Mariana Aróstegui desarrolla en CUIDA TUS BACTERIAS PREHISTÓRICAS una guía para potenciar la salud desde el intestino


mrEdiciones. 286 páginas

Rústica con solapas: 17,90€ Electrónico: 8,99€


Mariana Aróstegui publica CUIDA TUS BACTERIAS PREHISTÓRICAS, un libro que explica cómo la salud empieza en nuestro intestino, el lugar de nuestro cuerpo donde viven microorganismos que han ido evolucionando al tiempo que lo ha hecho la especie humana y nuestro estilo de vida. «Aprendí que, aunque viva rodeada de estímulos estresantes, el impacto que tienen en mi cuerpo depende única y exclusivamente de mí, y está en mi mano controlarlos. No era el trabajo en sí, sino cómo me lo tomara. Gracias a esas medidas todos los síntomas desaparecieron e, incluso, alcancé unos niveles de bienestar y energía jamás pensados, a pesar de trabajar más que nunca. En definitiva, aprendí a escucharme y a dar prioridad a mi estado de salud. Lo mejor de todo es que en ese camino descubrí que podía ayudar a los demás a sentirse como yo. Había conseguido sacar la cabeza del agua y entonces fui consciente de que muchos vivían ahogados».


Cuida tus bacterias prehistóricas ofrece toda la información necesaria para comenzar el viaje hacia una vida más saludable. Un viaje que comienza entendiendo que los humanos hemos ido modificando nuestra dieta en función de los cambios climatológicos y medioambientales en nuestro entorno, es decir, según nuestra forma de vida y de la disponibilidad del alimento.


Aróstegui afirma que la convivencia hombre-microorganismos genera, en la inmensa mayoría de los casos, beneficios para ambas partes. Así, explica que los microorganismos que viven en nuestras mucosas se alimentan de nosotros, de lo que ingerimos o de lo que no podemos absorber. Al final, «somos mitad humano y mitad microorganismo».


La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos vivos o bacterias que se encuentran en el intestino o tubo digestivo del organismo humano. Estos microbios han co-evolucionado con nosotros y han sido el motor de adaptación de los humanos a nuevas circunstancias ambientales. Entre muchas otras funciones, nos ayudan a digerir los alimentos que ingerimos, para sacar más energía de ellos y generar compuestos beneficiosos para nuestra salud.


La salud humana depende, en mayor medida, de la biodiversidad y microorganismos que alberga su microbiota. Un estilo de vida que enriquezca la comunidad de microbios generará mayor bienestar físico y mental. Por el contrario, vivir rodeado de factores que disminuyan el número y variedad de microbios intestinales, como estrés, medicación, tóxicos, sedentarismo, ausencia de luz solar o una mala dieta, nos predispone a la enfermedad.


La dieta, según Aróstegui, juega un papel fundamental, ya que de ello depende el tipo y cantidad de microorganismos que nos acompañen. Es muy importante la alimentación durante los primeros años de vida, así como el cuidado que hagan las madres de su ecosistema microbiano durante la de gestación, cómo nacen los niños o en qué ambiente se desarrollan. Todo ello marcará para siempre el asentamiento, desarrollo y funcionamiento de los microorganismos, pues, mientras la microbiota de la infancia es modulable, la de la edad adulta es bastante estática.


Las variaciones naturales que puede sufrir la microbiota pueden alterarse y dar lugar a un desequilibrio microbiano o disbiosis. ¿En qué consiste? Aróstegui especifica que la abundancia y proporción relativa de los microorganismos intestinales siguen unos patrones en el intestino y que si una persona se aleja de dichos patrones presenta un desequilibrio. Aparecen así síntomas digestivos, como gases, hinchazón abdominal o reflujo; o extradigestivos, como pueden ser alteraciones neurológicas y del estado anímico, asma, alergias, mal aliento o problemas de la piel.


Aróstegui plantea la interrogante de si todos los cambios que ha sufrido nuestra comunidad de microorganismos, consecuencia del estilo de vida moderno lejos de nuestro entorno natural, se pueden revertir. Para ello, considera crucial aprender de lo que las comunidades ancestrales hacían bien y trasladarlo a nuestro mundo moderno, de este modo recuperaríamos una parte de nuestros microorganismos prehistóricos.


Vivir lejos de necesidades biológicas como el sol, el sueño, el aire limpio, el sosiego o la dieta que nos corresponde genéticamente como humanos nos aleja de nuestro camino natural desde el punto de vista evolutivo y nos puede llevar a enfermar. Muchos cuadros inflamatorios y patologías de la sociedad actual tienen su origen en el intestino y en la alteración de los microorganismos que viven ahí y que nos acompañan desde el principio como especie.


En CUIDA TUS BACTERIAS PREHISTÓRICAS se dan las claves para entender qué nos está alejando de la salud que disfrutaban nuestros antepasados cazadores-recolectores. Unas páginas repletas de soluciones y consejos para recuperar los microorganismos perdidos y aprender a prevenir enfermedades inflamatorias crónicas y disfrutar de una vida plena y saludable en perfecta conexión con las células de nuestro cuerpo.


Una guía práctica para reparar la microbiota, alejarnos de patologías y alteraciones metabólicas, potenciar el bienestar físico y emocional y dar un giro de 360° a nuestra salud.


Sobre la autora


Mariana Aróstegui (Bilbao, 1982) es licenciada en ciencias biológicas, especializada en biotecnología y con máster en microbiota humana. Es nutricionista integral, con posgrado experto en nutrición para la mujer, siendo actualmente responsable del área de nutrición en la clínica Bmum de Madrid. Mariana enfoca su labor en ayudar a las personas a transformar su salud a través de la alimentación y los hábitos de vida y está enfocada en la nutrición de la mujer, la nutrición clínica y los problemas digestivos. También se dedica a la divulgación, impartiendo cursos y talleres de nutrición presenciales y a través de su cuenta de Instagram @organicallym. Es una apasionada de la cocina y una embajadora de la alimentación real y tradicional


 

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