PERSONAS TÓXICAS Cómo identificarlas y liberarte de los narcisistas para siempre, de Silvia Congost, experta en relaciones y dependencia emocional

Zenith Editorial. 224 páginas

Tapa blanda con solapas: 16,95€ Electrónico: 9,99€


Tras el éxito de A solas llega el nuevo libro de Silvia Congost, una de las psicólogas de referencia en España, experta en relaciones y dependencia emocional, quien explica ahora cómo identificar a las personas tóxicas y qué hacer para liberarse de ellas. "En este libro -confiesa la autora- quiero hablarte de las personas que son tóxicas para ti. Aquellas personas que, las hayas elegido o no, cuando las tienes cerca o te relacionas con ellas, te generan tristeza, angustia, obsesiones o inseguridad. Aquellas personas que te hacen sentir poca cosa, que te llevan a conductas o decisiones que tal vez no quieres o no te apetecen, que no van con tus valores, que te hacen sentir que pierdes tu dignidad o que, directamente, destruyen tu autoestima de un plumazo".


Las personas tóxicas existen. Te guste o no. Lo aceptes o no. Y su característica principal es, básicamente, que intoxican, invalidan, empequeñecen y destruyen. Pueden estar en cualquier área de tu vida: en la familia, en las amistades, en el trabajo o en la pareja. Pero lo más importante es que, si no te alejas de ellas, pueden acabar desequilibrando tu vida por completo. "Creo que lo más importante es tener la capacidad de entender e identificar de qué hablamos cuando nos referimos a personas tóxicas para así poder detectarlas lo antes posible y tener muy claro que, ante ellas, el único camino es huir. Lo antes posible. Y como siempre digo, sin mirar atrás".


Tal vez te estés preguntando ¿y cómo identificarlas? ¿Cómo alejarse si se trata de un padre o de una madre? ¿Y qué pasa si el tóxico es mi jefe? ¿Y si me doy cuenta de que mi pareja tiene un trastorno de personalidad narcisista? ¿Cómo puedo salir de esa relación y reconstruirme?. Asumir que hay una persona tóxica en nuestro entorno es el primer paso imprescindible para que algo cambie en nuestra vida. "Con las personas tóxicas no hay que pasar de la empatía........Si, por el contrario, cometes el error de conectar con la compasión, con la pena, con las ganas de ayudarla o con el deseo de ser tú quien logre que se dé cuenta del daño que está causando a los demás, de que trata mal y va a quedarse solo o sola si no cambia..... Si en algún momento fantaseas con la idea de que este es tu cometido y tú vas a conseguirlo, saldrás perjudicado sí o sí".


Este libro te aportará la claridad, la comprensión y las respuestas que necesitas para identificar y tratar con personas tóxicas, además de ofrecerte herramientas que te ayudarán a empoderarte, a alejarte de todo aquel que te esté dañando y no te aporta nada bueno, y a cuidar siempre de tu esencia, tu autoestima y tu dignidad.


«Cuando vives con un narcisista encubierto, lo que ocurre es que, poco a poco, te vas programando para no confiar en ti y para sentir, cada vez de forma más clara, que necesitas a tu pareja para seguir adelante con tu vida».


Algunos aspectos destacados del libro


INTRODUCCIÓN «Sabemos que por ser seres sociales, los humanos necesitamos relacionarnos con los demás y que nuestras relaciones interpersonales son la base y el ingrediente esencial de nuestra existencia. Por ello, cómo nos vinculemos y cómo sean estas relaciones será algo que interferirá de forma directa en la calidad de nuestra vida, en el modo en que nos trataremos a nosotros mismos y en si sentiremos que nuestros días tienen un verdadero significado y nos aportan ilusión, disfrute y vitalidad, o si vivimos una experiencia dura y destructiva que solo nos llena de sufrimiento, tristeza y frustración».


EL SUFRIMIENTO EN LAS RELACIONES «Los seres humanos creamos apegos con los demás y con las cosas que poseemos, con aquello que construimos y que acumulamos. Crear apego significa establecer un vínculo emocional con algo. Sientes que lo amas, que te hace feliz, que te pertenece o, en el peor de los casos, que lo necesitas. Y eso, nos guste o no, nos pasa a todos. Nos puede pasar con un ser querido, con un animal, con un trabajo, con un estatus económico, con el éxito o con un bolso. Nos puede pasar con todo. Por supuesto, hay grados y niveles de apego distintos, por lo que, en función de la importancia que tenga eso para nosotros, sufriremos más o menos si la vida nos lo quita de un zarpazo.


¿Qué te parecería vivir pensando cada día que eso que tienes o eso que estás viviendo en este momento, esa comida, ese paisaje, esa conversación, la compañía de esa persona, esa experiencia… puede que no vuelvas a vivirlo nunca más? ¿Que puede que no vuelvas a hacerlo jamás? Igual ahora piensas que no podrías vivir así, pensando en que puedes perder cualquier cosa en cualquier momento, y es cierto. Vivirías con angustia y con un miedo constante al peligro o a la pérdida. Pero… hay otra forma de hacer lo mismo. Se trata de entender la vida. Que todo nace y luego muere. Que la vida es como el agua del mar, que se acerca a la orilla y, cuando llega su momento, retrocede de nuevo para volver a su origen, a la fuente, a allí de donde procede».


LAS RELACIONES TÓXICAS «Hoy en día sabemos que el mayor índice de bajas médicas es el producido por la ansiedad y la depresión. Concretamente, los síntomas que estos trastornos generan y por los que acudimos al médico suelen ser: problemas digestivos, problemas cutáneos (eccemas, caída del cabello, herpes, etc.), insomnio, pérdida de la ilusión, dejadez, autoabandono, cansancio injustificado, aumento o pérdida de peso exagerado, crisis de ansiedad, contracturas, etc. Y la cuestión es que el principal motivo por el que acabamos sufriendo ansiedad o depresiones con más frecuencia es por problemas en las relaciones. Por mantener relaciones con personas de nuestro entorno más cercano que son tóxicas para nosotros, ya sea en el ámbito laboral, de amistad, familiar o de pareja (siendo este último el más frecuente, como ya debes imaginar). Tener una relación con alguien que es tóxico para ti puede implicar que, de seguir a su lado, acabes destruyéndote por completo, tanto a nivel psicológico como físico y emocional».


«Que un padre o una madre pueda estar maltratándote o destruyendo tu autoestima, que tu pareja pueda despreciarte o engañarte, que tus amigos puedan fallarte, o que en el trabajo quieran verte fracasando, es probable que sean opciones que no encajen con tu forma de ver la vida y de entender los vínculos con los demás. Y, por ser seres sociales, los vínculos que creamos con estas personas que nos rodean son extremadamente importantes para nosotros. Los valoramos mucho y nos afectan mucho, por lo que pueden hacernos mucho bien de ser sanos, o destruirnos por completo si no lo son. […]


En ocasiones, las relaciones tóxicas se crean con personas que están dañadas. Es decir, personas que tienen un trastorno de personalidad que les impide tener plena conciencia de cómo actúan, del daño que causan y de las consecuencias emocionales y psicológicas con las que tienen que lidiar aquellos que están a su lado. Son personas que nunca van a cambiar porque se trata de un daño irreversible en su cerebro. […]


En otras ocasiones, las relaciones tóxicas se dan con personas que no tienen ningún trastorno de personalidad, pero que alteran y perturban nuestra paz interior y nuestra calma mental (algo tan necesario para llevar el día a día con equilibrio y bienestar). Puede tratarse de una relación de pareja, entre amigos o entre profesionales, sin que la otra persona haga nada malo ni tenga nada que ver con nuestro sufrimiento. Simplemente son personas con las que no encajamos».


«En mi opinión, y de acuerdo con mi experiencia, son cuatro los trastornos de personalidad más frecuentes y con los que más nos encontramos en la consulta. Se trata del trastorno de personalidad antisocial, el trastorno de personalidad psicopática, el trastorno límite de la personalidad y el trastorno de personalidad narcisista. Estos son los perfiles más comunes y peligrosos de las personas destructivas y dañinas».


EL NARCISISTA. MODUS OPERANDI ¿Cómo hacen los narcisistas para atrapar a sus víctimas? «El proceso siempre suele ser el mismo. Te hacen sentir el ser más maravilloso sobre la faz de la Tierra y te repiten una y otra vez lo afortunados que son de haberte encontrado. Y, claro, siendo alguien tan exigente, tan poco tolerante, y que te repite una y otra vez que no cree que nadie esté a su altura, el hecho de que te haya elegido a ti y que, además, vea toda esa larga lista de virtudes en tu persona que le llevan a admirarte (o eso parece) y a querer estar contigo… pues, claro, aún te hace sentir más especial, importante y valiosa. […]


Es por este motivo que empiezas a sentir cierto miedo a que se decepcione o se desencante, y a que un día pueda reemplazarte por otra. Por ello, es prioritario para ti hacerle feliz y convertirte en lo que crees que él espera que seas. Es frecuente que, de repente y sin darte cuenta, te pida que seas tú quien pague ciertos caprichos, pero sin ser algo ecuánime, es decir, no es que él pague unas cosas y tú otras, sino que te encuentras poniendo tú muchísimo más a nivel económico que él. Y todo ello, aunque tu situación económica no te lo permita. Lo haces como sea, porque confías en él y quieres que sea feliz. Y aunque acabes siendo tú quien pone todo el dinero, si lo escuchas hablar ante los demás, se las dará de sobrado. […]


Puede que, en algún momento, tu intuición te muestre ciertos detalles que te llaman la atención, pero decidas no hacerle caso y seguir adelante con todo lo que él te pida. Te encontrarás diciendo que sí a cosas a las que en tu interior sientes claramente que deberías decir que no. Cuando las personas narcisistas ya sienten que te tienen atrapada, que pueden dominarte, manipularte y mentirte sin compasión, empiezan a herirte y destruirte de una forma aparentemente aislada y sutil, pero realmente sin piedad. La estrategia suele ser la de darte “una de cal y otra de arena”, es decir, te critican, te desaprueban y te desprecian con ciertos comentarios y luego, cuando te ven mal y afectada por esos golpes emocionales, te dan algún reconocimiento, te recuerdan que lo hacen por lo mucho que te aman, que solo desean tu bien, que son muy afortunados, y te hacen algún regalo inesperado que tú interpretas como la muestra más clara y evidente del inmenso amor que sienten por ti. Y así se te olvida de un plumazo la crueldad de sus acciones y de las heridas que acaba de provocarte sin ningún tipo de compasión. Por grave que sea se te olvida. Decides quedarte con lo bueno y dejar atrás la macabra experiencia que acabas de atravesar… aunque, te guste o no, se repetirá cada vez con más frecuencia».


EL MALTRATO PSICOLÓGICO «Te aseguro que es un escándalo lo normalizado que está el maltrato psicológico en nuestras relaciones. Hay numerosas situaciones en las que está presente y no somos capaces de identificarlo porque lo vemos como algo normal, le quitamos toda importancia y nos olvidamos del nivel de gravedad que deberíamos atribuirle. Que alguien con quien tú te relacionas te ningunee, deje de hablarte durante varios días o te castigue con el silencio para que tomes conciencia de lo enfadado que está y lo mal que te has portado.- Que alguien se comporte de una forma concreta para despertar en ti celos o inseguridades, que te menosprecie o te hable de forma que te sientas pequeñ@, que te haga sentir que no vales o no estás a la altura, que no eres suficiente… en definitiva, que dañe tu autoestima. - Que alguien hable mal de aquellos a los que tú amas, de tu gente más cercana. - Que alguien quite mérito a tus éxitos y logros, haciéndote sentir que no es para tanto. - Que alguien te haga sentir que tus preocupaciones son absurdas e insignificantes. - Que alguien te manipule para que accedas a determinadas prácticas sexuales que no deseas. - Que alguien no acepte su parte de responsabilidad en aquellos problemas que tenéis, que no se haga cargo de ninguno de sus errores y tergiverse los argumentos siempre que tengas alguna queja, para que seas tú quien acabe pidiendo perdón. - Que alguien no te agradezca nunca ninguno de los esfuerzos que haces para que sea feliz y, por el contrario, te hable siempre mal, sin tacto ni ningún tipo de cariño. - Que alguien te busque o incluso te fuerce para tener sexo después de una discusión o un enfado, cuando esa situación te ha molestado mucho y no quieres tener relaciones sexuales. - Que alguien castigue a su pareja sin sexo o sin cariño, adrede, para hacerle daño. […]


[S]on formas de actuar que hacen daño. Que causan heridas en quien está al lado. Aunque uno se acostumbre, le quite importancia o cierto peso, y haga como si no tuviera tanta gravedad, el daño que causan es el mismo y la herida es cada vez más profunda. Y como te decía antes, solo hay una forma de cambiar esto: con la educación. Y gracias a la educación, con la prevención. Para ayudar a identificar el maltrato psicológico a través de la educación, hay que educar también en autoestima. Solo cuando uno es consciente de su valía personal y de dónde empieza y acaba la dignidad de cada ser, será capaz de poner límites a todo aquello que le dañe o le ponga en riesgo. ¿Por qué si vemos por la calle a una persona insultando a su pareja, sentimos un pellizco interior que nos hace reaccionar y, en cambio, tantas veces cuando le pasa a uno mismo, aparte de no reaccionar, ni siquiera lo ve? ¿Por qué cuando lo vemos en una película nos duele y cuando lo vivimos nosotros, no lo identificamos como algo que tenga la misma gravedad? La respuesta es fácil. Porque no tenemos una buena autoestima. Ella es la que nos protegerá de este tipo de tratos y experiencias, la que nos ayudará a saber dónde van nuestros límites y dónde colocar barreras, y la que nos permitirá protegernos y saber de quién y cuándo nos debemos alejar».


LUZ DE GAS «Sucede cuando otra persona te descalifica psicológicamente, logrando manipularte hasta el punto de que tú te cuestionas tu propia realidad, tus recuerdos o incluso tus percepciones. Para que lo veas más claro, a continuación, te describo algunas acciones concretas que te llevarían a sufrir luz de gas: - Alguien exagera tus defectos, haciéndote sentir inferior o inútil: “Pero mira que eres inútil, es que no sirves para nada”. - Si le atreves a cuestionar algo de lo que te dice esa persona, pueden hacerte quedar en ridículo delante de quien sea de una forma teatral y muy exagerada. - Cuando esa persona se da cuenta de que te vas hundiendo, su crueldad aumenta aún más. - Esa persona siempre suele combinar esa forma de maltrato con algunos momentos puntuales de palabras bonitas, de “aparente cariño”, para que te confundas y pienses que todo lo hace por tu bien y por lo mucho que te ama…»


GHOSTING «El ghosting es un término que se ha puesto muy de moda y del que se habla mucho, principalmente tras la aparición de las redes sociales. Es un término que viene del inglés ghost (“fantasma”) y se refiere a aquellas personas con quienes estás iniciando una relación y, aunque tú creas que todo está avanzando correctamente, de repente un día, sin más, desaparecen, se esfuman, como si la Tierra se los hubiera tragado. Una variante del ghosting es el caspering. Proviene de la palabra Casper, el fantasma, y se refiere a esas personas que te van dando largas cada vez que pretendes citarte con ellas y no acaban quedando nunca contigo. ¿Qué consecuencias vive la persona que sufre ghosting o caspering? - Siente culpa por creer que ha hecho algo mal. - Se obsesiona con encontrar una explicación que justifique esa desaparición. - Sufre un golpe muy fuerte en la autoestima. - Al principio te preocupas por si le ha pasado algo, pero si luego sabes de él o ella por otras personas y te consta que está muy bien, aún te sentirás peor. - Desprecio y humillación. ¿Qué hacer? 1. Asumir que no le importas. 2. Asumir que es una persona irrespetuosa, cruel y dañina. 3. Tener claro que no es culpa tuya. 4. Dejar de dar vueltas y rememorar todo lo que te prometió y lo maravilloso que viviste a su lado. 5. Haz contacto cero».


LOVE BOMBING «El love bombing es una técnica para atrapar a la persona de la que estás enamorad@. ¿Te ha pasado alguna vez que has conocido a alguien, habéis empezado a quedar y a salir, y te repite día y noche todas tus cualidades, lo mucho que te admira, la suerte que tiene de haberte encontrado, los planes de futuro que sueña a diario realizar a tu lado… y luego, de repente, un día todo se acaba sin más? Pues te ha hecho love bombing. Pasáis de hablar a todas horas y veros cada dos por tres al silencio y la ausencia más absolutas. No entiendes nada, no te cuadra nada, nada tiene sentido. No es algo coherente porque, aparentemente, no ha pasado nada que haya podido provocar ese cambio a nivel emocional en la otra persona. Y está claro que ese shock al pasar del cien al cero absoluto no es fácil de gestionar. […]


No olvides que, tras el enamoramiento inicial, toda relación puede acabar. Y recuerda siempre que cuando algo así, tan incoherente, sucede en tu vida, probablemente no es que hayas hecho nada mal, sino que la otra persona es incapaz de compartir contigo que sus sentimientos han cambiado y ni siquiera sabe por qué. Su cobardía le hace desaparecer sin más, y ese vacío es lo que debes ser capaz de transitar para no quedar atrapad@ en esa persona».


HOOVERING «Hoovering es una palabra de origen inglés que significa “aspirar”. En las relaciones se refiere al hecho de ser aspirado o manipulado por la otra persona para que regreses a la relación tóxica de la que ya habías salido. Lo intenta a través de acciones para darte pena o hacerte sentir culpable o bien tratando de seducirte con la idea de que necesita volver a estar juntos, volver a compartir todo lo que compartíais, y comentarios de este tipo. […]


Su único objetivo es volver a recuperar tu atención, que vuelvas a hablar con ellos y cedas ante una posible reconciliación. Ante esto, es importantísimo no olvidar jamás el motivo por el que decidiste dejar la relación. Está comprobado que, a menudo, cuando se dan este tipo de manipulaciones en las relaciones, es porque la persona que las lleva a cabo sufre algún trastorno psicológico, como un trastorno de personalidad narcisista o un trastorno límite de la personalidad».


CUSHIONING «El cushioning es una técnica de citas en la que, aunque puede que tengas tu pareja, tienes también varios cushions (“almohadones”), que son esas personas con las que flirteas de vez en cuando para que te amortigüen el golpe cuando tu relación se rompa y así no te quedes solo y el cambio no sea tan duro. Está claro que es una actitud totalmente cobarde, movida por el miedo a quedarse solo. Por supuesto, actuar así demuestra que la persona tiene unos valores que debes plantearte si te interesan para tener una relación con él o ella. Tiene claro con quién quiere estar y quién quiere que sea su pareja, pero aun así no quiere dejar escapar las otras opciones ni cerrarse puertas, “por si acaso”…»


BENCHING «El benching, que vendría a significar “tenerte en el banquillo”, no es otra cosa que cortar contigo, pero sin dejarlo como algo definitivo. Te apartan, te dicen que no, pero siempre te dan un halo de esperanza. Te ponen alguna excusa del tipo “de momento no puede ser” o “primero tengo que solucionar aquello”, con lo que tú piensas que el problema está en la otra persona, que debido a ese problema se ven obligados a dejarte a un lado, pero que para nada quieren perderte. Además, suelen aderezarlo con comentarios del tipo “no querría perderte”, “espero que no te alejes” o “con el tiempo seguro que todo se soluciona”. Y es por este motivo, por no ser claros ni honestos contigo, que tú te mantendrás ahí, en el banquillo, esperando fiel a que te saquen a la zona de juego de nuevo. Pero tarde o temprano te darás cuenta de que eso jamás sucederá».


BREADCRUMBING «También existe el breadcrumbing (“dejar migas de pan”). En este caso, la persona que actúa de este modo va dándote migajas de vez en cuando (por ejemplo, haciéndote preguntas por mensaje, preocupándose por cómo estás, proponiéndote para quedar de vez en cuando), pero si lo analizas y echas la vista atrás, te das cuenta de que nunca se materializa nada».


PERSONAS TÓXICAS EN NUESTRA VIDA


AMIGOS TÓXICOS «Los amigos, al igual que la pareja, se eligen. Uno tiene la libertad de decidir con quién quiere quedar, a quién quiere conocer más y con cuál va a sincerarse para contarle cosas íntimas o pedirle consejo sobre algo que le preocupe de verdad. Así es como se construye la verdadera relación de amistad: mostrándote vulnerable ante el otro. Sin miedo al juicio o a la crítica, sin miedo a que aprovechen tus heridas para manipularte ni hacerte daño. Sin miedo a la empatía perversa ni al maltrato claramente intencionado. […]


Sin embargo, en muchas ocasiones tenemos algún amigo con quien no nos sentimos así. Puede que sea alguien a quien cada vez que tratamos de explicar algo nos damos cuenta de que ni nos escucha, porque tras nuestras dos primeras frases nos corta y se pone a hablar de sí mismo. O alguien que nos juzga de inmediato y nos dice siempre lo que tendríamos que hacer, sin ni siquiera tratar de entendernos. O puede que sea alguien que siempre que está mal nos llama, pero que cuando nosotros le necesitamos, casualmente nunca está disponible y siempre tiene alguna excusa. […]


En cualquiera de estos casos, estaríamos hablando de una persona tóxica en nuestro círculo de amistades. Yo clasifico los amigos tóxicos en tres tipos que describo a continuación. El amigo “cubo de basura” «Se trata de esos amigos que te llaman a cualquier hora para repetirte una y otra vez lo mismo. Tú, al principio, les escuchas y tratas de darles tus mejores recomendaciones, puntos de vista y consejos. Ellos se sienten agradecidos y complacidos, les va muy bien que estés ahí y que les hagas de psicólogo de forma altruista y bondadosa. Tú lo haces desde la amistad que supuestamente tenéis; sabes que hay que estar para los amigos y ahí estás cumpliendo tu función. El problema viene cuando te das cuenta de que tras colgar el teléfono hacen caso omiso a todo lo que les has dicho y vuelven a lo suyo. Y también cuando te das cuenta de que si algún día eres tú quien está mal, ni siquiera te escuchan, y lo que te demuestran es que no les importa lo más mínimo lo que te suceda, porque solo se importan a sí mismos. Y si, por lo que sea, un día les dices que no o intentas expresarles lo que te ocurre o cómo te hacen sentir, serán ellos los ofendidos y los que, con bastantes probabilidades, empezarán a hablar mal de ti a toda costa».


El amigo “verborreico” «Su único problema es que solo habla de él y no escucha jamás, pero si le necesitas, vendrá a por ti y tratará de ayudarte. Eso sí, el precio que deberás pagar es el de tener que aguantar su verborrea, que, por cierto, cuanto más nervioso esté, más le costará controlar. Aunque no lo hagan desde una clara maldad, pueden producir en ti un desgaste muy profundo, así que debes preguntarte si realmente te compensa o si el agotamiento que te crean es demasiado».


El amigo “por interés” «Se trata de aquellas personas que se arriman a ti porque ven que tienes algo que les interesa. Muchas veces es por un hambre de éxito mal gestionada o porque quieren llegar a dónde estás tú. Te halagan con varios tipos de artimañas bien estudiadas, te hacen sentir que te admiran y que quieren ayudarte en lo que puedan, y lo que quieren realmente es quedarse con todo aquello que te pertenece a ti».


¿Qué hacer cuando detectamos que tenemos un amigo tóxico? 1. «Tomar distancia cuanto antes. Eso significa tener contacto cero, bloquear o cambiar de ambientes, de bares, de actividades o de lo que sea, con tal de no encontrarte con esa persona de nuevo. 2. Asegurarte de haber aprendido lo necesario, evitando así caer en el papel de víctima y que, por ello, te vuelva a suceder lo mismo en un futuro».


MADRES Y PADRES TÓXICOS «En ocasiones, hay padres o madres que no aman a sus hijos. Puede que te parezca sorprendente, pero te aseguro que lo he visto en muchas ocasiones, y así es. Cuesta de asumir y de aceptar por parte del hijo que vive ese rechazo y esa falta de amor y de compasión, pero la realidad es la que es. Hay otros casos en los que el padre o la madre maltrata al hijo. Puede que de pequeño lo maltraten a nivel físico y también psicológico, pero el maltrato físico cesa a medida que el hijo se hace adulto y el progenitor se va haciendo mayor. El que queda, a partir de ahí, es el psicológico, el más destructivo. Padres que insultan, denigran, menosprecian y faltan al respeto, además de hacer a sus hijos chantaje emocional para crear un tipo de enganche que estos se sienten incapaces de cortar. Es una realidad sin duda durísima, que cuesta gestionar. Cuesta porque, desde nuestra estructura mental, no podemos entender por qué un padre o una madre no quiere a su hijo o cómo puede tratarle mal y hacerle daño de esa forma tan despiadada. Y, una vez más, al no entenderlo, nos resulta muy difícil seguir adelante y dejar esa realidad a un lado. A pesar de todo esto, de que parezca extraño, de que cueste de entender y de todo lo demás, esto ocurre y hay que hacerle frente».


Sobre la autora


Silvia Congost es psicóloga experta en autoestima, dependencia emocional y conflictos de pareja. Tras haber sufrido personalmente una relación de dependencia emocional, su mayor pasión es ayudar a otras personas a liberarse de vínculos destructivos y a enseñarles a construir relaciones de pareja sanas. Es reconocida como conferenciante por el impacto de su discurso cuando habla de relaciones tóxicas y dependencia emocional.


En la actualidad, ejerce como psicóloga junto a su equipo, realizando sesiones online y presenciales en sus centros de Barcelona y Girona y conduciendo los Grupos de autoestima. El éxito de su trabajo se caracteriza por conseguir generar los cambios que la persona necesita en menos de diez sesiones. Así lo corroboran todos sus pacientes y los numerosos testimonios en la web de la autora.


Su página web y su blog han alcanzado un gran éxito en la red, con más de 100.000 visitas mensuales y seguidores en todo el mundo.Es autora de Cuando amar demasiado es depender, Autoestima automática, Si duele no es amor, A solas y La voz de mis alas, todos publicados en Zenith.


Para más información:
www.silviacongost.com
www.facebook.com/silvia.congost
@silviacongost




 

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