ATUSPARIA, de Gabriela Wiener, una novela satírica y rompedora sobre las luchas de poder de los movimientos indigenistas
Colección Random House. 240 páginas
Tapa blanda con solapas: 18,90€ Electrónico: 8,54€
Atusparia, la última novela de Gabriela Wiener, es una obra rompedora, satírica e indigenista que deja al descubierto las luchas de poder que alcanzan a los movimientos emancipatorios haciéndolos añicos. Entre el periodismo, la narrativa, la poesía y la performance, si algo define a la escritura de Gabriela Wiener es su capacidad para dar siempre un paso más allá de las etiquetas que se le imponen.
Una política de izquierda se encuentra prisionera en una cárcel de alta seguridad en las entrañas de la selva amazónica. Víctima del lawfare, su carrera hacia la presidencia se ha visto truncada por un oscuro suceso de su juventud viralizado en las redes, y de ser la candidata del pueblo ha pasado a convertirse en una asesina de perros aislada del mundo en esa jaula sin rejas que se ubica donde antes estaba la Colonia Penal del Sepa, el temido infierno verde.
Ella se hace llamar Atusparia, como el líder indígena que en el siglo XIX encabeza una rebelión campesina contra los abusos del Estado peruano. Atusparia, también, como el colegio donde estudia en los años ochenta: una institución mariateguista fundada por egresados peruanos de la Universidad de Moscú. En el Atusparia se recibe una educación intercultural: se bailan huaynos andinos, se canta en ruso, se juega al ajedrez, se recita a Manuel Scorza y los niños sueñan con ser cosmonautas que viajan al espacio en nombre de la revolución. Allí, Atusparia conoce a Asunción Grass, una maestra que la inicia en la literatura y en la resistencia. Pero en los estertores de la Guerra Fría y la Unión Soviética, la educación indigenista-comunista es un proyecto utópico que comienza a resquebrajarse con el turbio asesinato de un funcionario del colegio y acaba de venirse abajo con la caída del Muro de Berlín. Al fin de las donaciones venidas del Este y a la desaparición de referentes ideológicos, le siguen las discusiones en el claustro, las renuncias, el fracaso de un modelo educativo y el inicio de otro en el que Atusparia, ya una adolescente, deja de encontrar un lugar de pertenencia.
Librada a su suerte en la Resi, una urbanización de bloques de hormigón que podrían estar en las calles de Novosibirsk, cae de la mano de un chico en un pozo de drogas, sexualidad frenética y deseo forjado en tiempos de capitalismo salvaje, que la aleja más y más de los ideales revolucionarios y sus sueños de cosmonauta. Algunos años más tarde, sin embargo, un levantamiento campesino en el lago Titicaca despierta en ella la necesidad de ir hacia los Andes, hacia sus raíces aymaras y una revuelta de la que se impone formar parte. Y ahí, en medio de una batalla entre la policía y los manifestantes, está Asunción, y bajo la mirada de la maestra renace la niña que una vez fue Atusparia.
Maestra y discípula conforman, junto a otras mujeres, Las Ritas, un colectivo indigenista, antirracista y antipatriarcal que se prepara para iniciar una revolución. Pero las discrepancias internas a la hora de pensar y hacer dicha revolución dividen al grupo, y mientras Atusparia se vuelca a su carrera electoral al frente de una agrupación política, Asunción y Las Ritas solo aceptan tomar el camino de la insurrección. En un futuro cercano, los arrebatos pasionales que sacuden desde siempre a la izquierda latinoamericana reviven una vez más y, como un karma, la traición política deviene en traición amorosa y viceversa.
En Atusparia hay
urbanizaciones grises, maestras rusas de aspecto quebradizo,
familias ausentes, padres militantes, perros que se llaman Gorbachov,
partidas de ajedrez, guerrillas, revueltas indígenas, verdor
amazónico, utopías, pasión y desencanto. Y también, un país
doloroso, que puede ser sueño o pesadilla, y en él, dos
mujeres que encarnan primero los roles de la maestra y la
discípula, y terminan enfrentadas, entre el amor y el
encono, como si la «vida fuera una partida de
ajedrez».
A través de un distanciamiento que desemboca
en un juego de poder y traiciones, Atusparia y Asunción, las
dos protagonistas, representan las fracturas internas que,
históricamente, han dividido a la izquierda latinoamericana. La
brecha entre retórica y praxis revolucionaria, la legitimidad
de la lucha armada, el caudillismo, las jerarquías y las
diferencias de criterio respecto a la institucionalización
política de los movimientos sociales asoman en una novela que
recupera a figuras heroicas de la insurrección indígena, como Pedro
Pablo Atusparia y Rita Puma, y al mismo tiempo, traza un
recorrido desde el mítico «hasta la victoria siempre» y la
proliferación de agrupaciones armadas en Latinoamérica
durante los setenta, hasta un futuro cercano marcado por las
revueltas que tienen lugar en un territorio hecho de
desigualdades, violencia de Estado y racismo enquistado.
Pasado, presente y futuro conectan a lo largo de ese relato de formación que es la historia de Atusparia, y si su infancia es tiempo de ideales, su desamparo adolescente representa a un mundo que, concluída la Guerra Fría, abraza el capitalismo en su forma más salvaje.
Sobre la autora
Gabriela Wiener es escritora y periodista peruana residente en Madrid. Ha publicado los libros Sexografías, Llamada perdida, Nueve Lunas, Huaco retrato, Dicen de mí y los poemarios Ejercicios para el endurecimiento del espíritu y Una pequeña fiesta llamada eternidad. Publica semanalmente una columna para publico.es. Ganó el Premio Nacional de periodismo de su país. Es creadora de varias performances que ha puesto en escena junto a su familia. Escribió y protagonizó la obra de teatro Qué locura enamorarme yo de ti. Es parte de Sudakasa, proyecto colectivo de arte y escritura migrante. Undiscovered, la traducción al inglés de su novela Huaco retrato fue finalista del Booker Prize Internacional 2024 y del PEN América.
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