José Ángel Mañas gana el Ateneo de Sevilla con LA ÚLTIMA JUERGA, una secuela del Kronen desenfadada, provocativa, gamberra y libérrima


Editorial Algaida. 392 páginas
Rústica con solapas: 20,00€ Electrónico: 9,99€

El pasado 15 de Junio se dio a conocer el fallo de los Premios Ateneo de Sevilla resultando ganadoras La última juerga de José Ángel Mañas, ganadora del Premio de Novela Ateneo de Sevilla y Dentro de dos años de Mercedes Fisteus, ganadora del Premio Ateneo Joven. En esta edición del 51.º Premio de Novela Ateneo de Sevilla y 24.º Premio Ateneo Joven, patrocinados por Fundación Unicaja y Ámbito Cultural de El Corte Inglés, convocado por el Excelentísimo Ateneo de Sevilla se presentaron un total de 258 obras que optaron al Premio Ateneo y 37 al Premio Ateneo Joven. El premio está dotado de 28.000 euros para el Premio de Novela Ateneo de Sevilla y 5.000 euros para el Premio de Novela Ateneo Joven según las bases publicadas.

LA ÚLTIMA JUERGA está en las librerías.

Entonces tenían poco más de veinte años: un grupo de amigos que se citaban en el bar Kronen y consumían la juventud a base de sexo, alcohol y drogas. En algunas ocasiones coqueteaban con la muerte e incluso hubo quien salió mal parado de aquel coqueteo. Ha pasado mucho tiempo. Han pasado exactamente veinticinco años.

Ahora trabajan y no se ganan mal la vida; algunos se han casado y tienen hijos. Casi ninguno de ellos consume drogas y las borracheras se han convertido en enología. Cuando Carlos recibe una noticia que sacude completamente su vida, siente la necesidad de volver a reunirse con su amigo Pedro, a quien no ve desde hace muchos años. Tal vez no sea más que un reencuentro para rememorar algunos momentos del pasado, o tal vez se convierta en el principio de La última juerga.

Antes que nada, enhorabuena por tu premio. Supongo que estarás satisfecho.

Estoy exultante. Es mi primer gran premio literario, y me llega en el ecuador de mi carrera. El Ateneo marca un hito extraordinario. Lo considero la recompensa a veinticinco años dedicado exclusivamente a la literatura, con todo lo que eso implica: esfuerzo, tenacidad, tribulaciones, dudas, muchas alegrías, pero también decepciones y reveses… Lo que es una carrera artística, con sus inevitables dientes de sierra.

Tienes casi cincuenta años. ¿Qué queda del chico que irrumpió como un elefante en una cacharrería con aquel Historias del Kronen, convertido hoy en un claro referente de la literatura española contemporánea?

Lo más importante: la ilusión. Todavía vivo la publicación de cada libro con el mismo entusiasmo. De no ser por eso, no sé si seguiría aquí. De hecho, ese es el gran triunfo. Sabes tan bien como yo que de las novelas que se publicaron en 1994, solo quedan vivas, si acaso, dos o tres. Y si hablamos de escritores, basta con coger cualquier Qué Leer de la época y echar un vistazo a los autores más prometedores, para comprobar que muchos han desaparecido. El mercado literario es muy duro y hacer carrera es cada vez más difícil.

Ya que hemos llegado al Kronen, dime por qué, después de tanto repetir que no ibas a escribir una secuela, al cabo de veinticinco años, y ya cuando muchos desesperaban de ello, has recuperado a Carlos.

Si te soy sincero, no lo sé. Yo mismo pensaba que no lo escribiría nunca. Este 2019 se cumple el veinticinco aniversario del Kronen. Pero es que desde que se cumplieron los veinte años, ya había gente pidiendo la secuela. Me decían: «Queremos saber qué ha sido de Carlos. Tienes que escribirlo». Y yo echaba balones fuera. Estaba convencido de que no lo haría, principalmente porque no veía cómo recuperar a Carlos. Tampoco es que me obsesionara el asunto, pero cuando pensaba en ello no veía cómo.

¿Y de repente se te ocurrió?

Fue como una iluminación. Hace un par de años, más o menos, me desperté una noche y tuve una visión de lo que le había sucedido. Era la idea seminal, esa idea que se necesita para arrancar una historia. A partir de ahí empecé a trabajar, a tomar notas… Y la cosa salió tremendamente fluida, que para mí es importante. Hay novelas que se me atascan, que me cuestan, en las que trabajo duro, y que sin embargo acaban siendo mis peores textos. Y otras salen a la primera, con mucha fuerza y naturalidad. La última juerga es de estas últimas.

¿Qué nos puedes decir, sin hacer espóiler, sobre el argumento?

Que recupero a Carlos como narrador. Carlos no había vuelto a aparecer en ninguna otra novela mía, y ya era hora de que lo hiciera. Se va a reencontrar con uno de los amigos de su pandilla…

¿Con cuál?

Eso sí que lo puedes desvelar. Con Pedro.

El más convencional de toda la pandilla.

Pedro era el más conservador, dentro del grupo de amigos. Y Carlos el más destroyer, manipulador y perverso. Era lógico enfrentarlos. La novela narra un reencuentro entre dos antiguos amigos que no se han visto en veinticinco años, que se ponen al día de sus respectivas vidas y que van a partir en una especie de absurda road movie donde, como era de prever, Carlos tiene el rol dominante y embrolla a Pedro, que se verá desbordado por lo que sucede.

Todos tenemos un amigo como Carlos. Alguien que tira de nosotros en ciertas situaciones y que nos empuja a hacer cosas que, sin ellos, no haríamos nunca. Es un rol un tanto mefistotélico.

Eso es.

¿Y supongo que a través de la novela se verá cómo ha evolucionado la sociedad española?

Era otro de los grandes retos. El Kronen está escrito en los noventa y el clima intelectual ha cambiado. Había un montón de detalles a los que entonces nadie prestaba atención y que hoy violentan nuestra sensibilidad. No sé si nos hemos vuelto más puritanos, pero está claro que prestamos más atención a ciertas cuestiones y que reflexionamos más sobre todo, lo que no es necesariamente negativo. Había que ver cómo encajaba un Carlos cuarentón en esta nueva sociedad. Tenía que ser un Carlos igual de políticamente incorrecto, incisivo y desagradable, y al mismo tiempo tomar en cuenta la evolución del contexto. Te puedo decir que no ha sido fácil acertar con el tono.

Pero estás satisfecho.

Lo estoy, porque ha salido una novela desenfadada, provocativa, gamberra y libérrima, que es lo que yo pretendía. La secuela de Kronen no podía ser de otra manera. Creo que los fans de Carlos se lo van a pasar como enanos. Pero era también importante que quien no conociese el Kronen pudiese leer La última juerga como una novela perfectamente independiente. Y creo que lo he logrado.

Sobre el autor

JOSÉ ÁNGEL MAÑAS (Madrid, 1971) es un escritor perteneciente a la generación de novelistas neorrealistas españoles de la década de 1990 junto a autores como Ray Loriga y Lucía Etxebarria. Ha publicado las novelas: Historias del Kronen; Mensaka; Soy un escritor frustrado; Ciudad rayada; Sonko95; Mundo burbuja; Caso Karen; El secreto del Oráculo; La pella; Sospecha; Caso Ordallaba; Todos iremos al paraíso; Conquistadores de lo imposible; Extraños en el paraíso, la verdadera historia de la Movida madrileña (audiolibro) y junto a Antonio Domínguez Leiva la serie de novelas cortas El hombre de los 21 dedos y la novela El Quatuor de Matadero. También es autor de los ensayos: Un alma en incandescencia. Pensando en torno a Franciam Charlot (aforismos sobre pintura); El legado de los Ramones; La literatura explicada a los asnos y Un escritor en la era de Internet. Acaba de ganar el Premio Ateneo de Sevilla con La última juerga, secuela de aquella gran primera novela Historias del Kronen. Sus libros han sido traducidos a varios idiomas.

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