Massiel siempre supo el paradero de Jun. Gracias a ella, Susana descubre una verdad incómoda: la novia de Laura es Meri, la hermana de Jun. Eso significa que su sobrina siempre ha sabido donde estaba Jun. Laura acaba confesando que fue ella quien le envió de forma anónima el cuaderno de Jun y se empieza a desentrañar el rompecabezas.
Massiel se mantuvo fiel a su mejor amiga y, cuando realmente desaparece, les informa de la situación de Jun. Hace días que su hermana Meri no sabe nada de ella, está desesperada y necesita ayuda. A partir de ese momento, Massiel se incorpora al grupo investigador.
Meri: Es la hermana pequeña de Jun. Su padre es un narcotraficante huido de la Justicia. Siendo una niña, su madre falleció y se vio obligada a ir a un centro de protección de menores. Cuando su hermana mayor supo de su existencia, hizo todo lo necesario para que se fuera a vivir con ella. Jun, que ya era mayor de edad, con vivienda y negocio propio consiguió que le dieran su tutela.
Las dos formaron una pequeña pero unida familia en el barrio del Raval de Barcelona. Fue allí donde conoció a Laura, con la que comenzó una relación amorosa que provocó efectos inesperados. A través de ella, Susana y el resto del grupo se enteran de que Jun, además de tener un estudio de tatuajes, se dedica a investigar desapariciones de jóvenes que abandonan los centros de protección y de los que no se tienen noticias.
Meri les cuenta que Jun lleva varios días sin ponerse en contacto con ella. Despareció siguiendo la pista de una chica posiblemente secuestrada. Finalmente, su hermana junto con Susana, Laura, Charly y Massiel la encuentran, liberando tanto a Jun como a la chica secuestrada.
Inés: Es la hermana mayor de Susana y madre de Laura. Siempre ha sido muy exigente con su hermana y muy protectora con Laura. Al final, trata a ambas como si fueran sus hijas. Su actitud hacia ellas viene del pasado. Cuando murió su madre, después de una larga enfermedad, tuvo que cuidar de Susana, diez años menor que ella, ejerciendo como madre y padre, ya que este se desentendió, ocupado siempre con el trabajo. Al poco tiempo, el progenitor también murió.
Nunca disfrutó de su juventud y no quiere que a ellas les pase lo mismo. Por eso, en ocasiones se muestra intransigente para que no cometan errores que les condicionen la vida. Gracias a ciertos acontecimientos, se da cuenta de que su enfoque estaba profundamente equivocado y entiende que si continúa con la misma actitud acabará perdiéndolas a ambas. A partir de ese momento, su relación con su hermana e hija cambia por completo.
Mercedes: Antes de que a Jun se la llevaran los servicios sociales, estuvo acogida durante una semana en casa de Mercedes, vecina en la última casa en la que vivió con su madre. Fue la semana más feliz que había pasado la niña en su corta vida. Mercedes era una mujer viuda y mayor, pero de mente abierta. Los días que convivió con la niña fueron los mejores que había pasaron en décadas. Cuidar de ella fue una experiencia que le hizo olvidar su propia soledad.
Pasaron los años y cuando Jun volvió a al barrio del Raval tras escaparse del centro de menores, y después de todo lo sucedido los días posteriores, decidió volver a conectar con Mercedes. Ella seguía viva y se encontraba bien a pesar de su 90 años. Profundamente emocionada, le ofreció acogerla de nuevo y Jun aceptó. Vivieron juntas como abuela y nieta, cuidándose mutuamente como una verdadera familia, una felicidad que duró hasta que Jun cumplió los 18 años y Mercedes falleció.
En agradecimiento, Mercedes le dejó en herencia el piso y un viejo local que había sido la zapatería que regentaba su marido. Fue allí donde Jun montó el estudio de tatuajes. Posteriormente, y sola de nuevo, hizo las gestiones necesarias para que su hermana Meri se fuera a vivir con ella, recomponiendo de nuevo su familia. Todo, gracias a Mercedes.
LA AUTORA
Sara Desirée Ruiz (Granollers, 1979) es una destacada profesional en el campo de la educación social, graduada en la Universidad de Girona. Formada también en Psicoterapia y Teoría del Apego, su labor se ha centrado en la atención y acompañamiento socioeducativo de familias con adolescentes.
A través de su influyente comunidad en Instagram, Sara promueve la sensibilización acerca de la adolescencia y ofrece un espacio de apoyo para las familias y profesionales que los acompañan en esta etapa de la vida.
Publicó en 2022 El día que mi hija me llamó zorra: claves para educar en la adolescencia y, al año siguiente, Te necesita aunque no lo parezca: recursos para acompañar a adolescentes y potenciar su autoestima. Ambos libros de no ficción cuentan con varias ediciones. Lo que dejan las madres es su primera novela y narra una hermosa historia sobre los sueños y las relaciones familiares
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