El investigador Julián Tresser vuelve de la mano de Inés Plana para desvelar LO QUE NO CUENTAN LOS MUERTOS


Rita Marí, la heredera de una gran fortuna, sobrevivió a un accidente aéreo en el que murieron tres amigas suyas. Desde entonces, alejada de su marido e hijos, hundida en la culpa, vive recluida en su mansión al borde del mar, en Valencia. Un año después de la catástrofe, Rita desaparece sin dejar rastro y Julián Tresser, antes teniente y ahora capitán de la Guardia Civil de la UCO, protagonista de las dos novelas anteriores de Inés Plana, se traslada desde Madrid con su equipo para investigar el caso. Ante él se alza un muro de incógnitas. ¿Quién era en realidad la esquiva Rita Marí? ¿Su desaparición ha sido voluntaria? ¿Quiénes eran los enemigos de esa mujer solitaria y depresiva? Pero, sobre todo, ¿será capaz Julián, también un superviviente de su propio pasado, de descifrar las claves ocultas de la desaparición y afrontar los retos de su presente?


LOS PERSONAJES Y LA CONDICIÓN HUMANA Utilizando un sutil narrador en tercera persona omnisciente, Inés Plana se caracteriza por su aguda e intensa observación de la condición humana. Sus personajes destacan por una honda caracterización psicológica. No hay buenos ni malos absolutos, todos ellos se debaten entre el bien y el mal, con un perfilado moral de inusual calidad que consigue la empatía del lector.


DOMINIO DE LAS CLAVES DEL SUSPENSE Inés Plana utiliza en sus novelas distintas formas de suspense y las combina de forma magistral. Hay anticipación de determinados hechos, el lector siempre sabe más que los personajes y va por delante de la acción real, asistimos a carreras contra el reloj y a un macabro juego del ratón y el gato. Tensión en estado puro.


CARGA CRÍTICA Y RETRATO DE LA CARA B DE NUESTRA SOCIEDAD Lejos de crear tramas alambicadas con malvados al límite de la verosimilitud, Inés Plana recupera el espíritu crítico de la novela negra más genuina. Por sus obras anteriores desfilan la violencia de género, los abusos sexuales, las mafias que controlan el tráfico de drogas y personas, las consecuencias de los crímenes de guerra de los Balcanes a través de los grupos criminales que operan en nuestro país, la ciberdelincuencia, etc. En Lo que nos cuentan los muertos se hacen muy evidentes las consecuencias de la crisis financiera de 2008 y del pinchazo de la burbuja inmobiliaria; también de los malos usos que condujeron a eso.


UN MAPA DE COMPLEJAS RELACIONES PERSONALES Como ya hemos señalado, los personajes imaginados por Inés Plana tienen volumen y responden a unas emociones trabajadas y sufridas durante años. La autora crea un mapa de complejas redes de relaciones interpersonales que, por momentos, aumentan la tensión emocional de la novela y no solo la derivada de la acción. Sabemos de sus miedos y de sus ambiciones, lo que nos permite comprender sus acciones. La autora integra con naturalidad los hechos sucedidos en las novelas anteriores para completar esos perfiles personales.


IMAGINACIÓN Y REALISMO Tras LO QUE NO CUENTAN LOS MUERTOS se oculta una profunda investigación sobre los métodos de trabajo de las fuerzas del orden. Como en las dos primeras novelas de la serie, no hay milagros forenses ni informáticos. En esta ocasión, además, Inés Plana se ha asesorado con una comandante de la Guardia Civil experta en perfiles criminales y, para todo lo relacionado con el accidente aéreo, ha contado con la ayuda de un comandante de vuelo.


Galería de Personajes


JULIÁN TRESSER Desde hace seis meses es capitán de la UCO, al frente de una sección del grupo de homicidios, secuestros y extorsiones. A sus cuarenta y siete años tiene prestigio en el cuerpo, tras haber resuelto con éxito casos muy complicados. Lo conocimos en Morir no es lo que más duele, la primera novela de la serie, cuando era teniente de la Guardia Civil destinado a la Policía Judicial en San Lorenzo de El Escorial. Más tarde dirigió un equipo propio en Uvés (Madrid). A Julián le han perseguido durante casi toda su vida los tormentos y las tragedias; tiene una biografía complicada, pero la muerte al nacer de su hija Carlota, hace unos meses, no puede compararse con nada. Significó también el final de su relación con Adelaida. Hace algo más de un año adoptó a Luba, una niña a la que rescató de la prostitución infantil en Antes mueren los que no aman.


GUILLERMO COIRA Acaba de estrenar la treintena. Cabo de la Guardia Civil destinado a la Policía Judicial de Uvés, ha paralizado su promoción a sargento para incorporarse, de forma provisional, al equipo de Tresser en la UCO, mientras prepara el curso de acceso. Hijo de pescadores de la Costa da Morte, ingresó en la academia a los diecinueve años. Se ha recuperado de la ruptura con Lola, con quien vivió un tiempo en Madrid. Ahora está enamorado de ISABELA, una amiga de la adolescencia que es concejala de cultura en el ayuntamiento de Cieña, su localidad natal.


LUCÍA BRANCHO También ha renunciado a la promoción —a cabo, en su caso— para aceptar la oferta de Tresser e incorporarse a la UCO. Es una persona optimista y quien insufla alegría al grupo de investigadores. Procede de una familia de guardias civiles y se incorporó al primer equipo de Tresser en el caso del profesor asesinado, narrado en Morir no es lo que más duele. Mantiene una relación sentimental, y más que discreta, con el capitán JAVIER HERNÁNDEZ-COR, un tipo inteligente, educado y eficaz en su trabajo, que, además de militar de Academia, es licenciado en Derecho y Económicas.


AMANDA ROCHA Psicóloga, criminóloga y capitán de la Guardia Civil especializada en elaborar perfiles criminales para orientar las líneas de investigación. El comportamiento del criminal deja rastros de conducta que, interpretados de modo adecuado, permiten conocer su personalidad y afinar mucho más en las pesquisas. En eso consiste el trabajo de Amanda.


PEDRO INIESTA Y LUCAS MANISES Piter y Mani, ambos destinados a la UCO desde hace un año y exmiembros del Grupo de Apoyo Operativo (GAO), la unidad de élite experta en labores de información y seguimiento.


TENIENTE SUÑOL Y SARGENTO SALAS Miembros de la unidad de la Policía Judicial de la comandancia de Valencia. Se hacen cargo de la investigación por la desaparición de Rita a las órdenes del juez de Monarall, que instruye el caso. Suñol está a punto de ser padre; de hecho, su mujer sale de cuentas durante el caso. 6


JAVIER CITALL Juez instructor de Monarall, encargado de la desaparición de Rita Marí. Tiene varios años de experiencia en el cargo y buena fama entre los cuerpos policiales —no siempre es así—, un magistrado diligente, eficaz en la toma de decisiones y con las ideas claras.


Las víctimas, sus familias y dos allegados


RITA MARÍ Rica por familia y matrimonio. Es hija de un adinerado contratista valenciano que acabó convertido en constructor. Está casada con un empresario madrileño, propietario de una gran cadena de lavanderías. En 2011 viajó a Tailandia con tres amigas para realizar un retiro de cuatro días en Chiang Mai. El vuelo chárter en el que viajaban sufrió un accidente del que solo sobrevivió ella. Rita es una mujer empática y generosa que ha creado un centro social para atender a personas y familias en problemas por culpa de la crisis. Es esquiva, discreta y guarda muchos secretos.


EDUARDO MOLARO Militar profesional, hijo de un oficial de la Armada. Treinta y tantos años. Viajaba con su mujer de luna de miel en el avión accidentado. Ella no sobrevivió. Su esposa MALAI era tailandesa, aunque llegó a España siendo una niña, cuando sus padres se establecieron en Zaragoza. A consecuencia del accidente de avión, a Eduardo le tuvieron que reconstruir una rodilla con varias prótesis e injertos, lo que lo apartó del servicio operativo. Ahora se dedica a dar clases de idiomas en el Ejército.


JIMENA MOLARO Hermana de Eduardo. También es capitán del Ejército de Tierra y reside en Zaragoza.


HELIODORO ESCOZA Exitoso —y obeso— empresario madrileño de familia soriana. Huérfano cuando tenía veinte años, heredó una humilde lavandería en Lavapiés y, a partir de ella, creó una exitosa cadena de lavanderías low cost. Conoció a Rita en los años ochenta, cuando ella le mostró un local en Valencia en el que Heliodoro quería instalar su primer local en la capital levantina.


LORENZO Y NICOLÁS ESCOZA Los hijos de Rita y Heliodoro. El mayor, Lorenzo, es una réplica de su padre a su edad, con idéntica tendencia a la obesidad. Tiene una novia delgada y guapa, MAMEN, a la que Heliodoro no soporta por sospechar que vive con su hijo a causa del dinero. Nicolás es sacerdote, un tipo altivo y bastante impertinente.


VICENTE MARÍ Personaje importante in absentia. Era el padre de Rita, un pescador que, en los setenta, vendió unas tierras de la familia a una promotora inmobiliaria con la que acabó asociándose para construir las villas de Alassar, en una de las cuales reside Rita. A lo largo de los años, también se hizo con decenas de garajes en Valencia y numerosos locales en la capital y en el extrarradio.


CAROLINA BELLAVÍ Dirige un centro social en el barrio de Benimacletfinanciado por Rita Marí. El centro no tiene nombre oficial, aunque todos lo llaman Casa Rita; reparte cien comidas diarias y entrega otras tantas bolsas de alimentos a quienes no pueden llenar las neveras que la crisis económica ha vaciado.


VELKAN El chófer de Heliodoro, por quien siente lealtad y sumisión absolutas. Lleva diez años con él. Es un rumano alto y fornido, parco en palabras, con tendencia a expresarse mediante aforismos.


El círculo íntimo de Tresser


LUBA Hija adoptiva de Tresser. Tiene catorce años de edad, aunque su cuerpo menudo es propio de una niña más pequeña. Julián la rescató de una mafia de trata de blancas y prostitución. Sus servicios eran muy demandados y los hombres la trataron con una violencia que le ha dejado huella. Ahora todo ha cambiado: tiene un padre, una casa y una gata, GRETA. Está a punto de ir a un instituto, pese a que cuando se produjo la adopción era analfabeta profunda.


ADELAIDA MABRÁN Psiquiatra que, durante un tiempo, entró y salió de la vida de Tresser hasta que se enamoraron. Tras un embarazo de riesgo, puesto que ella tenía treinta y siete años, perdió a la niña que esperaban. Después de eso, su relación se desmoronó como un castillo de naipes. Ahora está envuelta en algún problema que la ha puesto en el punto de mira de la UDEF.


Otros dos personajes, más o menos sospechosos


NORBERTO Oficial de la Guardia Civil y agente del CNI. Su relación con Julián Tresser es equívoca y se mueve entre el amor y el odio, según quién la describa y con qué objetivo lo haga. Los caminos de ambos vuelven a cruzarse en Lo que no cuentan los muertos.


LUISMI GARCÍA LERÓN Un joven sin oficio ni beneficio aparentes al que Rita Marí deja su coche. Puede entrar y salir sin mayores problemas de la urbanización de lujo de Alassar en la que ella reside.


A prueba de espóileres


Obviamos en esta relación a otros personajes que son importantes en la trama, pero cuya descripción destriparía parte del argumento. Son los casos de LEONCIO, BUD, CELINO, NILO o PEPET, por citar solo a cinco de ellos.


EL PUNTO DE PARTIDA


Hat Yai, Tailandia, abril de 2011


Un vuelo que acaba de despegar del aeropuerto de Hat Yai se estrella en una zona boscosa tras haber chocado con una bandada de aves. Rita Marí, una de las pasajeras, sobrevive, pero sus amigas Tere, Anabel y Mimi mueren en el accidente. Las cuatro han pasado unos días de vacaciones en la paradisíaca isla de Koh Lipe. También salva la vida el joven militar español Eduardo Molaro; su esposa Malai, con quien viajaba en luna de miel, es otra de las víctimas mortales. De los noventa pasajeros solo se salvan cinco personas: tres ciudadanos australianos y los dos españoles. La cercanía del aeropuerto al lugar de la catástrofe permite que sean atendidos con la rapidez que exige la situación. Ambos se recuperan con suerte diversa: ella apenas sufre secuelasfísicas, él tiene que dejar el servicio operativo en el Ejército a causa de las lesiones en una rodilla.


Un año después


El destino vuelve a escribir unas líneas más en las vidas de Rita y Eduardo. Es verano, es de noche, y se disponen a cenar una fideuá con cigalas en el jardín de la mansión que ella posee en Alassar, a pocos kilómetros de Valencia. Los dos desaparecen sin dejar rastro. Mientras tanto, Julián Tresser pasa unos días en Fuerteventura con su hija Luba, ajeno a que, en breve, va a enfrentarse a una investigación compleja, quizá la más complicada desde que se ha incorporado a la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, la UCO. Ahora es capitán y, entre sus investigadores, cuenta con dos agentes a los que conoce bien porque los tuvo a sus órdenes en la Policía Judicial de Uvés: el cabo Guillermo Coira y la agente Lucía Brancho. Tresser y su equipo son destinados a la investigación de la desaparición de Rita y Eduardo. Las circunstancias que rodean al suceso son extrañas: Rita Marí reside en Alassar, alejada de su familia, algo que no es muy normal, pero que parece aceptado por el marido y los hijos, que viven en Madrid. La semana anterior, cuando desapareció, Rita dio vacaciones a su empleada de hogar y a la chica que mantenía el jardín. Estaba previsto que lo hicieran a la semana siguiente, pero ella les pidió adelantarlas sin darles ninguna explicación, según declaran ambas. Después, un martes, llamó al comedor social que sostiene en el barrio de Benimaclet, en Valencia, para comunicarles que no podría pasarse por allí, como era habitual, que lo haría el jueves. No lo hizo. Ya estaba desaparecida. Y los investigadores no tienen ni una sola pista a la que agarrarse.


LOS ESCENARIOS DE LO QUE NO CUENTAN LOS MUERTOS


En las novelas de la serie protagonizada por Julián Tresser se integran escenarios reales con otros ficticios. Si no se conoce bien Madrid, Galicia o Valencia, se hace difícil distinguir a unos de otros. Las descripciones son tanto físicas como emocionales, de forma que esos escenarios enmarcan la acción y ayudan a definir los personajes.


El hogar de Tresser y su equipo


UVÉS DE SAN JUAN Localidad madrileña de treinta mil habitantes próxima a Torrelodones y El Escorial, y a treinta kilómetros de Madrid. En los años sesenta era una pequeña urbanización en medio de un páramo. Con el boom inmobiliario creció de modo exponencial. Julián Tresser vive en el barrio de Los Océanos. Antes de incorporarse a la UCO, allí dirigió un equipo de la Policía Judicial. Fue el escenario principal de Morir no es lo que más duele.


CIEÑA Pequeña villa marinera de la Costa da Morte, en Galicia. No muy lejos de La Coruña. De allí son el cabo Coira y su novia, Isabela, concejal de cultura en el ayuntamiento de la localidad. Fue uno de los escenarios de Antes mueren los que no aman.


La Valencia de Lo que no cuentan los muertos


ALASSAR Un pequeño municipio costero a pocos kilómetros de Valencia. Rita Marí vive en una urbanización de lujo construida por una inmobiliaria en la que tenía una participación su padre. Está situado en la fértil comarca de L’Horta Nord, junto a las huertas infinitas que son la despensa natural de Valencia. La fotografía corresponde a esa Horta Nord, con dos construcciones tradicionales: alquería y masía.


MONARALL Localidad en la que está situado el juzgado que se hace cargo de la desaparición de Rita Marí. Allí está también el cuartel de la Guardia Civil más cercano al lugar de los hechos, seis kilómetros; un cabo y un guardia del puesto fueron quienes se presentaron en la mansión de Rita cuando su hijo Lorenzo denunció su desaparición.


La Valencia real en la novela


ALFAFAR Y BURJASSOT Localidades cercanas a Valencia. Situadas a unos catorce kilómetros la una de la otra, Alfafar está al sur de la capital y Burjassot al noroeste. Uno de los personajes tiene relación con ambas localidades y, de forma tangencial, con la más lejana OLIVA, casi en el límite con Alicante.


BENIMACLET Es un barrio de la zona noreste de la ciudad de Valencia y su distrito número 14. Engloba el barrio histórico, que fue municipio independiente y pedanía antes que barrio, y la zona de urbanización más reciente, conocida como Camino de Vera. La Casa Rita, el centro social auspiciado por Rita Marí, ocupa dos casas reconstruidas en el casco antiguo. El viejo Benimaclet recuerda al pueblo que fue, con callejuelas estrechas, peatonales la mayoría, donde casi se tocan los balcones de uno y otro lado; tiene su plaza mayor, su iglesia y numerosas casas de dos plantas, algunas humildes, otras señoriales, pero ya sin el brillo de antaño.


MALVARROSA En un restaurante del popular barrio y playa de la Malvarrosa, en la ciudad de Valencia, puede hallarse una de las claves de la desaparición de Rita Marí. Los restaurantes y cafeterías de la zona están situados, en su mayoría, en el paseo marítimo que delimita la playa y que es relativamente moderno, puesto que empezó a construirse en 1990. (Fotografía de la playa de la Malvarrosa, de Manuel Martín Vicente)


SOBRE LA UCO


La Unidad Central Operativa (UCO), en la que está destinado Julián Tresser, es una unidad específica de la Policía Judicial de la Guardia Civil que tiene como misión «investigar y perseguir los asuntos relacionados con la delincuencia organizada, económica, internacional y aquella otra cuyas especiales características así lo aconsejen; así como el establecimiento y mantenimiento del enlace, coordinación y colaboración con otros servicios afines, nacionales e internacionales», según la definición oficial del Cuerpo.


ALGUNAS CUESTIONES QUE ABORDA LA NOVELA


LOS SUPERVIVIENTES Y LA CULPA Rita y Eduardo, que sobrevivieron al accidente aéreo de Koh Lipe, sufren lo que los expertos denominan el «síndrome del superviviente». Meses después, se buscan el uno al otro, porque solo ellos entienden la magnitud de lo que les había ocurrido. A pesar de que el marido de Rita, Heliodoro, y la hermana de Eduardo, Jimena —ambos viajaron a Tailandia tras el accidente—, intentan aportarles el necesario consuelo, nunca lo consiguen. Eduardo y Rita no se perdonan estar vivos y eso no lo pueden explicar a los demás sin parecer unos ingratos ante aquella milagrosa segunda oportunidad que les había concedido la vida.

DESAPARICIONES «Investigar una desaparición es como perderse en un bosque fagocitado por la niebla, sin que uno sepa dónde está ni hacia dónde debe encaminarse para encontrar la salida», reflexiona Inés Plana en Lo que no cuentan los muertos. En una desaparición hay pocos rastros que seguir, a veces puede que ninguno. Tampoco hay un cadáver que ayude a entender el crimen. Una desaparición ni siquiera es un delito hasta que se demuestre que ha sido forzosa, involuntaria. En 2017, se anunció la creación del Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES) al tiempo que se presentaba el Primer informe estadístico sobre la situación de las personas desaparecidas en España. Cada año se denuncian en nuestro país entre 20.000 y 30.000 desapariciones de personas.


LA CRISIS Y LAS COLAS DEL HAMBRE La novela está situada en 2012. La autora describe cómo ante la Casa Rita se forma una larga cola de personas —sintecho, inmigrantes, parejas con su bebé en brazos, ancianos—. Sus cabezas abatidas, sus miradas huidizas. A Coira le impresionan aquellas «colas del hambre», como las llama la prensa. Cada vez había más por toda la geografía española. «Como en la posguerra», hubiera dicho su abuela si estuviera viva. Le cuesta digerir tanta pobreza en un país que presume de ser la cuarta potencia económica de Europa.


NEGOCIOS… Y NEGOCIOS SUCIOS No podemos adelantar muchos detalles sobre este tema para no reventar parte de la trama. Sin embargo, el cóctel formado por costa mediterránea, urbanización sin límites, connivencia entre empresarios y políticos, y dinero —mucho dinero— en efectivo, puede darnos una idea de la suciedad con la que tropiezan los investigadores de la UCO al investigar las circunstancias que rodean las desapariciones de Rita Marí y de Eduardo Molaro.


Sobre la autora


Inés Plana nació en Barbastro (Huesca). Es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona y desde el principio desarrolló su carrera profesional en Madrid. Ha trabajado en diversos medios de prensa escrita y también en el terreno editorial. Morir no es lo que más duele fue su primera novela y cosechó un gran éxito de crítica y público. Fue finalista a mejor novela en Valencia Negra y Morella Negra, y nominada a mejor novela negra novel en la Semana Negra de Gijón. En 2019 publicó Antes mueren los que no aman, con un nuevo caso policial del teniente de la Guardia Civil Julián Tresser. La novela fue finalista a mejor novela en Cartagena Negra 2020. Inés Plana ha sido miembro del jurado en las ediciones 2020 y 2021 del Premio Internacional de Novela Ciudad de Barbastro.


 

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