Las repercusiones del brexit en el sector agroalimentario español
El
embajador británico en España y el director general de
Producciones y Mercados Agrarios del
Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente de
España han dado a conocer las últimas novedades del proceso de
negociación entre la Unión Europea y el Reino Unido a una treintena
de empresarios convocados por Cajamar Caja Rural.
El
Foro Agroalimentario Cajamar, presidido por Eduardo Baamonde Noche,
presidente de Cajamar Caja Rural, ha reunido a representantes de las
administraciones británica, estadounidense y española, y a
responsables de empresas agroalimentarias de todo el territorio
nacional para reflexionar sobre las posibles repercusiones
del brexit en
el sector agroalimentario español y el estado de las negociaciones
entre Reino Unido y la Unión Europea. A este encuentro, en el que
también se ha detallado el nuevo marco de relaciones internacionales
de Estados Unidos, han asistido el embajador británico en España,
Simon Manley; el agregado para Asuntos Económicos de la Embajada
de los Estados Unidos en España, Elliot Carmean, y el
director general de Producciones y Mercados Agrarios del
Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente,
Fernando Miranda.
El presidente
de Cajamar ha invitado a una treintena de empresarios asistentes al
acto a utilizar este foro “como instrumento de debate de
aquellas cuestiones de interés para las organizaciones que
desarrollan su actividad en la producción, transformación y
comercialización de alimentos y bebidas”, y a conocer de primera
mano los puntos de vista de los máximos responsables en aquellos
temas de actualidad para el sector agroalimentario español.
Las
consecuencias que el brexit tendrá
para la economía española son indudables, dado que Reino Unido
es el séptimo socio comercial de España y nuestro cuarto cliente
según datos de este año del ICEX. Además el saldo comercial es
positivo para España en 7.806 millones de euros en 2016, siendo el
cuarto destino de las exportaciones españolas en el mundo y el sexto
país de origen del total de nuestras importaciones. Además el peso
del sector agroalimentario en las exportaciones a Reino Unido suponen
casi el 20 % del total, destacando las frutas frescas, hortalizas,
bebidas –vinos y espirituosos mayoritariamente-, conservas de
frutas y verduras, aceites, bollería, preparados alimenticios
diversos, conservas de carne y de pescado, y productos lácteos
–básicamente quesos-.
Durante
el encuentro Fernando Miranda Sotillos, director general de
Producciones y Mercados Agrariosdel Ministerio de Agricultura y
Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, ha manifestado que “queda
mucho por concretar del acuerdo de desconexión y que será necesario
un periodo transitorio, cuya duración todavía no se ha concretado,
en el que se mantenga el statu
quo y
no haya una ruptura brusca de los flujos comerciales”. Miranda ha
indicado que “es necesario que todos los agentes implicados:
administraciones públicas y sector privado comiencen a preparar y a
identificar aquellos posibles puntos de disrupción y sus costes
adicionales, bajando al detalle, como qué productos exportan, cuándo
exportan y a través de qué cadena logística se exportan al Reino
Unido”. Y ha afirmado que la Administración europea está
trabajando para alcanzar el mejor acuerdo posible, aunque no hay que
olvidar que se pasará de tener intercambios comerciales con un país
miembro de la UE a exportar a un tercer país.
Por
su parte el embajador británico en España, Simon Manley, ha
señalado en referencia al futuro acuerdo entre la Unión Europea y
su país que “Reino Unido quiere un acuerdo lo más sencillo
posible, con los menores cambios posibles, y que el periodo
transitorio no sea demasiado prolongado en el tiempo”. Y ha
explicado que con España “esperamos tener una relación bilateral
estrecha que facilite que las relaciones comerciales sean libres y
sencillas para fomentar la exportación, la importación y las
inversiones entre las empresas de ambos países”.
Publicación
sobre el impacto del brexit
En
este foro se ha presentado también un informe de Horacio
González Alemán, de la consultora Thoffood, publicado por Cajamar
con el título de “Brexit y
sector agroalimentario: dónde estamos y hacia dónde vamos”,
en el que se abordan cuestiones de máxima relevancia para la
industria española con intereses en el mercado británico.
Entre
ellas, cómo se está llevando a cabo el proceso de negociación
entre la Unión Europea y el Reino Unido, con dos fases bien
marcadas: una primera, la desconexión, cuyo acuerdo ha de estar
antes del 29 de marzo de 2019, de acuerdo con el artículo 50 del
Tratado de la Unión Europea; y una segunda, el modelo de relaciones
entre ambas partes a partir de esa fecha. Y todo ello teniendo en
cuenta que se ha establecido que la negociación la lleva a cabo la
UE y no los Estados miembros.
El
documento recoge asimismo los colaterales del brexit en
el presupuesto comunitario, dado que el Reino Unido es un
contribuyente neto al presupuesto de la Unión Europea. Ahora bien,
en lo que respecta a la Política Agraria Común (PAC) su papel se
relativiza, ya que, si bien en términos globales su contribución es
del 10,5 %, en términos netos su aportación es del 5 % de los
recursos destinados a la agricultura. En este sentido, de cada euro
que Reino Unido aporta al presupuesto comunitario revierten 0,57
céntimos de euros al sector agrario; es decir, más de la mitad de
la renta del agricultor británico procede de las ayudas europeas. De
otra parte, al coincidir en el tiempo el brexit con
la reforma del presupuesto comunitario y de sus prioridades a partir
de 2020, el informe concluye que será difícil mantener los recursos
que la Unión Europea destina a la agricultura en niveles similares a
los actuales.
También
se prevé la articulación de un sistema de armonización de
legislaciones o de reconocimiento mutuo, teniendo en cuenta que más
de 4.000 disposiciones legislativas han ‘europeizado’ el modelo
británico en estos 44 años. Ambas autoridades tratarán de afectar
lo menos posible el comercio entre las partes, pero en todo caso se
perderá la libre circulación. En consecuencia, la gestión será
más dificultosa y se encarecerá la operativa.
Aunque
aún se desconoce el modelo que regirá las relaciones comerciales,
el autor del informe destaca que lo que siempre habrá será un coste
en términos arancelarios y de operativa de comercio exterior,
incrementando el precio de nuestras exportaciones al mercado
británico, así como la complejidad de las operaciones comerciales y
los tiempos.
Teniendo
en cuenta que Reino Unido importa el 40 % de su consumo alimentario
total, principalmente de países de la Unión Europea, encarecerá
los precios y sus ciudadanos mantendrán el patrón de consumo que
han tenido durante la crisis, tendiendo a realizar sus compras en
supermercados de descuento y búsquedas de ofertas.
Todo
ello hace que las empresas agroalimentarias españolas se estén
planteando en este momento cómo abordar cuestiones como la pérdida
de competitividad por la imposición de aranceles, el incremento de
los trámites burocráticos y de los tiempos para la inspección de
mercancía, la entrada de nuevos competidores de terceros países,
así como la mejora en el servicio para ser más competitivos.
Horacio
González ha afirmado durante su exposición que “cualquier acuerdo
que se alcance no puede ser igual de beneficioso al que tenemos hoy
para ninguna de las partes, lo cual resulta kafkiano”. Y ha
explicado que “es probable que durante el periodo transitorio el
acuerdo que se alcance tenga pocos roces en normas técnicas y en
términos arancelarios”.
Relaciones
comerciales con Estados Unidos
El
encuentro también ha
contado con la asistencia de Elliot Carmean, agregado para Asuntos
Económicos de la Embajada de los Estados Unidos en España, para
conocer de primera mano el nuevo marco de relaciones internacionales
que está desarrollando el Gobierno de Estados Unidos. El
representante estadounidense ha repasado las exportaciones e
importaciones de productos agroalimentarios entre ambos países,
indicando que los productos agroalimentarios españoles exportados a
EE.UU, como el aceite de oliva, el vino y las frutas y hortalizas,
suponen más de 1.900 millones de dólares anuales; y que la
administración del presidente Trump quiere que el comercio
internacional sea abierto, transparente, equilibrado, y justo.
Preguntado
por los asistentes por la situación, de especial interés en estos
momentos, ante el establecimiento de una tasa aduanera para las
aceitunas españolas que se exportan a dicho país. Elliot Carmean ha
señalado que “se trata de la fase preliminar de una investigación
por posible dumping, ante las quejas recibidas por
productores de aceituna estadounidenses, y ha indicado que “la
decisión final se conocerá el 4 de abril y que la Comisión
correspondiente dará a conocer la resolución 45 días después”.
Para
acceder al informe
completo: http://www.publicacionescajamar.es/series-
tematicas/informes-coyuntura-coyuntura/brexit-y-sector-agroalimentario-donde-estamos-y-hacia-donde-vamos/
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