Vuelve César Pérez Gellida con TODO LO PEOR, un thriller negro y frío como el acero, despiadado como el cruel asesino que la habita
Suma
Editorial. 608 Páginas
Tapa
blanda con solapas: 18,90 euros Electrónico: 8,99€
César Pérez Gellida
regresa para descolocarnos con un trepidante thriller negro
magistralmente ambientado en una época no tan lejana pero sí muy
distante en el ámbito de los derechos y las libertades. Otra nueva
joya del que es para muchos el mejor escritor patrio de novela negra.
Una novela fría como el acero, despiadada como el cruel asesino que
la habita
Varios cadáveres de
homosexuales aparecen brutalmente asesinados en el Berlín Este de
finales de la Guerra Fría. Las autoridades no le prestan la atención
que merece hasta que un alto cargo de la Stasi que maneja información
muy sensible para el Estado aparece muerto en las mismas
circunstancias.
Por su experiencia en el
comportamiento de la mente criminal encargan la investigación a
Viktor Lavrov, que, junto al inspector apartado de la
Kriminalpolizei, Otto Bauer, buscará la manera de sumergirse en un
mundo prohibido tras los pasos de un despiadado asesino mesiánico.
En TODO LO PEOR —al
igual que en su predecesora, Todo lo mejor—, regresamos al Berlín
Oriental de 1980, donde volveremos a encontrar a varios de los
personajes de la anterior novela: Viktor Lavrov, un agente de la KGB
destinado en la capital alemana y que ejerce oficialmente las labores
de enlace entre la Unión Soviética y la RDA; Erika Eisemberg,
pareja de Viktor, pero agente de la Stasi alemana; Otto y Birgit
Bauer, hermanos y agentes de la Kriminalpolizei…, así como un buen
número de miembros de los servicios secretos de varios países y
otros personajes secundarios a los que conocimos en la anterior
entrega.
Al inicio de la novela,
Lavrov, formado como psicólogo criminalista, es convocado por Erich
Mielke, el director de la Stasi, para que investigue unos extraños
asesinatos de homosexuales que se están produciendo en la ciudad. Un
criminal mesiánico les inflige insoportables tormentos con un
instrumento de tortura llamado la Pera de la Angustia antes de
causarles la muerte. A la RDA le importarían poco estos casos si no
fuera porque el último asesinado es Johannes Allendorf, un alto
cargo de la policía secreta del Estado.
Dicho crimen tendrá
consecuencias directas en el mundo del espionaje. Por una parte,
Allendorf era la única persona que conocía la identidad secreta del
Ciudadano W, Werner Wögler, antiguo científico de un revolucionario
proyecto de narcohipnosis desarrollado por la CIA y que había
desertado para pasarse al otro lado del telón de acero. Por otra, se
sospecha que el fallecido tenía información que podría comprometer
mucho a Mielke. Dada esta situación, la Stasi, la KGB, la CIA y el
Mossad se volcarán en averiguar si Wögler sigue existiendo y cuál
es su paradero. Para complicar aún más la trama, los alemanes
encargarán la tarea a la agente Erika Eisemberg y los rusos a Viktor
Lavrov, con lo que la investigación se convertirá en una auténtica
labor de funambulismo para ambos.
Por si todo esto fuera
poco, la implicación de Viktor y Erika en el caso tiene más de un
componente personal. En primer lugar, su amigo Otto Bauer, inspector
jefe de la Kriminalpolizei y que fue clave en la resolución del caso
anterior, es homosexual. Por este motivo, la inicial desaparición de
este y la posterior de su antigua pareja, Heinrich, irán marcando el
ritmo de la trama en la persecución del asesino. En segundo lugar,
la viuda Allendorf parece haberse encariñado demasiado con Viktor y
le propone abiertamente confiarle los secretos que él anhela conocer
a cambio de que mantenga relaciones sexuales con ella. Si a esto
añadimos que Erika descubre que es estéril y que Viktor y ella
intentan adoptar a una niña en el transcurso del caso, la carga
emotiva de la historia es considerable.
Debido a un error
cometido por el asesino, que se ve obligado a abandonar la Pera de la
Angustia en el cuerpo de su última víctima, Viktor empieza a tirar
de una serie de pistas que acaban conduciéndolos a la detención de
alguien llamado Ruslan Kemke. Aunque todas las pruebas parecen
culparlo, el agente de la KGB desconfía, le parece que el acusado
estuviera voluntariamente aceptando cargar con el crimen cometido por
otra persona.
Mientras tanto, Otto Bauer
ha logrado adivinar que asesinados y sospechoso compartieron cuartel
militar años antes y que todos se vieron envueltos en el caso de una
violación homosexual de un recluta. Un recluta que resulta ser el
sobrino del propio Ruslan, Jonas Kemke, lo que explica por qué
Ruslan se está inculpando en un crimen que efectivamente no ha
cometido. Todo se complicará cuando Ruslan se suicide en la prisión
y Viktor sea consciente de que el asesino sigue en la calle y va a
continuar matando. Y la tormenta se desencadenará completamente
cuando su siguiente víctima sea Heinrich, la anterior pareja de
Otto.
A partir de ahí, se
iniciará el espectacular e intenso final de la historia, que alterna
las escenas de Otto persiguiendo a Jonas Kemke —que ha huido con
toda su familia a una cabaña en el monte— con la resolución del
caso de espionaje, en el que intervendrán todos los servicios
secretos cuando se sepa que Erika estaba espiando a Viktor y este
comprenda que Werner Wögler no ha desaparecido, sino que la viuda
Allendorf le estaba haciendo pasar por su padre enfermo. Esta
frenética sucesión de últimas secuencias tendrá al lector en vilo
hasta el final de la historia.
Sobre
el autor
César Pérez Gellida
nació en Valladolid en 1974. Es licenciado en Geografía e Historia
por la Universidad de Valladolid y máster en Dirección Comercial y
Marketing por la Cámara de Comercio de Valladolid. Desarrolló su
carrera profesional en empresas vinculadas con el mundo de las
telecomunicaciones y la industria audiovisual hasta que, en 2011,
decidió dedicarse en exclusiva a su carrera de escritor.
César irrumpió con
fuerza en el mundo editorial con Memento mori, que cosechó grandes
éxitos tanto de ventas como de crítica y obtuvo el premio Racimo de
literatura 2012. Constituía la primera parte de la trilogía
«Versos, canciones y trocitos de carne», que continuó con Dies
irae y se cerró con Consummatum est y por la cual le fue otorgada la
Medalla de Honor de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias
Forenses 2014 y el Premio Piñón de Oro como vallisoletano ilustre.
En 2015 publicó Khimera,
su cuarta novela, y en 2016 inició su segunda trilogía, «Refranes,
canciones y rastros de sangre», con Sarna con gusto, a la que siguió
meses después Cuchillo de palo y que cerraría en marzo de 2017 A
grandes males. Con la aparición de Konets, en noviembre de 2017,
enlazó ambas trilogías y Khimera, poniendo un magnífico broche que
servía de colofón y ataba todos los cabos que dejó sueltos en sus
tramas precedentes. Actualmente sigue escribiendo novelas y colabora
como columnista en El Norte de Castilla.
Todo lo peor es su última
obra hasta la fecha y completa con su precedente, Todo lo mejor, una
bilogía ambientada en el Berlín Este de los años ochenta donde la
investigación criminal y el espionaje son los ingredientes
principales de un cóctel explosivo.
Puedes contactar con el
autor a través del medio que prefieras: Email: cesar@perezgellida.es
Web: www.perezgellida.com www.facebook.com/CesarPerezGellida.Oficial
@cpgellida
Comentarios
Publicar un comentario