Aprende a entender tu cuerpo con EL SECRETO DE LA BUENA DIGESTIÓN, de Ángela Quintas
Editorial
Planeta. 256 páginas
Rústica
con solapas: 17,90€ Electrónico: 8,99€
Tras los éxitos
editoriales ADELGAZA PARA SIEMPRE y LAS RECETAS DE ADELGAZA PARA
SIEMPRE, la química experta en nutrición clínica Ángela Quintas
nos trae EL SECRETO DE LA BUENA DIGESTIÓN, un libro centrado
en todos los aspectos relevantes del sistema digestivo ideado para
entender de manera sencilla todo lo que hay detrás de un proceso tan
vital y a la vez tan desconocido.
Comemos al menos tres
veces al día durante toda nuestra vida, pero no sabemos casi nada de
lo que ocurre dentro de nosotros cuando ingerimos un alimento. Como
consecuencia, a menudo tampoco entendemos el modo en que nuestro
cuerpo reacciona frente a lo que hemos comido. ¿Por qué hay cosas
que nos sientan bien y otras que no? ¿Qué relación hay entre lo
que comemos y las enfermedades que desarrollamos a lo largo de la
vida? ¿Qué nos dice el estómago cuando hace ruido? El mal aliento,
las migrañas, la hinchazón abdominal, las alergias, la obesidad y
hasta las depresiones pueden tener su origen en una mala digestión.
Este libro, lleno de
curiosidades, no huye de explicar los procesos químicos más
complejos. Toca cada elemento de nuestro proceso digestivo, incluso
hasta llegar a esa gran desconocida: la caca, que tanto puede
contarnos sobre nuestra salud. Entender de manera sencilla la
complejidad del intestino nos hará más conscientes a la hora de
decidir qué vamos a comer mañana para sentirnos mejor.
Mediante los testimonios
de pacientes, la especialista Ángela Quintas desarrolla algunas de
las patologías más comunes y sus tratamientos de forma cercana y
sencilla. No duda en exponer fascinantes anécdotas relacionadas con
el aparato digestivo, atacar tabúes y destruir mitos extendidos
relacionados con la nutrición.
¿Es el agua con limón un
remedio tan saludable como lo pintan l@s Influencers? ¿Existen los
trasplantes fecales? ¿Cuáles son los beneficios reales de los
probióticos? El secreto de la buena digestión tiene la
respuesta a estas y otras preguntas, las que siempre nos hemos hecho
y algunas totalmente nuevas.
El mercado editorial está lleno de libros que tratan la nutrición, la cocina sana e incluso gastronomías de todo el mundo, pero apenas se encuentra información sobre el sistema digestivo. Un hecho contraproducente, ya que es un proceso que implica y afecta a la mayor parte de nuestros órganos, incluyendo el cerebro, la piel y el sistema nervioso. Esto significa que muy a menudo esté relacionado con otros síntomas que padeces cada día y que no piensas que puedan tener que ver con tu intestino: mala salud dental, halitosis, migrañas e incluso depresiones.
Resulta imprescindible
mantenerse informado para evitar seguir modas que puedan resultar
perjudiciales: sin ir más lejos, la consecuencia principal del
consumo cada vez más extendido de agua templada con limón en
ayunas, al que se le atribuyen unas propiedades casi mágicas que no
tiene, y no tenemos que olvidar que produce la erosión en el esmalte
dental.
Entonces, ¿cómo funciona
la digestión? Elegimos los alimentos de manera consciente, los
introducimos en la cavidad bucal, los trituramos con nuestra
dentición, los impregnamos con la saliva y los convertimos en un
bolo alimenticio que atraviesa nuestro sistema digestivo gracias a
unas contracciones que lo hacen deslizarse a través de él. Cuando
llegan a una cavidad con forma de judía, el estómago, se mezclan
con los jugos gástricos como si estuviesen en una amasadora de pan.
Una vez amasados, los alimentos descienden por un largo tubo, el
intestino, a través del cual se extraen los nutrientes necesarios
para el correcto funcionamiento de nuestro organismo convirtiéndose
el resto en la palabra innombrable: «caca».
Al contrario de lo que se
cree popularmente, se trata de un proceso que dura de 31 a 35 horas
en el que cada elemento afecta a los demás. Por ejemplo, si los
alimentos entran en el tracto digestivo sin haber sido triturados de
manera correcta por los dientes, nuestro sistema digestivo tiene que
secretar más cantidad de jugos gástricos para digerirlos y eso
puede provocar, a la larga, trastornos como gastritis, úlcera,
desnutrición, etc.
Escoger los alimentos que
deseamos consumir se basa en el sentido del gusto, cuya función es
darnos información para decidir si debemos tragar o no lo que
estamos comiendo. Algunos sabores, como el amargo, nos indican si un
alimento puede estar en mal estado. Por otra parte, los alimentos de
alto contenido calórico, como los ricos en azúcares, son preferidos
por los más pequeños por el suministro de energía que les aporta.
Tras su triturado y mezcla con saliva (de la que los humanos
producimos alrededor de un litro por día), el bolo alimenticio pasa
por el esófago y llega al estómago, encargado de la trituración
mecánica de los alimentos y de mezclarlos con los jugos gástricos.
El intestino delgado se
ocupa de la digestión química de los alimentos: en él se produce
la absorción de la mayor parte del agua, los minerales, las
vitaminas hidrosolubles, los aminoácidos provenientes de la
digestión de las proteínas y los hidratos de carbono. Las grasas,
debido a su naturaleza no hidrosoluble, siguen un proceso diferente.
De una longitud de hasta 7
metros, se trata de una de las mayores superficies en nuestro cuerpo
en contacto con agentes externos. Además, forma parte del sistema
nervioso entérico y cuenta con sus propios nervios, neuronas y
mensajeros químicos. Como ejemplo, el 90 % de la serotonina que
producimos se origina en el intestino. «Y como curiosidad mencionaré
que el intestino humano contiene en su interior alrededor de 200
millones de neuronas, las mismas que hay en el cerebro de un perro»,
puntualiza la autora. Esto significa que mantener un intestino sano
es vital para gozar de buena salud en todos los niveles, para lo cual
es necesario tener en cuenta ciertas directrices.
Sobre
la autora
ÁNGELA QUINTAS es
licenciada en Ciencias Químicas y máster en Dietética y Nutrición
Humana. Desde hace más de veinte años dirige su propia consulta de
nutrición, que se ha convertido en un referente en España.
Actualmente, compagina su
actividad como nutricionista con la docencia en estudios de posgrado
de la UNED. Además, es codirectora de BeOk, un espacio semanal sobre
nutrición en cadenaser.com, y colaboradora del programa A vivir que
son dos días, en la Cadena SER. Sus artículos pueden leerse en la
revista Buenavida de El País, en Objetivo Bienestar y otros.
También es asesora
nutricional en películas de gran éxito a las órdenes de directores
como Daniel Sánchez Arévalo, Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar
o Alberto Rodríguez, entre otros. Adelgaza para siempre y Las
recetas de adelgaza para siempre, sus dos primeros libros, son todo
un éxito de ventas.
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