JUSTICIA POÉTICA, el esperado debut literario de Mamen Monsoriu, una de las libreras con más influencia en España


Editorial Espasa. 352 páginas

Rústica con solapas: 20,90€ Electrónico: 8,99€


Narrado en primera persona, Justicia poética, la primera novela de Mamen Monsoriu,es la historia de Raquel Ortiz. Psicóloga valenciana de veintinueve años, acaba de ser premiada con premio nacional de Poesía Joven. Algunos capítulos están narrados por Biel, protagonista masculino de la historia. La voz de la narradora, Rey para los amigos, es muy efectiva. Hará que cualquier lectora de más de 30 años se identifique con ella. Con sus sueños, inseguridades y reflexiones más íntimas y personales. La literatura, la escritura, la maternidad (y su ausencia), el duelo y las relaciones personales vertebran y marcan el tono intimista de la novela.


«Hoy he escuchado algo que ha terminado con

mi paz, un sonido que me ha cambiado la vida.

No era el chasquido de un objeto delicado al

caer, ni el pitido de la alarma interrumpiendo

atrozmente el sueño, no. No era el estruendo de

una lavadora vieja, ni la sirena de una

ambulancia abriéndose paso a 150 kilómetros

por hora, ni el frenazo desesperado de un coche

sorteando la colisión. Sonaba más fuerte y más

adentro que todo eso. Era el latido de un bebé.

Al salir, un arcoíris me estaba esperando en la

puerta. ¿Eras tú, papá?».


Con estas palabras, Raquel Ortiz Dos Santos,

psicóloga en el Hospital Clínico Universitario de

Valencia, pero, sobre todo, poeta, le escribe a su

padre en su diario íntimo, como cuando él vivía

pero se marchaba de viaje, como si viviera aún,

que está embarazada.


Raquel acaba de recibir el Premio Nacional de

Poesía Joven por su libro Madrid y no es el mejor

momento para plantearse ser madre, pues,

aunque siempre ha tenido claro que la

maternidad no era lo suyo, al estar encinta

muchas certezas se vuelven inciertas, como el

hecho de que el padre de lo que ha de venir o no,

Biel, su mejor amigo, su mejor amante, su mejor no

compromiso de toda la vida, el protagonista del

poemario premiado, vive en Madrid hace años y

no han mantenido contacto desde la ruptura sin

ruptura nada más que en una ocasión, «esa»

ocasión.


Así pues, un embarazo no deseado, un duelo no

superado, el miedo al compromiso por el temor al

maltrato, una madre ausente y la pulsión que crea

emociones a través de la poesía acompañan a la

protagonista de esta primera novela de Mamen

Monsoriu, en la que con claridad y lirismo nos

resuelve una de las dudas existenciales: si la

creatividad termina donde la maternidad

empieza.

0 4

Me llamo Raquel Ortiz, aunque todo el mundo me

conoce como Rey. Vivo en Valencia y tengo

veintinueve años. Actualmente ejerzo como psicóloga

en el Hospital Clínico Universitario de Valencia y me

atrevería a decir que soy feliz en mi trabajo, aunque

una parte de mí quisiera haberse dedicado a ser

poeta ambulante.

0 5

Monsoriu también reflexiona sobre el concepto de

familia y la dificultad que entrañan determinadas

relaciones familiares. ¿Estamos obligados todos a

formar una familia?


¿Qué es una familia sino un montón de

relaciones personales interconectadas? Puede

que por eso la idea de formar una nunca

estuviese entre mis planes. Porque, lejos de dar

por hecho, elijo la garantía de tener que

ganarme cada día la incondicionalidad de los

miembros que la componen: la vida, la mía.


El desconsuelo, la pena, la rabia, la impotencia y la

culpa subrayan un final impactante. El final de una

guerra ya advertida en el título, Justicia poética.


«Cuidado con lo que deseas», me dijo una vez

alguien. Y pasó lo que en algún momento

deseé que pasara. Justicia poética.

0 6

Raquel, o Rey, como la conoce todo el mundo, vive en

Valencia y tiene veintinueve años. Es la protagonista de

Justicia poética. Es psicóloga de profesión y poeta por

vocación. Su historia comienza al recibir su primer

premio literario, el premio nacional de Poesía Joven

2023 por su quinto poemario, Madrid. Pero este premio

no viene solo: los versos de Madrid abren las puertas de

su vida a Biel y a un embarazado absolutamente

inesperado.

Raquel Ortiz Dos Santos

Lo que más miedo me da de ser madre es perder la creatividad. No

tener nada que decir. Apagar la voz de la conciencia. Permanecer

inmóvil viendo como el mundo gira. Amoldarme a él. Mitigar la llama

de la idea. Dejar de contribuir a otra existencia. Sentirme atraída por la

costumbre. Arrinconar al nombre propio. Me aterra la idea de dejar de

hacerme preguntas por tener delante de mí todas las certezas. Bajar el

arma —blanca— con la que llevo más de media vida al ataque. Perder

esa parte de mí que no se conforma, la que pone a mi cerebro a

funcionar en el momento más inoportuno. Cerrar la llave de paso de la

imaginación. Vivir entre la conciliación y la reconciliación conmigo

misma. Dejar para luego. Dejarme para luego.

0 7

GBiel siempre ha sido el secreto profesional de Rey. Se

conocieron en tercero de carrera y ahí comenzó su relación

(o no relación) cargada de magnetismo, química y

kilómetros de distancia. Físicos y emocionales. Tras varios

años sin contacto, retoman su relación el día que Rey recibe

el galardón por Madrid y cuando Biel decide leer este

poemario.

Biel

Clara

Una de las mejores amigas de Rey y madre experta. Ambas

se han convertido en la noche y el día, y por esto será uno

de los mayores apoyos de Rey al saber que está

embarazada. Rey verá a su amiga con nuevos ojos: una

relación que se enfrío con la maternidad de Clara,

recuperará toda su dimensión con la de Rey.


Comienzo a leerlo por la página 24. Sabía que estallaría de

orgullo en la primera página. Estaba preparado para ello. Para lo

que no estaba preparado es para lo que me iba a encontrar:

Madrid y yo / tenemos las mismas letras, /

pero la capital / más papeletas.

Me quedo confuso, suena a reproche. Cuento las letras de su

nombre con los dedos: Raquel, seis letras; Madrid también.

0 8

S C E N A R I O S D E L A N O V E L A

ncia

Valencia es el escenario principal de la novela y donde

reside la protagonista. Las páginas de Justicia poética

están salpicadas la luz mágica de Ruzafa, sus áticos de

ensueño, librerías, cafeterías... Numerosas ubicaciones

reales son el trasfondo de esta historia: desde los bares

que frecuentó Rey siendo universitaria, numerosos

trayectos Madrid-Valencia en AVE y hasta el encanto

de localidades cercanas como Altea.


El jurado ha destacado Madrid por la inteligencia lírica

manifiesta en el engranaje poético de los sentimientos,

perfectamente hilvanados, que integran el amor, así como

por el realce del Madrid romántico y la Valencia bohemia

haciendo uso de la retórica para cubrir la certeza de

ambigüedad.

0 9

adrid

La capital se cuela en las páginas de Justicia poética.

Madrid es el título del poemario premiado de Rey y el

lugar donde recibe el tan esperado galardón. Poeta

desde los once años, finalmente, se consagra como tal.

También la ciudad en la que descubre su embarazo.

Pero siempre deja un regusto agridulce en la

protagonista: ciudad de residencia de Biel, guarda

algunos de los recuerdos más íntimos y preciados de

ambos, pero también demasiadas despedidas.


Vivo en la tercera ciudad más importante de España.

Sin embargo, parece que los acontecimientos más

importantes solo tiene lugar en Madrid o en

Barcelona. ¿La primera vez que vi un musical? Madrid.

¿Mi primer Sant Jordi? Barcelona.

«¿Qué es la poesía? — rescato las palabras

que escribí unos meses atrás en mi diario—. Me

siento tan virgen como una hoja en blanco al

servirme esta copa de vino y saber que pronto

empezará la fiesta. Eso es la poesía. Sentir a

mano alzada. Ponerle gafas a la vida. Colocar

la belleza donde ya está. Amar con fuego.

Doblar la intensidad. Gritar en silencio.

Fabricar palabras a buen precio. Y traficar

con ellas hasta el éxtasis. El problema de la

poesía es el mismo que el de la maternidad:

decirle «sí» supone un compromiso eterno con

la humanidad. Quien es padre lo es para

siempre. Quien es poeta también.»



Sobre la autora


Mamen Monsoriu (Valencia, 1994) estudió

Biotecnología en la Universidad Politécnica

de Valencia y actualmente ejerce como

escritora, librera y embajadora cultural. Es la

creadora y anfitriona de la librería El

Imperio. Pertenece a la Junta Directiva de

CLAVE. Es autora de los poemarios

Escalofríame (2018) e Imperatriz (2021).

Justicia poética es su debut como novelista.



 

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