CREATIVE MAFIA NACE EN CAFÉ MADRID
Un
grupo de jóvenes talentos crea el primer lobby de mentes creativas
valencianas
Una
veintena de artistas, fotógrafos, diseñadores, creadores ,
influencers y artistas se han unido en “Crative Mafia” y lo han
hecho en aquel mítico lugar en el que se reunía los últimos
bohemios, El Café Madrid. Y es que Creative Mafia no es sólo un
evento, es un movimiento que llama a todas esas jóvenes mentes
creativas que piensan en grande y que hacen que Valencia sea un foco
de talento.
Existen
lobbies con diferentes objetivos políticos pero sobre todo,
económicos. Sin embargo, nunca había nacido uno decidido a influir
en la moda, el diseño y las artes a nivel nacional. Para
formar parte del mismo, sólo hay que querer y ser admitido por el
resto de sus miembros, pero antes, pasar por el filtro de sus
instigadores: El periodista de moda y fundador de Chapelle Magazine
Eduardo Jayricovich, la diseñadora de 404 Studio, recién llegada de
MBFW Madrid, Anaïs Vauxcelles y la periodista e influencer, Marta
Handrich.
Y
ya forman parte de esta nueva Mafia Creativa féminas llenas de
talento como las fotógrafas Sonia Sabnani o Beatriz Tafaner; la
diseñadora de Ballet.Team, Marta Llorens y de la super Design Black
list, Isabel Casilda Rincón de Arellano; Nacho Errando de Enredo
Films; los influencers Amparo Angoso, Didi de Diego, Enol Blasco y
Nuel Puig; la modelo Tamara Caravaca y los periodistas Guillermo
Arazo y Ángela Valero de Palma. Pero también maquilladores como
Wild Van Dijk o Gala Phillipe, la médico, DJ y especialista en moda,
Greta Borrás y artistas como Guillem Chanzá entre muchos otros
asistentes.
El
cóctel inaugural tuvo lugar en aquel lugar que dicen que fue mítico
pero que ahora está a punto de hacer leyenda. No sólo fue la
cuna del Agua de Valencia, sino que además, fue testigo de tertulias
intelectuales, animados guateques y puede que de más de una
conspiración. Café Madrid es muchas cosas, pero sobre todo, es un
reflejo de la renovación de la ciudad. Tras varios años cerrado
vuelve a abrir sus puertas al mismo tiempo que Valencia despierta.
Abramos
los ojos pues.
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